2. COMIENZOS.

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Como todas las mañanas, Alba se levantó temprano para ir a trabajar sabiendo que en un momento u otro su trabajo se duplicaría. No sabía en que momento podía aparecer la famosa Natalia por la puerta y estaba realmente nerviosa. Ella nunca ha sido de ligar, más bien era de que ligasen con ella y por eso tenía miedo de no saber actuar o de como llamar su atención.

Sabía perfectamente como era Natalia físicamente, pues se había pasado gran parte de la noche mirando sus fotos de Instagram que consiguió encontrar después de varios intentos. Y la verdad, era un pibón de pies a cabeza, cosa que le daba más miedo aún. ¿Cómo se iba a fijar en ella, en una simple camarera?

- ¿Qué le pongo señor? -Preguntó Alba amablemente a un señor que acababa de entrar.

- Muchísimo. -Contestó descarado.

- ¿Perdón?

- A ti te perdono todo rubia.

- Ya... -Decidió ignorarle- ¿Quiere algo de beber?

- Hombre pues sí.

- Pues dígame. -El señor, en vez de decir una sola palabra, miro de arriba a abajo el cuerpo de Alba, resoplando cuando le dió el primer repaso.

- Menudo culo.

- O me dice que quiere de beber o se va de aquí ahora mismo. -Sonó borde.

- Te quiero beber a ti, rubia. -Alba abrió tanto los ojos que por un momento sitió quebse la salían de su sitio.

- Váyase. -Ordenó- No vengo a trabajar para aguantar a gilipollas cómo usted.

- Como me pone ese tono... y que me insulten... uf.

- He dicho que se vaya, por su bien.

- Bien es como nos lo podemos pasar, rubia.

- Ha dicho que se largue -Sonó una voz potente y firme cercana a ellos. Alba se giró sorprendida y la vió. Era ella.

Su figura de metro ochenta la impactó, no se la esperaba tan alta. Sus ojos denotaban seguridad y firmeza y su expresión seria la daba respeto. Llevaba una americana roja de cuadros y un pequeño escote. Su melena negra y lisa rozaba sus hombros con ligereza, y sus manos tatuadas se posaban sobre su cintura.

- Ha dicho que se vaya. ¿Está sordo? -Volvió a decir.

- No, no estoy sordo. Ya me voy. -Al parecer la actitud de la morena le intimidó y acabó por abandonar el local.

- Que asco -Repugnó apoyándose en la barra.

- Gracias -Le dijo cortada Alba.

- No me las des, me dan asco las personas así.

- Aquí atrás tengo que aguantar escenas de éstas continuamente, por desgracia. -Se puso en frente de ella, justo al otro lado de la barra.

- Y admiro muchísimo a las camareras por eso, aguantais todo tipo de comentarios y os los tragais para dentro.

- ¿Nos admiras?

- Sí, yo si fuera tú le hubiera dado un bofetón a la primera. Tienes mucha paciencia.

- Es lo que tengo que tener aquí atrás.

- Ya... supongo. ¿Me pones un café con leche?

- Claro -Alba se fue a prepararle y para cuando volvió la morena miraba su móvil atentamente- No vienes mucho por aquí ¿no? Es la primera vez que te veo.

- Ya, esque mi padre se ha empeñado en que venga a desayunar aquí. Dice que hacéis un café muy bueno.

- Tampoco tanto, es normal -Rio y la contagió la sonrisa.

NOVIA POR CONTRATO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora