Death Note: The New World [Pausada]

Capitulo 15 "Punto de quiebre"

Había acordado irme a la universidad con Takada, así que fuí a su casa a esperarla... al parecer llegué temprano porque apenas estaba haciendo el desayuno.
A Takada no le gusta cocinar pero, con una madre que le deja todas las labores, era aprender a cocinar o morir de hambre.

Para pasar el tiempo decidí hacer galletas, la verdad era bastante sencillo, no sé por qué la gente siempre se mancha para esto.
Seguí las instrucciones y metí las galletas al horno, esperé de diez a doce minutos.

-— ¿Pusiste el ingrediente principal? — me preguntó Takada limpiándose las manos.

— ¿¡El ingrediente principal!? — ¿Qué me faltó? ¿Harina? Quizás medí mal una cantidad.

— Lied...— dijo Kiyomi riéndose — me refería al amor — ¿Amor? ¿Por eso casi pierdo la cabeza? — las cosas siempre quedan mejor cuando les pones amor.

No sé por qué, pero eso me sonó a algo que diría Misa.

— Creo que ya están listas, sácalas — señaló el horno.

El tiempo había pasado rápido, cuando menos me dí cuenta, las galletas ya estaban listas.
Takada me ayudó a decorarlas y las puso en una bolsa para regalar... el problema es que no sé a quien.
Le dí una a Kiyomi por ayudarme.

— ¡Las galletas están muy deliciosas, Lied! Eres muy talentosa en esto — creo que sí me quedaron bien, significa que estoy mejorando, gracias Misa — me pregunto en que otras cosas eres talentosa.

Se acercó a mí de forma extraña, casi como si estuviera acechando... si no fuera tan lista hasta creería que me estaba coqueteando.
Pero eso no es posible, es cierto que Takada es feminista...

¡Muy feminista!

¿Pero que lo sea a tal extremo que su inclinación sexual sea hacia las mujeres?

¡¡Qué locura!!

Creo que sólo es mi imaginación, tal vez sea la forma en la que Kiyomi me muestra su afecto como amiga... o hermana.

— ¡Ya deberíamos irnos, se nos está haciendo tarde! — respondí rápidamente.

— Cierto — cambió su expresión y forma de actuar.

Salimos de su casa y nos fuimos a la universidad.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

Ya era medio día, así que me dirigí a la cafetería con Takada, aún llevaba la bolsa con galletas.
Íbamos hablando de lo que queríamos hacer en el futuro: Kiyomi quería ser reportera y yo convertirme en la mejor detective del mundo.

— Eso es genial, Lied. Cuando te conviertas en la mejor detective del mundo y resuelvas grandes misterios me das la exclusiva a mí.

— Oye, pero eso es trampa, tú también tienes que investigar — nos reímos.

Me pregunto que pasaría si le presento a Misa a Kiyomi, ¿Se volverán amigas?... tal vez no sea buena idea.
Paseabamos por el patio cuando ví a Ryuzaki sentado de cuclillas en una banca leyendo un libro.

— Ah, ¡Hola Lied! ¿Cómo estás?

— ¿A ese lo conoces? — me preguntó Kiyomi con curiosidad — ¿Acaso las galletas eran para él?

— No, sólo es... un amigo. Kiyomi ¿No vemos después? Necesito un momento a solas con él.

— Oh, está bien.

Caminé hacia la banca en la que estaba Ryuzaki, ¿Por qué vino aquí?

— Ojalá no se haya molestado.