Un Amor Invisible - Capítulo 9

90 8 4
                                    

CAPÍTULO 9:

Estaba tan preocupada de ir a la escuela después de lo que me contó mi madre, aunque a los chicos que me habían hecho eso los echaron de la escuela. Estaba preocupada por no sé tal vez, volvían a la salida del colegio, y me volverían a hacer lo mismo o quizás otros chicos diferentes a ellos, me hagan lo mismo de vuelta, pero por lo que también estaba preocupada es por todo lo que pasó cuando estaba en coma, parecía tan real… pero no lo era. Extrañaba tanto a Manuel, aunque sabía que el verdadero Manuel era más grande que yo, al igual que en aquel sueño, pero sólo que el verdadero nunca iba a estar conmigo. Hacía como tres años que me gustaba el mismo chico pero nunca me había resignado y me había fijado en otro además de él.

Extrañaba que él me tome de la mano, que me escuché, que me diga “hermosa”, “preciosa” y todas esas palabras que tanto me gustaban, extrañaba ir a su casa, ir a la cafetería, el parque, que me diga te amo, te quiero, que era irremplazable, que era importante para él, extrañaba ponerme celosa de Catalina, que ese último día corra detrás de mí, gritando mi nombre, pero lo que más extrañaba eran sus besos, el beso que me dio, ese primer y último beso, ese hermoso e inexplicable beso, el mejor de toda mi vida definitivamente.

Pero lamentablemente esa no era la realidad, la realidad era que él nunca me miraba, nunca me iba a mirar aunque sea como su amiga, yo sabía que yo le podía dar todo el amor que podía imaginar, y que él quería pero él no, él no quería, él quería a alguien de su edad, él no quería una simple chica, él quería una hermosa chica, flaca, tal vez rubia o quizás morocha, que se vista bien, y como todo chico pide una chica “perfecta”, pero nunca la va a encontrar, nadie es perfecto, la vida tampoco es perfecta, hay cosas nuevas y cosas malas. Todo lo que pasa, pasa por algo, tal vez, nosotros no estábamos destinados a estar juntos al igual que en mi sueño. Hasta en un simple sueño nada es perfecto, tal vez, Catalina terminó casándose con Manuel y yo como dama de honor.

El punto es que Manuel fue sólo un sueño, capaz en algún futuro me pase algo con alguien como Manuel pero en la realidad, no en un sueño, la verdad que lo extrañaba demasiado pero él, el chico que o quería que fuese verdad era producto de un estado de coma, un sueño que ojalá fuese realidad pero no lo era.

La verdad no entendía por qué me pasaba todo eso a mí, pero después entendí que no sería como soy ahora, la vida es justo como nosotros queremos que sea, yo por ejemplo cuando estoy en rehabilitación podía tirarme al piso y quedarme allí y no avanzar cada día, o pararme y caminar hasta llegar al lugar que quería estar… y para llegar, hasta ese lugar tenía que equivocarme, fallar pero nunca rendirme y dar todo de mí, todo lo que tengo y puedo. Por algo estoy viva es para darlo todo, dar lo mejor de mí, para capaz alegrarle o no la vida a alguien, para ayudar a los demás, para disfrutarla… y aprender en cada momento.

“No te desgastes en personas que no te valoran, vive TU vida, deja atrás lo que te hizo mal y recuerda todo lo bueno; no hagas lo que los demás quieren; amate a vos misma a pesar de todo. Ten fe en ti y no  esperes demasiado de nadie. Valórate, ámate, y haz lo que quieras con tu vida, porque nadie puede decirte qué cosas sí o no puedes hacer…”

Un Amor InvisibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora