La Doña 2 - ¿Leogracia?❣️

Una despedida y una reconciliación.

Yoo... solo vine a ayudarte. Pero lo mejor es que me vaya Altagracia.

Saúl la soltó inmediatamente y ella se levantó de la cama.

S - León, no te vayas, quiero hablar con ustedes.

Altagracia lo miró intentando descifrar que haría... más nada se le ocurría.

S - Quiero que sepas que yo la amo. Aunque seguramente lo escuchaste en algún momento. Pero ella es feliz contigo, van a ser papás, yo prometo respetar su relación, prometo verlos como amigos, sin ninguna otra intención. Trataré de alejarme, aunque le dije y te reitero Altagracia, mi amor por ti, se va a transformar en la amistad más pura y sincera. Te conozco demasiado, y no quiero arruinar tu felicidad, yo reaparecí en tu vida, y ya tú estabas así, feliz, enamorada y con él. Yo solo, quiero verte siempre así.

Altagracia y León estaban muy sorprendidos con las palabras de Saúl, ella sintió un alivio gigante al saber que él no intentaría nada más con ella. Y León... el aún duda de eso. Pero sabe que Saúl es un buen hombre, y sabe respetar.

L - Yo la amo, y la haré tan feliz como ella me hace a mi. Tú eres su pasado, y sé que siempre serás importante en su vida. También, aquí tendrás a un amigo. Siempre y cuando este tipo de cosas, no vuelvan a repetirse.

Dijo lo último mirando a Altagracia. Ella sabía que eso le dolió, pero León la ama tanto, que es capaz de perdonar muchas cosas.

A - Saúl... gracias. Ahora debo irme, nosotros nos iremos a Brasil, tengo algunos problemas aquí en México y debo irme por un tiempo.

S - Les importa si voy con ustedes... me dijiste que allá murió Mónica. ¿Irán a esa misma casa?

A - Si, no sé si quieras ir... es algo doloroso.

S - Lo es, pero necesito ir.

L- Esta bien, puedes ir con nosotros.

Bueno... nosotros debemos irnos a la ciudad para acomodar todo lo del viaje.

A - Si Saúl, le diré a uno de mis hombres que venga por ti, en la habitación de al lado está algo de tu ropa. Esa está ahí, desde hace algunos años.

S - Esta bien, nos vemos mañana entonces. Gracias de nuevo Altagracia.

Ella le hizo un gesto y salió tomando de la mano a León.

Saúl se quedó pensando en todo lo qué pasó en esa habitación. ¿Hizo bien diciendo aquello a León? ¿Hizo bien despedir su amor hacia Altagracia?

Pues, si. Creo que fue lo mejor.

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Altagracia y León iban camino a la ciudad, ninguno quería mencionar palabras, hasta que ella decidió romper el hielo...

A - Sé que estás molesto... yo, solo me despedí para siempre de ese amor.

L - Quiero creer que así será.. te extraño tanto.

Altagracia comenzó a acariciar la pierna de León. A lo qué el la miraba de reojo...

L - Te extraño bastante, pero no hagas eso, estoy manejando.

A - ¿Por qué no? Puedes parar..

Dijo esto pícaramente.

Siguió subiendo su mano hasta que llegó al lugar que quería... León suspiró. Y ella solo sonrió satisfecha.

Ella comenzó a besarle el cuello, daba pequeños mordiscos y suspiros suaves en el lóbulo de León. Una voz ronca la hizo mirarlo y él detuvo el auto.

Estaban en la mitad de la nada. Y ella decidió tomar el control. Solo tenía un vestido suelto, y como pudo se cambió de asiento y se montó encima de su hombre. Las manos de él viajaban por cada centímetro de piel descubierta de su mujer. Ella suspiraba, gemía, jadeaba de placer...

Poco a poco León introdujo su mano bajo el punto nervioso de Altagracia, ella soltó un pequeño grito ahogado que él calló con un beso profundo, en el que sus lenguas querían guardarse siempre el sabor. Un dedo, luego dos... Altagracia estaba llena de placer, hasta que sus paredes gritaban y anunciaban un gran orgasmo... León decidió parar e introducirse lentamente en ella. A lo qué ella rápidamente se acomodó encima de él. Comenzó un juego tortuoso y muy lento de caderas, el llevo sus manos haciéndola aumentar el ritmo, y ella se apoderó del momento demostrando cuánto le encanta cabalgar.

Y así... se hicieron uno solo. Justo ahí es tu lugar Altagracia. Saúl es pasado. Un gran amor, pero pasado. León es mi presente, mi futuro y mi amor de ahora en adelante.