La Niña del Columpio ✓ [LIBRO#1 Coincidimos] TERMINADA

Capitulo 6: Promesas recordadas para toda la vida

Las primeras dos cartas eran las más antiguas, estaban dentro de un sobre azul un poco maltratado, ambas cartas tenían escrito en el sobre el año '1980', en aquella época era muy común mandar cartas a seres queridos que no tenían acceso a un teléfono, por lo general las parejas de enamorados solían escribirse para poder compartir sentimientos entre ellos sin importar la distancia donde ambos estuvieran.

¿Cuál era el valor sentimental de ambas cartas? ¿Cuál era la historia detrás de ellas?

Tenía entendido de que era una pareja de enamorados que vivían lejos y solamente podían comunicarse a través de cartas, las cuales tenían muchos sentimientos que expresarse el uno por el otro, lo más lindo de todo fue que eso aquella niña y yo leímos juntos.

Lo más bello de estar contigo

Monterrey, México 1980

Para: Ricardo

De: Isabella

"Querido compañero:

¿Recuerdas aún el verano del año 1974, cuando nos conocimos? Éramos solamente unos niños, yo solamente una chiquilla que era tímida y con demasiado miedo a crecer, a veces era bastante incrédula y creía que el mundo en algún momento se iba a acabar y que no podría cumplir todo aquello que soñaba.

Mis padres eran personas muy amables pero de carácter conservador, vivíamos en un fraccionamiento en una zona alta donde podría verse el resto de la ciudad de La Frontera, Norte de México. Desde mi casa podía verse el muro que nos separaba del País del norte, casi siempre solía preguntarme qué había del otro lado y porque algunos familiares inmigraron a ese país, para establecerse en el oeste como Riverside y Deseret, no los conocía mucho y no llegamos a visitarles.

Mi padre se había criado en las colonias establecidas de Chihuahua, y mi madre era de Angostura en la parte oeste del País, no recuerdo si alguna vez les pregunté cómo es que ellos se conocieron si ambos vivían en comunidades lejanas, sólo sé que en algún punto ambos se encontraron y decidieron estar juntos. Ambos eran rubios y su piel a veces se ponía roja con el sol, yo también lo era, sólo que mi cabello es castaño y mis ojos son cafés claros, perdóname si te cuento estas cosas de mi vida, espero y no te moleste.

Me había sorprendido como aquel es que aquel verano, mis padres me dieron la noticia de un viaje a Monterrey de vacaciones con mis tíos, y de paso iría a un campamento de verano cerca de donde ellos vivían, desde hace tiempo que no los veía, ellos tenían un negocio próspero de panadería en el centro de Monterrey, y les iba bastante bien, habían abierto tres locales más en algunas zonas de la ciudad, eran felices pero no del todo, pues mi tía no podía tener hijos y en ocasiones se sentían demasiado solos.

Anteriormente solíamos pasar la Navidad con ellos y me trataban como si yo fuera una hija para ellos, solían comprarme regalos y mandármelos ya sea por algún cumpleaños o festividad, en esas ocasiones cuando podía verlos ellos me demostraban el amor que sentían por mí.

Aquel verano de 1974, había pensado que sería el más aburrido, hasta que te conocí.

Era una mañana tranquila y muy fresca, nos habían citado a los que íbamos a participar en aquel campamento a un lugar del sur de la ciudad, recuerdo que en aquel día tu estabas bromeando entre un grupo de chicos, tú eras un niño de pelo lacio, piel morena clara, con ojos grandes de como cafés oscuro, recuerdo también como ibas vestido, unos tenis blancos, unos jeans azules y una playera de color blanco. Aunque al principio me habías. parecido un poco creído y presumido por la forma en la que platicabas con aquellos chicos acerca de lo que te habían regalado en tu cumpleaños, no me había parecido que en algún momento si llegaríamos a hablar habría una conexión entre nosotros, también porque yo era demasiado tímida y no tenía muchos amigos.