Capítulo 4

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Potter decidió ir a la Madriguera.

Así como así, aparentemente. Despertó una mañana, recibió una lechuza de los Weasley e hizo las maletas, todo apresuradamente. Draco sintió toda la actividad a través del aro mientras lo observaba calmadamente a distancia. Había cambiado su técnica en los pasados días, añadiendo un encantamiento despertador al hechizo de rastreo que le avisara cuando Potter despertaba e iniciaba sus actividades. Y desde allí, podía esperar que saliera de su habitación en el Caldero Chorreante y se dirigiera a las escaleras. A veces, la lechuza de Potter lo seguía abajo para traerle su correo, generalmente durante el desayuno.

La lechuza de Weasley era breve.

Harry:

Esta semana, Mamá, Papá y Ginny fueron a Brighton a ver a la abuela. Hermione fue a la casa de sus padres y se está algo solo aquí. Si quieres venir a visitarme, este sería un buen momento. No hay mucha gente por aquí. Y mamá hizo tarta de melaza antes de irse. Soy el único que está aquí. Podríamos jugar al Quidditch o algo así. Si no puedes venir, está bien. ¿Podría ir a visitarte yo? Déjamelo saber.

Ron.

Potter dejó la nota sobre la mesa al tiempo que le respondía en un nuevo pedazo de pergamino. La diminuta lechuza que entregó la carta esperaba ansiosa sobre la mesa y en eso, golpeó el pergamino de Weasley haciendo que Draco pudiese leerlo desde su lugar frente a la silla de Potter. Poner a prueba la famosa amistad Potter-Weasley era algo interesante. Draco estaba particularmente interesado en el hecho de que Weasley sonara tan dubitativo incluso después de sus seis años de amistad. Potter, en cambio, parecía tomarlo con bastante calma. Draco se levantó de su silla y, rodeando por detrás a Potter, leyó su respuesta.

Ron:

Voy para allá. Déjame algo de la tarta, ¿eh?

Harry.

Draco miraba el pergamino incrédulo. ¿Eso era todo? ¡Qué respuesta tan inútil! Era de suponer que Potter de todas maneras estaba pensando que vería al otro al instante, pero incluso si era así... ¿por qué molestarse en cartearse por semejante basura tan aburrida? Potter lo enrolló, lo selló y lo entregó a la pequeña ave. 

—Nos vemos pronto, Pig —dijo, y la lechuza se fue.

¿Pig? La profunda antipatía que Draco sentía por Weasley se vio temporalmente —muy temporalmente— convertida en compasión. Cualquiera que le pusiera a una lechuza el nombre de "Pig", merecería ser tomado en cuenta por sus amigos. Potter se puso de pie y salió del lugar, regresando a su habitación. Para hacer las maletas, claramente. Draco observó el salón. La habitación estaba vacía con excepción del camarero que estaba tras la barra del pub. Draco removió el encantamiento de ocultamiento y fue por pergamino y una pluma.

Dumbledore.

Potter se va a casa de los Weasley. ¿Tengo que ir con él, o está a salvo allí?

D. Malfoy

Él también pidió una lechuza, pagó el envío, y después se metió en el baño de hombres para volver a colocar sobre sí el hechizo de ocultamiento antes de retirarse a su propia habitación. Potter Desapareció poco después, tensando el aro en la muñeca de Draco casi dolorosamente. Se preguntaba si debería sacarle el hechizo de rastreo, o si Dumbledore lo mataría por hacerlo. Se frotó su muñeca distraídamente, como si pudiera sentir una soga bastante real empezando a incendiarse. La respuesta a su misiva llegó antes del almuerzo. No, decía, no era necesario seguir a Potter a la Madriguera. En vez de eso, tenía que regresar a Grimmauld Place.

Walking the Line [fanfiction drarry/harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora