Las Crónicas de Narnia I

Capítulo 1

Mi nombre es Noah y vivo en Londres con mi madre y mi padre, pero actualmente se ha ido a la guerra junto con el padre de mi mejor amiga, Susan. Ella y yo vamos juntas a clase y somos mejores amigas al igual que nuestros padres. Ella tiene dos hermanos y una hermana mientras que yo tengo un hermano mayor, Jake, que a su vez es el mejor amigo de Peter, el mayor de los Pevensie.

-Tienes que hacer algo, no te puedes pasar la vida así. –me regaña Susan.

-Es que no puedo evitarlo, cuando me habla como a una amiga se me hace imposible confesarle mis sentimientos. –trato de defenderme. –Además, tú no eres la más adecuada para decirme esto, te pasa lo mismo con mi hermano.

-Eso es mentira. –niega, pero no puede evitar sonrojarse.

-Es verdad, la diferencia está en que yo se lo admito a mi mejor amiga. –digo para justo después sacarle le lengua.

Ahora mismo estamos en su habitación charlando y cotilleando sobre chicos y demás cuando empieza a sonar la alarma que nos alerta de bombardeo.

-Noah. –me llama mi hermano abriendo la puerta de par en par. Entra seguido de Peter y Edmund.

- ¿Dónde está Lucy? –pregunta el rubio mientras todos salimos en dirección al refugio.

-Aquí. –dice la pequeña uniéndose a nosotros y colocándose a mi lado. Tenemos una buena relación y la quiero mucho, la considero una hermana, a ella y a los Pevensie, a todos excepto a Peter.

Entramos al refugio y Ed sale corriendo dentro de la casa de nuevo, Peter entra en su busca y los demás nos quedamos aquí. Se escucha el sonido de una bomba caer muy cerca, demasiado cerca. Mi corazón comienza a latir frenéticamente y mi cabeza me atormenta con decenas de pensamientos negativos sobre el estado en el que se podrían encontrar los chicos en este momento. Mi hermano me abraza y yo le devuelvo el gesto sin pensármelo. Tengo miedo. La puerta se abre y los dos hermanos entran de nuevo al refugio sanos y salvos. Siento cómo vuelvo a respirar y mi corazón late de nuevo.

- ¡¿Pero en qué narices estabas pensando, Ed?! –le reprocha su hermano. –Casi nos matas. –el menor se sobresalta por el grito de su hermano y cae al suelo, dejando ver el objeto por el que había entrado. Una fotografía de su padre cae rompiéndose el cristal que ya estaba roto de por sí.

El sonido de bombas estallando y de aviones sobrevolando la ciudad sigue resonando de fondo y la pequeña Lucy se sobresalta cuando una de estas cae y abraza a su madre, yo sigo abrazando a Jake y temblando de miedo. Él me acaricia el cabello tratando de tranquilizarme. Odio la estúpida guerra.