Uno

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01| Besos y cosas de caballeros.

Era verano cuando las dudas empezaron a comerse la cabeza de Darling. El calor era sofocante, habían pasado tan solo una o dos semanas desde el caótico evento que casi acaba con el mundo de los cuentos de hadas, habían pasado una o dos semanas desde que Apple fue envenenada.

La escuela retomó su esplendor más rápido de lo que se hubiese podido imaginar, y una vez con la reina malvada cautiva, todo parecía marchar bien.

Por los pasillos corría el rumor de que Daring no era el príncipe de Apple, puesto que este no pudo despertarla, pero lo que nadie contaba era cómo fue Darling quien la despertó, tan solo las pocas personas presentes en ese momento lo sabían, y parecía que nadie quería hablar al respecto.

Aunque nadie lo mencionaba, todos se cuestionaban quien la había despertado, porque si no fue el chico rubio, entonces ¿Quién fue?, Apple no parecía estar consciente de esto en aquel momento, sabía que no fue Daring, pero temía preguntar quién si no él.

Darling por su parte, tenía muchos pensamientos conforme a ese «beso», entró en pánico, no sabía qué hacer y lo único que se le ocurrió fue hacer un vano intento de RCP al ver como Apple temblaba, fue un movimiento más bien brusco, pero en el momento en que sus labios se tocaron, ella mágicamente despertó, y aunque no quisiera pensar en ello, Darling sabía que aquello sólo significaba una cosa.

«Quería ser como un príncipe, pero ¿el príncipe azul de Blancanieves?» era un pensamiento que invadía su mente a cada momento, se hubiese visto cosa igual, no sólo que un príncipe fuera mujer, si no que EL PRÍNCIPE de Blancanieves fuera mujer, sin duda sería un escándalo que pondría de cabeza a todo el mundo.

Reposó su cabeza sobre su banca y suspiró de una manera más sonora de lo que le hubiese gustado.

—¡Señorita Charming! —Un grito la sacó de sus pensamientos—. Espero que esté poniendo atención.

—Sí, claro que sí, profesor Rumpelstiltskin. —se apresuró a decir con una ancha sonrisa mientras obtenía una mirada desaprobatoria de parte de su profesor.

Continuó el resto de la clase mirando por la ventana, lo último que podía hacer era concentrarse.

Cuando por fin sonó la campana, recogió sus cuadernos, los cuales no tenían ni una sola nota y se levantó de su asiento.

—Hey, ¿todo bien, Darling? —Cerise se acercó a ella, al parecer era muy notoria su reciente falta de concentración.

—Sí, sí, todo bien, sólo estoy algo cansada, no dormí bien anoche. —y era verdad, no había dormir bien los últimos días, pero no se debía precisamente a eso su falta de atención.

—De acuerdo... Sabes que puedes decirme si algo pasa ¿no es así? —la morena arqueó una ceja, eran amigas y sabía que claramente algo no andaba bien.

—Desde luego, no es nada, créeme—acomodó uno de sus mechones rubios detrás de su oreja y le dedicó una sonrisa.

Ambas chicas siguieron charlando y salieron del salón de clases rumbo a la cafetería.

A la distancia pudieron observar la hermosa figura de una chica rubia rodeada de un montón de chicos, era Apple White, que sin duda se veía tan hermosa como cualquier otro día, y eso era algo que nadie podía negar.

Darling observó a su compañera de clases por unos segundos, para luego apartar la mirada y seguir caminando, cosa que su amiga Cerise no pasó desapercibida.

—Apple siempre está rodeada de chicos ¿no crees? debe de ser molesto... —farfulló la castaña.

—Supongo, aunque no parece molestarle. —pese a ser relativamente popular debido a su linaje y sobre todo su controversial revelación como caballero, Darling prefería no llamar la atención, nunca había sido el tipo de persona que disfrutaba estar rodeada de gente, pero le parecía admirable como Apple controlaba a las masas, era sin duda una líder nata, cosa que no podía decir de sí misma.

En cierto momento los ojos de Apple se posaron sobre Darling, y mientras sus miradas chocaban, la primera levantó su mano en el aire diligentemente para saludar a su amiga a la distancia, Darling se quedó paralizada un segundo y luego le devolvió el gesto, provocando una sonrisa en la rubia.

Después de su repentino encuentro, siguieron su camino a la cafetería, y se sentaron juntas en una mesa alejada. Normalmente Darling se sentaba sola, incluso lejos de sus hermanos mayores, pero estar con alguien que disfrutaba la compañía tan poco como ella era satisfactorio, hace un tiempo ya que se había hecho muy amiga de Cerise Hood, y su compañía era bastante agradable.

—Hace un calor infernal, ¿no crees? —Darling decidió ser más activa en la conversación, tal vez así dejaría de pensar tanto.

—Bueno, el verano suele ponerse muy intenso en Ever After High, es una lástima que no haya pasado nada interesante los últimos días.

—Bueno, Blondie no ha traído ninguna noticia nueva, pero supongo que de alguna manera eso es bueno ¿no?, me gusta la acción, pero prefiero que las cosas estén en calma.

—Creo que tienes razón, su último chisme fue sobre la ruptura de Apple y Daring, pero supongo que ya te enteraste de eso, toda la escuela está hablando de ello, además, bueno, él es tu hermano.

Un escalofrío recorrió su espalda, claro que se había enterado, era uno de sus pensamientos más recurrentes últimamente.

—Ellos ni siquiera salían —dijo, de una manera más seca de lo que sonó en su propia mente—. Es decir, sólo estaban juntos porque fue los que nuestros padres siempre quisieron, ellos no eran pareja, Daring salía con cualquier chica que le diera la gana.

Un pequeño sonrojo inundó las mejillas de la morena ante esto último. Darling por su parte, rogaba internamente para que su amiga no tocara el tema del beso que despertó a Apple.

—Espera, ¿entonces tus padres querían una relación entre ellos?

—Podría decirse que sí, no es como que los obligaran a nada, pero ya sabes, son Royals, quieren hacer todo lo que sus padres les dicen. —hizo una pequeña pausa y arrugó la nariz—. Mi madre nos presentó a Apple cuando éramos muy pequeños, probablemente tendríamos unos cinco o seis años en ese entonces, ella estaba acompañada de su madre, Snow, nos organizaron una especie de cita de juegos, más que nada para Daring y ella, pasó muchas veces más, pero dejaron de hacerlo cuando teníamos unos once, por el entrenamiento para princesas.

—¿Entrenamiento... para princesas?

—Oh, sí, ya sabes, caminar recta, bailar, canto, clases particulares, es algo bastante común en la mayoría de las familias nobles cuando sus hijas empiezan la pubertad.

—Vaya, no lo tomes a mal, pero eso suena como una pesadilla para mí. —exclamó para después darle una mordida a su trozo de carne.

—Descuida, a mí tampoco me gustaba, desde pequeña mi madre me prohibía jugar con los niños a ser un caballero, pero cuando llegué a esa edad fue aún más estricta, no es algo que haya disfrutado precisamente.

—Me lo imagino... Dejando eso de lado... ¿eso quiere decir que Apple y tú se conocen desde niñas?, jamás las he visto hablando.

—Bueno, sí y no, nos conocemos, claro, nuestras familias son muy amigas e incluso ahora... quiero decir... hasta hace poco, la veía frecuentemente cuando iba a cenar a casa con Daring en las vacaciones, pero realmente nunca hemos sido... Cercanas, es más una relación política.

—Ya veo... —Cerise, quien no parecía entender del todo las cuestiones de los nobles, se veía algo confundida.

Unos minutos después sonó la campana una vez más, esta vez anunciando que era hora de volver a clases.

El día transcurrió tal y como lo habían hecho los últimos anteriores a este, con Darling sin prestar ni un poco de atención a sus clases y con la mente en otro mundo.

Cuando finalmente llegó la hora de ir a su dormitorio, esta se tumbó en la cama, tenía la esperanza de dormir un poco mejor, por lo menos una sola noche. Rosabella aún no llegaba, pero estaba segura de que no tardaría mucho.

Estaba harta de pensar en lo mismo una y otra vez, soloquería descansar, que el recuerdo de Apple despertando abandonara su mente,pero por más que lo intentaba no podía; se tapó la cabeza con una almohada yfinalmente se quedó dormida.

Modificaciones:
2022-12-14: Correcciones ortográficas menores.

2022-12-22: Correcciones ortográficas menores.

2023-04-09: Corrección general del capítulo.

I may not be a prince | DarppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora