🖤#9❤️

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Abrí mis ojos poco a poco, podía ver los rayos del sol sobresalir por los costados de las cortinas, se podía decir que era alrededor de las once de la mañana, con gran pesar me estiré en mí cama y después me senté restregando mi rostro con mis puños.

Fue casi imposible dormir del todo, aun sentía la preocupación de lo que pudiese pasar, abrí las cortinas y la luz del día me cegó por unos momentos hasta que pude abrir la puerta que me daba paso hacia mi balcón.

Me apoyé en los barandales soltando un suspiro, me preguntaba cuando iba a acabar todo esto, si al menos había una posibilidad de que todos saliéramos vivos de esta, estuve presente en más de cinco reuniones esta semana para idear un plan, pero nada salía, todas las ideas que teníamos acababa en tragedia.

Incluso Leandra, quien tenía un poco más de información sobre su madre, no sabía qué hacer, no tenía puntos débiles, su método de pelea varía demasiado haciéndola impredecible.

Alcé la mirada hacia el bosque que rodeaba la mansión y mis ojos se abrieron de par en par al ver a la madre de Leandra sentada en la rama de un árbol con una sonrisa coqueta y mirándome como un depredador miraba a su presa antes de atacarla.

Leandra tenía razón, ella iba a quedarse esperando al mayor descuido de nuestra parte para atacarnos, y como ella de seguro no necesita dormir... Las cosas se complican aún más...

Sentí cómo una mano pasaba por mí cintura repentinamente, me di la vuelta asustada, pero al intentar alejarme de quien sea que estaba detrás de mí, terminé pegándome al barandas con mucha fuerza haciendo que cayera de espaldas por fuera de este.

Sentía que me agarraban por la cintura y de mi muslo con fuerza para subirme de nuevo al balcón y sentarme en el suelo de este con la mano encima del lugar donde iba mi corazón, casi me da un infarto.

—¡Eloise tranquila!— Alcé la mirada para encontrarme con la mirada preocupada de Leandra, solté un suspiro de alivio para levantarme.

—Lo siento, pensé que eras ella...

—Ella no puede atravesar el domo, todo está bien, estás a salvo.

—Lo sé... Pero... Ella está afuera, llevamos ya una semana en esto, no podremos resistir así, tenemos que acabar con ella— Dije sintiendo como la rabia recorría mi cuerpo.

Una semana pasó desde que Aaron colocó la sal alrededor de la mansión, una semana que estamos en esto, una semana sin poder salir con completa libertad, el moreno hacía guardia de noche y Leandra hacía guardia de día, a veces la súcubo montaba guardia de noche cuando Aaron estaba muy agotado, y yo le hacía compañía.

—Lo sé— Suspiró pasando sus manos por su rostro —A mí tampoco me gusta esto, a cada segundo que pasa ella podría estar volviéndose más fuerte y no la vemos.

—Sí, lo sé— Respondí desanimada acercándome a la pelinegra para que ella me envolverá en sus cálidos brazos, "Todo problema tiene solución", pero pareciera que este no.

Al menos algo bueno salía de esto, por más pequeño que fuera, Leandra y yo pudimos conocernos un poco más, no del modo en que queríamos, ya que queríamos salir a alguna parte para tener más privacidad con nuestras conversaciones, nunca se sabe quién podría estar por detrás de la puerta pasando de casualidad.

—Pero... Te tengo buenas noticias— Comentó con una sonrisa haciendo que alzara mi mirada hacia sus ojos verdes.

—¿Ah sí? ¿Cuales?

—Primero vamos a adentro— Su rostro se ensombreció cuando miro al frente para separarnos, tras eso entramos nuevamente a mí habitación bajo la atenta mirada de Asmodea, quien bajó de la rama de un salto —Me tiene cansada esa mujer— Bufó la de ojos verdes cerrando la puerta de cristal junto con las cortinas.

Ruta Leandra [Moonlight Lovers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora