🖤#8❤️

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—¡Ethan!— Grité a todo pulmón mientras le daba fuertes golpes a la puerta para que los vampiros me escucharan —¡Abran la maldita puerta!— Debería preguntarme si quiera me estaban escuchando, ¡Pero claro que me escuchaban!, sobre todo Rafael y Aaron, pero se estaban haciendo los sordos —¡Están cometiendo un grave error!— Volví a gritar con todas mis fuerzas sintiendo como mi garganta se empezaba a desgarrar de tantos gritos.

La noche no ha empezado muy bien... Más bien, nada bien, yo estaba recostada en el pecho de Leandra con su aroma que llegaba a mis fosas nasales, me calmaba, me relajaba, me sentía feliz de tenerla a mi lado.

Me apegaba aún más a ella como pude aun somnolienta queriendo envolverla con mis brazos, quería protegerla.

Pero de repente lo chicos llegaron y me arrebataron de sus brazos por la fuerza aprovechando que estaba medio dormida, me encerraron en mi habitación para no interrumpir, y a palabras de Vladimir, "para no ver lo que estaba a punto de pasar".

O en otras palabras, la sangre que se iba a correr.

Poco a poco estaba cayendo en la desesperación, necesitaba salir pronto para evitar que ejecutaran a Leandra, ¿Pero cómo? Y si lograra salir, ¿Cómo voy a detener eso? ¿Qué iba a decirles? No confían en mi juicio, cualquier cosa que les diga no iba a valer de nada...

Me senté en la cama rendida sintiendo más lágrimas salir de mis ojos, no quería perder a Leandra, si los chicos la mataban... Aún quedaría la madre de los mellizos, ella va detrás de mí, con o sin la súcubo, estaba en peligro.

Un pequeño toqueteo en la ventana de mi habitación llamó mi atención, volteé a ver rápidamente y apenas pude visualizar una mujer de cabellera roja y unas alas enormes de murciélago que desaparecían junto con una pequeña risa maliciosa.

Mi corazón golpeó fuertemente mi pecho haciendo que me doliera, mi piel se congeló, no podía moverme aunque quisiera, esa silueta ya la había visto, a noche, en la biblioteca junto a la pelinegra.

Con la cobardía invadiéndome, me acerqué a la ventana para ver mejor, pero no había nada, al abrir la puerta de cristal de par en par me asomé al balcón, pero aun así no había nada, creía que tal vez era tanto el miedo que albergaba mi cuerpo que mi mente me hizo imaginarme cosas.

Al apoyarme por el barandal mientras soltaba un bufido, una idea, muy estúpida, se me cruzó por la cabeza, pero era lo único que se me ocurría en esos momentos.

Me di prisa para tomar las sábanas de mi cama y atarlas unas a otras para hacer una soga, mi cuerpo temblaba por lo que podía pasar, he visto suficientes películas con las chicas como para saber que si intentaba esto, terminaría lastimándome, o peor, matándome.

Pero no me importaba nada, por mi mente solo se cruzaba la idea de detener la ejecución de Leandra, sea como sea.

Al terminar con la soga improvisada, até un extremo a la pata de la cama y pasé el otro extremo por el balcón, me asomé por este una última vez para empezar a bajar con cuidado, era muy alto para estar en un segundo piso, solo espero que sea lo suficientemente largo y resistente.

Se me era dificultoso poder sostenerme, mis poderes de cáliz ya no estaban, la fuerza que tenía antes me había abandonado, cuando mis rodillas no sintieron más tela por la cual agarrarse, miré abajo asustada, ¡No había más soga con la cual bajar!

¡Era muy corta! No llegaba al suelo, ya era demasiado tarde, si saltaba desde aquí lo más probable es que terminara matándome, pero no podía subir más, la fuerza había abandonado mis brazos. ¿Qué hago?

Todo pasó muy rápido ante mis ojos, lo único que sentí en esos momentos fue un fuerte dolor recorrer todo mi cuerpo y posarse solo en mi hombro, era insoportable, me quedé recostada en el suelo por un rato.

Ruta Leandra [Moonlight Lovers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora