Capítulo 9

27 5 0
                                    


Les cuento que Aslan ha muerto y la escena que hemos presenciado las chicas y yo y lo del ejército de la bruja. Peter debe asumir el mando y dirigirnos, pero parece que no está conforme con ello.

-Tendrás que tomar el mando, ¿cómo te sientes? –le pregunto sentándome a su lado. Está sobre la hierba mirando el cielo nocturno.

-No puedo hacerlo. –musita el joven.

-Peter, hay todo un ejército entero esperando tus órdenes, esperando que les guíes hacia la victoria. Confían en ti, Aslan confiaba en ti, yo confío en ti. –él me mira entre sorprendido y feliz, incluso con esperanza. –Sé que puedes hacerlo, y lo harás genial.

-¿Enserio confías en mí? –me pregunta.

-Más que en cualquier otro. –le respondo.

Me sonríe y nos miramos a los ojos, se va acercando lentamente, como pidiendo permiso, y yo al no apartarme se lo estoy concediendo. Presiona sus labios contra los míos y se mueven al compás. He esperado esto por años y por fin se está cumpliendo, es un sueño hecho realidad. Su lengua se abre paso en mi boca y ambas se mezclan y recorren cada rincón de la cavidad bucal del otro, saboreándolo así. He de reconocer que Peter besa de maravilla y siento unas mariposas en el estómago cada vez que nuestros labios se rozan. La falta de oxígeno nos obliga a separarnos y cuando lo hacemos solo se escucha nuestra respiración acelerada. Miro a Peter y él me mira a mí, nos sonreímos y noto cómo mis mejillas se tornan de un color rojo mientras mi corazón se acelera frenéticamente. Nos quedamos en silencio contemplando el amanecer tumbados sobre la hierba. No es un silencio incómodo, sino más bien agradable y cómodo. Este se ve interrumpido por un centauro.

-Señor, las tropas de la bruja se dirigen hacia aquí. –anuncia haciendo que nos incorporemos.

-Prepara las tropas para la batalla. –le ordena Peter poniéndose en pie.

-Sí, señor. –dice el centauro antes de retirarse.

-Vamos, hay que prepararse. –Peter me tiende la mano y me ayuda a levantarme.

-Estoy un poco nerviosa. –confieso mientras caminamos en dirección a las tiendas.

-No te preocupes, todo saldrá bien. –me da un último beso y nos adentramos cada uno en su tienda.

Me pongo una armadura y me recojo el pelo en una trenza, coloco mis armas en sus respectivos lugares y salgo de la tienda. Busco a alguno de los chicos y veo a Edmund y a Jake ya listos.

-Ey. –les digo a modo de saludo.

-¿Qué hay? –responde Ed.

-Estoy algo nerviosa la verdad.

-Pues ya somos dos. –dice Jake.

-Oye, Noah, tenemos que preguntarte algo. –dice mi amigo.

-¿El qué?

-Te vimos con Peter antes y... -comienza.

-¿Estáis liados? –lo interrumpe Jake.

-Tú siempre tan sutil. –le regaña Ed.

-Bueno, la verdad es que no lo hemos hablado, pero... -esa pregunta me hace pensar ¿qué somos? ¿estamos saliendo?

-¿Pero? –insiste mi hermano, no me había dado cuenta de que he dejado la frase a medias. Estoy a punto de responder cuando Peter aparece.

-¿Listos? –pregunta colocándose a mi lado.

-Sí, ¿vamos? –digo yo. Ya solucionaré esto después de la batalla. Hay que ser optimistas. 

Las Crónicas de Narnia IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora