Capítulo 11

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— Y así descubrí que dos por dos es lo mismo que dos más dos —sonrió el pequeño rubio terminando de contar la historia a su mejor amigo.

Foxy asintió comprendiendo y también le sonrío— Yo lo descubrí al revés, dos más dos es lo mismo que dos por dos —explicó el niño. Golden parecía brillar de la felicidad, y Foxy no dudaba que él tenía la misma cara.

— ¡Señor Foxy!

— ¡NO TENGO PATATAS! —exclamó Foxy despegando la cabeza del puesto y observando confundido a su profesora.

No se demoró mucho en deducir que se había dormido en medio de la clase. No solo eso, había soñado con su pasado de nuevo. Maldito Golden. Hablando del rubio... Mientras su profesora le daba un gran regaño, el pelirrojo desvió su mirada a Golden.

Encontró que el rubio lo estaba viendo. Foxy frunció su ceño lo más que pudo y trato de pasarle todo el odio que sentía.

Golden pareció recibir el mensaje porque dejo de verlo y se puso a hablar con Freddy, que estaba al lado suyo. Foxy suspiró más tranquilo. Ahora que lo pensaba, si él tenía esos recuerdos horribles. ¿Golden también?

¿Y Golden lo recordaba o no? ¿Y si lo hacía porque nunca se le acercó a hablarle?

Maldijo en voz baja. Justo a tiempo para escuchar el castigo que le asignaba la maestra. —El trabajo es en equipos de 3, equipos que yo elijo. El suyo, señor Foxy, es con Golden y Freddy.

Si, eso era un castigo muy cruel. ¡No iba a ir con esos! ¡Freddy le quitó su primer beso y Golden había hechizado su corazón! ¡Sería incómodo estar con ellos!

— Creo que prefiero hacerlo solo... —murmuró Foxy viendo a su maestra. Ella le sonrió malvadamente (así lo vio Foxy) y le dio empujones hacía sus compañeros de grupo.

Y Foxy que acababa de escapar ese receso de darle cualquier explicación a Golden. Se sentó en una silla cerca a ellos y la arrastro para quedar al lado de Freddy. Entre esos dos, prefería al castaño que habla solo frente a la rubia oxigenada. Vio que ellos tenían el cuaderno afuera, así que el saco el suyo y lo dejo en la mesa.  Hizo todo eso sin dejar de fruncirle el ceño con odio puro a Golden.

Si pensaba que lo odiaba al final sería verdad y todo genial.

— ¿Y de que es el proyecto? —preguntó Foxy viendo a Freddy, realmente tratando de ignorar que Golden le dirigía una mirada demasiado intensa.

— Debemos hacer una maqueta dónde expliquemos la revolución francesa —Foxy asintió realmente sin entender. ¿Qué pasaba con Golden? Si seguía dándole esa mirada terminaría muriéndose.— Así que hoy solo vamos a revisar nuestros apuntes y decidir que hacer en la maqueta.

— Freddy y yo creemos que —Golden comenzó a hablar, lo que sea que haya dicho después quedó en el olvido porque Foxy solo pudo pensar en lo hermosa que era su voz.

Sin previo aviso, Foxy se golpeó la frente con la palma de su mano, lo suficientemente fuerte cómo para que los grupos de alrededor lo observaran.

— ¿Entonces si... podemos? —preguntó Freddy casi nervioso.

El pelirrojo no sabía de qué hablaban, pero no quería decirles que no escuchó a Golden porque entonces le preguntarían en que andaba pensando. Tal vez no hicieran eso, pero Foxy tendría la necesidad de crear una excusa barata sin que se lo pidan.

Decidió que lo más inteligente era decir: — Hagan lo que quieran.

Fue en cámara lenta, que vio como Freddy le sonreía a Golden y el rubio acercaba su mano a su preciado cuaderno. Cuaderno dónde estaba seguro tenía muchas esquinas llenas con el nombre de Golden rodeado de corazones y rayones. Golpeó la mano de Golden lejos y sintió la necesidad de disculparse y de no lavarse la mano con la que lo tocó. ¡Lo tocó!

— Pero a ese rubio no lo dejaré tocar mis cosas —dijo Foxy. Ahora entendía que habían creído que cómo el estaba al frente tenía más información. Golden le vio y le dio una sonrisa tranquila.

No no no no no no. Tonto Golden. Estúpido y sensual Golden. ¡Si le sonreía así él no podía odiarlo!

Foxy evitó la mirada de Golden aunque sabía que sus mejillas ya tenían algo de color. También ignoró a Freddy y tan solo se hizo bolita en su lugar y miro sus apuntes de forma que evitaba que alguien lo viera.

Si, tenía copiado todo lo que la profesora había dicho, igual que la palabra "Golden" decorada con corazones en las esquinas. Foxy, tan inteligente cómo era, arrancó cada una de esas esquinas y se las llevó a la boca. Si se lo comía nadie nunca tendría pruebas de que escribía el nombre de Golden.

Cambio de página hacia donde empezaba la revolución en sus apuntes y le dió el cuaderno a Freddy. Aún tenía en la boca los pedacitos de papel. Los comió lentamente, el papel era asqueroso pero era un buen precio para que nadie nunca supiera que quería a Golden.

Él podía aceptar que lo quería, no solo eso, lo amaba. Pero no aceptaría que esos sentimientos no eran sólo alguna clase de fase y que pronto lo olvidaría. Y si lo iba a olvidar. Mejor que nadie supiera nada, y cuando lo olvidará nadie sabría sobre ess extraña época suya.

— Foxy. —el nombrado sintió algo en su mano. Cuando la vio, notó que estaba siendo tomada por la suave mano de Golden. ¿Cómo podía tener la mano tan suave?

— ¿Qué quieres oxigenado? —gruñó fingiendo molestia, no se molestó en quitar la mano porque le gustaba tenerlo cerca. Pensar en eso hizo que quitara la mano de un golpe, no no. No le gustaba tenerlo cerca, odiaba tenerlo cerca, odiaba a Golden y oh mira...

Nunca había visto tan de cerca los ojos grises del rubio, incluso brillaban y...

— Vamos a hacer la maqueta en mi casa. ¿No es mucha molestia?

Y ahora iría a la casa que seguro era un castillo.

— No, para nada. Pero más te vale no presumir tus malditos juguetes de niño rico.

— No lo haría.

Golden se fue y Foxy pudo respirar tranquilamente. Odiaba todo y a todos.

También salió del salón acariciando su mano, Golden lo había tocado y lo estaba invitando a su casa.

No sabía que sentir sobre eso.















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*-Angie y Sopa-*

Recordandote (golxy) Where stories live. Discover now