NOVIA POR CONTRATO.

7. ME GUSTA, Y MUCHO.

- Oye Alba -La llamó Manu desde el sillón de la habitación del hospital- ¿Esa chica era Natalia? ¿La del contrato?

- Sí, era ella. -Contestó con la mirada perdida en el gran ventanal de la habitación.

- Era muy guapa.

- Sí lo es, sí, es increíble.

- ¿Te gusta?

- Te mentiría si te digo que no. ¿Me ayuda mucho sabes? Y lo que más me gusta es que lo hace incoscientemente, no se da cuenta de lo mucho que hace por mí porque la sale sólo. No sé, me hace olvidarme aunque sea por un rato de la ruina que llevo dentro y es la única que me ha hecho reír a cacajadas cuando lo único que quería era llorar.

- Cuanto me alegro Alba, de verdad... te mereces lo mejor del mundo.

- Tampoco te pases -Rio limpiándose las lágrimas que caían de sus ojos.

- Es verdad, a mí me hacen falta siete vidas para agradecerte todo lo que has hecho por nosotros, sin ti... no hubieramos salido adelante.

- Para eso está la familia ¿no? -Le sonrió.

- Sí... -Suspiró Manu- Oye, ya es tarde y no tiene pinta de que se despierte. ¿Porque no te vas a descansar y mañana vuelves?

- Me da miedo irme... que pase algo y que yo no esté.

- Si pasa algo yo te llamo inmediatamente.

- Bueno vale, así me quedo con el niño que lleva con Natalia todo el día, pero mañana temprano estoy aquí.

- Vale Alba, no te preocupes.

Se despidieron con un abrazo tan reconfortante como necesitado y Alba salió de la habitación con el corazón em un puño, y con menos esperanza que ayer.

Aparcó el coche enfrente de su casa y antes de entrar se permitió quedarse unos minutos sentada en el asiento, no haciendo otra cosa que llorar destrozandose sus propios brazos mientras se arañaba descargando su impotencia y dolor.

Pero como siempre, sacó su máscara y se disfrazó de una Alba fuerte y segura, la que todos estaban acostumbrados a ver.

Entró en su casa secándose previamente la cara y se agachó para recibir a su sobrino que venía corriendo hacia ella.

- Hola mi amor.

- Tita, te chado menos.

- Yo también mi vida, pero ya estoy aquí.

- ¿Mami?

- Mami... -Bajó la cabeza intentando encontrar las palabras adecuadas mientras Natalia los veía desde el pasillo- Mami está malita cariño.

- ¿Y onde tá?

- Está con papá en un sitio donde la cuidan muy muy bien.

- ¿Papi la cuida?

- Claro cariño.

- Yo tamben quero, quero verla.

- Ya lo sé mi vida pero no puedes todavía ¿vale? Cuando se ponga buena la verás.

- Sempre ices eso y unca mami buena, hace mucho tempo no veo mami, yo quero ya. -Frunció el ceño enfadandose y cruzándose de brazos.

- Te prometo que la vas a ver muy pronto cariño, pero hay que esperar un poquito ¿vale?

- Vale... -Aceptó no muy conforme.

- Y ahora dime, ¿qué tal has pasado e día?

- Super bien tita, Nati y yo mos ido al parque y jugado musho, tamben mos comido en un parque de bolas y mos paseado al guau guau de sus papás.