Capítulo 4: "Gotas de sangre"

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He esperado en las sombras por mucho tiempo,
guardándome los puñetazos mientras me muerdo la lengua.
Estoy a punto de atacar,
voy a dejar una marca.
Toma asiento que el show va a comenzar.

Estaba visiblemente conmocionada ante el trato que me daría el poder para acabar con mis enemigos y con cualquier opositor a mi causa. Sólo un temor me impedía aceptar. Un temor que necesitaba perder.

— ¿Y bien? ¿Qué dices, Lied? ¿Cerramos el trato?

— Ryuk… este trato…

"¿En qué momento dejamos que el poder se convierta en una necesidad?"

— No lo acepto.

— ¿Uhm?

Tras escuchar mis palabras, el silencio se apoderó del lugar. Ryuk pareció sorprendido, no con mi respuesta, sino con el tono empleado para pronunciarla.
Con firmeza, y mirándolo fijamente, proseguí:

— Escúchame bien, Ryuk: mi plan es crear un nuevo mundo ideal libre de maldad y de criminales sobre el cual planeo reinar como una Diosa benévola y justa durante mucho tiempo. Si hiciera el trato de los ojos ahora sólo sería un desperdicio.

— ¿Un desperdicio?

—  Sí. No es que no me interese el trato, al contrario, me interesa muchísimo, es claro que es un poder que NECESITO tener… sólo que… sólo que no ahora.

— Ah, ¿Y por qué no?

—  Porque el que me está siguiendo no es sólo un investigador solitario con una cámara, no, los policías jamás actúan solos. Todos trabajan para un hombre cuyo único objetivo es arrestar a Kira sin importar el precio o los medios. Y no quiero desperdiciar un poder así de valioso — y cabe decir "costoso" — con las abejas obreras. Lo que yo quiero es llegar a la colmena.

— Y estratégicamente harás el trato cuando te veas cara a cara con L, ¿No es así?

Sonreí ante su ingeniosa conclusión.

— Sí, así es, o también cuando me sienta COMPLETAMENTE acorralada. De cualquier forma, entendiste bien mi punto.

— No es como si me importara de todos modos. Sólo quería que supieras que esa clase de trato existe, por si acaso. Como sea, cumplí con mi parte, no quiero que te quejes después de que no te lo dije antes.

— ¡¿A esto le llamas decirme antes?! — cuestione con un cambio abrupto en mi voz que paso de ser tranquila a explosiva — ¿No crees que es algo tarde? ¡Pudiste mencionarlo cuando nos conocimos!, o mejor aún, ¡Debiste incluirlo en las instrucciones de la Death Note!

— Ah, buen punto.

Rodé los ojos y negué con la cabeza. Siendo Ryuk un Dios de la muerte, me decepciona su forma muy poco profesional de actuar hoy, aunque no me sorprende.
Él es, después de todo, un ser flojo e incompetente, cínico e insensible, burlesco e indiferente a todo lo que sucede a su alrededor, sin una pisca de consideración por la vida humana.

— No te molesta en lo absoluto el hecho de que sea un Shinigami — menciono repentinamente, sacándome de mis pensamientos — no me tienes miedo, y parece que no tienes problemas con hacerme la vida difícil.

— No exageres. Es divertido vivir conmigo.

— Cuando no actúas como una bruja.

— ¡Pues tú tampoco eres un compañero de cuarto muy agradable, ¿Sabes?!

Death Note: The New World [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora