Recordandote (golxy)

Capitulo 12

Gracias a Bonnette23 por seguir votando en está historia uwu

El rubio sollozó, limpiando sus lágrimas con sus manos y tratando de detener su llanto.

Foxy lo miraba con odio.

— ¡Y-yo! ¡D-de ve-verdad lo si-en-nto! —tartamudeaba el niño mientras seguía llorando, Foxy estaba enfrente suyo, con una mirada sería.

— No te disculpes. Igual tampoco quería ser tu amigo —dijo el pelirrojo dándole la espalda.

Foxy estaba frente a la gran mansión de Golden, estaba seguro que un castillo era más pequeño que la entrada al hogar. Todo se veía tan sofisticado que ya podía imaginarse a Golden alardeando de su dinero.

Agitó su cabeza cuando la extraña imagen del niño rubio llorando apareció en su cabeza. ¿Por qué seguía pensando en eso? Tampoco sabía porque había estado llorando. Todo era tan extraño.

— ¿Si? —Foxy parpadeó confuso por la voz magica que venía de ninguna parte

— Yo... —se tardó en darse cuenta que había tocado el timbre y que la voz venía de un parlante— Soy Foxy, compañero de Golden. Vengo para hacer el trabajo.

Hubo silencio y luego un sonido como de "Ding!" que encendió una luz verde y las grandes puertas comenzaron a abrirse.

Eso no era un castillo, ni una mansión. ¿Qué era mejor que esos dos? La casa de Golden era gigantesca. O tal vez Foxy había vivido demasiado tiempo en el basurero de su casa.

— Sigame señor. —mayordomos. ¡El rubio oxigenado tenía mayordomos! No podía ser cierto.

Caminaron por pasillos, demasiados que parecía un laberinto. Foxy no pudo memorizar todo el recorrido, izquierda, derecha, derecha, escaleras, pasaron por una salita con television, izquierda, girar en la esquina y muchas vueltas más.

La habitación de Golden era... Hermosa, simple y elegante, seguramente el estilo del niño rico.

— Joven Golden, su otro amigo ya llegó —Foxy había olvidado que Freddy también iba, así que se sorprendió cuando vio al castaño recostado en la cama de Golden.

Más que sorprendido estaba celoso y enojado, ¿Por qué Freddy estaba tomándose el lujo de tocar las cosas de Golden?

— ¡Foxy! —fue recibido por un caluroso apretón de manos, demasiado formal e incómodo, el mayordomo se fue y Foxy pudo notar que la sonrisa totalmente forzada de Golden se iba de su cara y daba lugar a una expresión de tranquilidad.

Sus manos seguían juntas. El pelirrojo le soltó la mano bruscamente y de inmediato quiso volver a tomarla. Su mano era cálida y ahora tenerlo lejos se sentía extraño.

— ¿Entonces vamos a comenzar con el proyecto o no?

— Si, claro. Lo que sea.

— Siéntete cómo en casa.

Foxy asintió pero no se movió de su lugar. Estaba en la casa del chico que le gusta. ¿Qué debería hacer?

— ¡Pum! Jajaja —rió alegremente el de ojos amarillos. — ¡Mira! ¡Salí del closet! ¡Con una patada!

— ¡No hagas eso Fox! Podría ser peligroso.

— ¿Y ahora porque miércoles lo recuerdo? —gruñó Foxy, ganando la atención de Golden y Freddy. Les miró mal y se cruzó de brazos. — A ustedes no les importa.

Golden murmuró algo, Foxy escuchó "A mi sí" pero eso no era posible. De cualquier manera lo ignorará, como siempre lo hacía. El rubio oxigenado se tiro a la cama al lado del castaño y sacó un cuaderno y un lápiz de alguna parte.

— ¿Ideas, Freddy?

— Estaba pensando que quizás podriamos empezar con algo así —Freddy empezó a decir, explicando sus ideas sobre el proyecto y de vez en cuando interrumpiendose a si mismo con "cállate" "eso es ridículo" y cosas similares, lo murmuraba en voz baja pero igual Foxy podía escucharlo.

Freddy era raro.

— ¿Y tú qué piensas Foxy? —sonrió el castaño de ojos azules al zorro.

— Eres un rarito, pero no son malas ideas —dijo el pelirrojo viendo a Freddy, aun no se movía de su lugar. ¿Qué le pasaba? Solo debía acercarse a los dos chicos y...

Golden le hizo una seña con la mano, cómo invitándolo a recostarse junto a ellos en la cama que de hecho era demasiado grande y se veía muy lujosa.

Dio un paso inseguro hacia ellos, sabiendo que tenía la cara roja por saber que era Golden quien lo había invitado a su cama. Se acostó en el espacio libre que quedaba, es decir, al lado de Golden.

Era una cama muy suave y cómoda, Foxy cerro los ojos, y por alguna magia extraña sintió que alguien le tomaba de la mano.