Ruta Leandra [Moonlight Lovers]

🖤#2❤️

—Te tengo noticias— Me dijo Beliath cerrando la puerta de mi habitación una vez que Leandra e Ethan se fueron.

—¿La visita de Leandra va a durar menos tiempo?— Pregunté con una sonrisa esperanzadora.

—Ojalá— Suspiró el pelinegro sentándose a las orillas de la cama para verme —En una semana voy a hacer una fiesta en la mansión.

—¡Qué bien! ¿Cuándo fue la última vez que hiciste una?

—Ya no lo recuerdo, creo que el mes pasado... Los chicos y yo ya lo necesitamos— Arqueé una ceja cruzándome de brazos, sé lo mucho que mi vampiro se emociona con la buena música y las bebidas —Obviamente voy a estar con mi chica— Pronunció con una sonrisa acariciando mi mejilla con dulzura logrando sacarme una pequeña sonrisa.

—Bueno, puedes hacer tu fiesta sin problemas... ¿Leandra va a estar?— Volví a arquear una ceja.

—Desgraciadamente sí— Soltó un bufido desviando la mirada.

—¿Pero no resultará un peligro para los invitados? Se supone que ella puede matar a sus víctimas...

—Lo sé, pero no te preocupes, ella no mataría a nadie, si lo hace, nos pondría a todos en peligro, incluyéndola, no hará nada si sabe lo que le conviene.

—Pero...

—Eloise, no te preocupes tanto por eso, quien debería de estar nervioso soy yo, tú sólo relájate, quiero que disfrutes de esa noche— Dijo para acercarse y dejar un beso en mi frente que hizo que mis mejillas se ruborizaran un poco.

Solo me quedó asentir, después de hablar un poco más, Beliath se fue de mi habitación para que pudiese arreglarme.

...Dos días después...

Estaba buscando en mi tableta más información acerca de los súcubos, pero no encontraba nada que no sea lo mismo que sale en unas diez páginas diferentes.

—Oye Eloise— La puerta se abrió a mis espaldas sobresaltándome, ahí estaba Ethan —¿Estás ocupada con la tableta?

—No, ¿Por qué?

—Se puede decir que estoy aburrido, ¿Me la prestas?— Asentí asegurándome de borrar las páginas por las cuales investigaba.

—¿Ya te cansaste de intentar ligarte a Leandra?— Pregunté con una sonrisa ladina entregándole el dispositivo.

—Ella solo se está haciendo la difícil, pero ella terminará cayendo a mis pies, solo es cuestión de tiempo— Respondió con mucho orgullo, preferí no decir nada para que se fuera, cosa que funcionó, solté un suspiro de agotamiento para salir de mi habitación e ir a la biblioteca por una nueva fuente de información.

Tampoco es que internet me cuente mucho sobre los súcubos, el tema me parecía muy interesante, y aparte, si quería estar al menos un poco a salvo de Leandra, debía de estar informada de a que me enfrento.

Busqué en la biblioteca, en la sección de los libros de mis padres, y curiosamente me encontré con una investigación de ellos sobre los súcubos.

Sin dudarlo lo tomé y me dirigí a mi lugar favorito para leer, el jardín, al estar ahí mi cuerpo fue delicadamente golpeado por el viento helado de la noche, adoraba esa sensación cada vez que venía al jardín a leer.

Llevaba un rato intentando leer, digo intentando porque por extrañas, o no tan extrañas razones, no puedo concentrarme en leer tranquilamente el libro que tenía en manos, a mi mente siempre llegaba Leandra, esa sonrisa irónica que siempre carga, esos ojos verdes brillantes, su voz, el tono coqueto que siempre usa, esos apodos.