Algo dulce (+18)

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La noche anterior le pedí otra segunda cita hoy y ella acepto. Tiene que ser igual de espectacular, pero no sabía que hacer, había hablado con Julián al respecto y él me dijo que la llevara a una cafetería.

Regina salió temprano del trabajo, pero yo saldría hasta las 7, ella me dijo que no había problema, pero no tendría tanto tiempo para arreglarme y para buscar el lugar. Ella me dijo que no me preocupara, pero de todas maneras lo hacía.

El tiempo pasó rápido pensando en eso y cuando menos acordaba ya era hora de salir.

Fui al depa y me bañé, me puse una camisa, colonia y fui a casa de Regina.

Cuando abrió la puerta estaba hermosa, un vestido verde esmeralda precioso, cabello suelto y los labios color rubí.

- Hola buenas noches

- Hola ¿Te pasas?

- ¿No quieres ir al café Re?

- Estaba pensando en otra cosa de la que tengo ganas desde hace tiempo

Me senté en el sofá a esperarla e intentar entender lo que me decía, ella había ido a su habitación.

- ¿Entonces se te antoja un vino?

- No, es algo más dulce

¿Dulce?

- ¿Quiere helado?

Unos segundos después sentí unos brazos pasar de mi espalda a mi pecho.

-Te quiero a ti

Me susurra Regina al oído y comienza a besar mi cuello, para después pasarse para en frente de mí. Ahora traía puesto un conjunto de lencería rojo cenizo, que me hizo abrir más los ojos.

-¿Te gusta? Yo lo prefiero en el suelo

Intento sonar sexi, pero se notaba que estaba nerviosa.

- No, no... Aún no

Me paré para detenerla.

- No tenemos prisa ¿ O si?

Le dije besándola, un beso suave, delicado...

-Dulce

Sonreí cuando ella lo dijo. La seguí besando y pasé mis manos por su espalda. Mis labios pasaron a su cuello y como quería que ambos estuviéramos en las mismas condiciones me fui desabotonando la camisa, Regina me ayudo sin que despegáramos nuestros labios.

Me estaba quitando la camisa cuando ella puso sus manos en mis pantalones para desabotonarlos y me bajo el cierre lentamente, yo me estaba excitando con rapidez, pero quería que esto durara lo más posible para ella.

Ella se separo para mirarme y se ruborizo un poco.

-¿Era lo que esperabas?

-Es mejor

Me volvió a besar yo la pegué más a mi, ella paso sus manos por mi pecho, mi lengua rozo sus labios en busca de su lengua, cuando la encontró sentí como mi erección aumentaba y por el movimiento  de cintura que hizo Regina parecía que ella también lo había sentido.

Mis manos llegaron al fin a sus hombros solamente para bajarle lentamente los tirantes y luego desabrocharle el sostén.

Lentamente Regina me había estado recorriendo hasta llegar al sofá, me empujo para que me sentará y allí pude ver  sus pechos, eran algo que ni en mis sueños más húmedos hubiera soñado, se sentó con las piernas abiertas sobre mí haciendo que lo único que separaba mi miembro de ella fuera nuestra ropa interior.

Le besé el cuello dejando besos camino a sus pechos, ella se hizo para atrás dejándome espacio para continuar hasta llegar a sus pezones, antes de comenzar a lamerlos los besé, escuchar unos pequeños gemidos de su boca me hizo ir más rápido. Toqué uno de sus pechos y comencé a masajearlo y después el otro pecho, mis labios se fueron a su esternón.

Una de mis manos fue bajando hasta su vulva, comencé a tocarla sobre la ropa hasta que ella metió mi mano en sus bragas. En ese momento toque su clítoris y comencé a hacer circulos con él.

-¡Ah Robin!

-¿Te gusta?

Ella no me respondió, pero sus gemidos se volvían más altos. Mi ritmo iba acelerando, y aprovechando el momento introduje uno de mis dedos en ella, ella empezó a hacer movimientos con su cadera, la mano que tenía libre paso a su espalda, para darle confianza de moverse, ella cerró los ojos, pero yo veía como disfrutaba.

-¡Robin!

Dijo abriendo los ojos

-¿Todo bien?

-Te quiero a TI dentro mío

Empezó a bajarme los calzoncillos y se paró para que yo le quitara sus bragas. El rocé de mi miembro en su vulva era una sensación indescriptible.

-¿Eso lo provoqué yo?

-¿Lo dudas? Claro que fuiste tu

Dije besándola

Al momento de volverse a sentar me introduje en ella, ella cerro los ojos y empezó a mover sus caderas. En unos minutos esos movimientos ya no fueron suficientes para mi, así que la recosté en el sofá y empecé a penetrarla, primero lentamente y después con más rapidez.

-¡Ah Regina!

La tome de la cadera para sincronizar nuestros movimientos, sus gemidos fuertes y constantes eran música para mis oídos. Ella y yo terminamos al mismo tiempo, lo cual es un poco extraño entre parejas o por lo menos las que yo conocía.

Saqué mi miembro de ella, pero no me separé y seguí besándola, rozando mi miembro en ella.

-Estás jugando con fuego Robin

-¿Crees que no voy a poder darte otro orgasmo?

-Creo que uno es suficiente para nuestra primera vez

-Pero yo no te quiero solamente para una vez y ya

Mi erección volvió.

-Eso ya lo veo

Mis labios atacaron su cuello, mordiéndolo un poco, ella soltó unos gemidos.

Mis labios bajaron hasta el ombligo, llegando al monte de venus, le di unos besos en la entre pierna.

-¿Qué estás haciendo?

- Espera y verás

Mi lengua rozó su clítoris y empecé a jugar con él.

-Roo... BIN

Mi lengua empezó a recorrer cada centímetro de ella hasta que su clítoris volvió a estar duro nuevamente. Me volví a poner a su altura, pero una de mis manos se quedo abajo. Ella puso sus manos en mi espalda y al momento de introducir 2 de mis dedos ella clavo sus uñas.

-¡No puedo más! ¡NO PUEDO MÁS!

Dicho eso la penetré pero está vez fui más rápido y duro que la primera vez, y sus gemidos eran mi motivación para no detenerme. Hasta que sentí que ya había pasado su momento yo termine.

Me acosté a su lado, puse mi mano en su cintura atrayéndola a mi para evitar que se cayera.

¿Cuánto durare sin ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora