Bramble 1

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7 reinos.

Todos estaban juntos, estando en el centro de estos un octavo reino, muy pequeño y sin apenas poder, sin embargo ninguno se atacaba entre sí y en ningún momento intentaron apoderarse del centro.

Fundado sobre la severidad de la Reina de Corazones. El primer reino. Heartslabyul. Poseía unos hermosos jardines y unas estrictas leyes. Todo aquel que quebrantase la ley sería severamente castigado.

Fundado en la persistencia del Rey de las Bestias. El segundo reino. Savanaclaw. Un lugar algo caluroso, con sus habitantes poseyendo grandes cualidades físicas y siendo todos medio animales. 

Fundado en la misericordia de la Bruja del Mar. Tercer reino. Octavinelle. Centrado en el comercio y con una gran mar. Se decía que podías obtener lo que quisieses, pero a cambio debías pagar un alto precio.

Fundado en la meticulosa planificación del Hechicero de la Arena. Cuarto reino. Scarabia. Igual de caluroso que Savanaclaw. Con una gran diferencia de estatus y grandes fiestas. Poseían especias exóticas.

Fundado en los intensos esfuerzos de la Reina Hermosa. El quinto reino. Pomefiore. Uno de los lugares más limpios y bellos. Si no estabas a la altura de su belleza serías desterrado.

Fundado en la diligencia del Señor de los Muertos. El sexto reino. Ignihyde. Un lugar tecnológico donde apenas llegaba el sol. 

Fundado en la elegancia de la Bruja de Espinas. Séptimo reino. Diasomnia. Un lugar rodeado de un gran bosque, con un aspecto lúgubre y muy pocos habitantes. Un reino al que nadie quería acercarse, ni siquiera los rayos de luz.

Era conocido por todos, se trataba de algo que tanto los nobles como los plebeyos conocían. 

Y ahora todos esos reinos se reunían durante una semana justo en el núcleo. La razón era encontrar a una prometida perfecta para cada príncipe que aún no poseyese una. Y esta era la razón por la que el centro nunca fue objetivo de ataque. Eran quienes proporcionaban muchas de las esposas de los más altos cargos.

De esta forma a todas las mujeres solteras que tuviesen entre ciertas edades similares a la de los príncipes que vendrían, se les envió una invitación en el palacio donde se celebraría. No había excepciones, tanto nobles como plebeyas recibieron las invitaciones para ir ya que uno no siempre elegía solo y únicamente otro noble, se había dado el caso que una plebeya estuviese mejor dotada en conocimiento y otras cualidades, aunque fuese casi imposible ya que las enseñanzas no eran igual.

Era una gran oportunidad que ninguna mujer quería desaprovechar y más cuando todos y cada uno de los príncipes poseían una gran belleza. 

Todas empezaron a buscar el mejor vestido para destacar. Otras tenían que hacérselos ellas mismas, pero usaban la mejor tela que podían tener. Claro que no solo las jóvenes estaban interesadas sino también todos los padres de las seleccionadas, de ahí que se les consintiese en cuanto a elegir algo apropiado. 

Y así el día tan esperado llegó. 

No habías logrado librarte de ello. Tenías que ir. Por suerte el vestido que te eligió tu madre no era tan malo y te quedaba bien. Además lograste librarte de llevar muchos accesorios por lo que estarías más cómoda y aunque no lo admitieses estabas algo emocionada igual pensando en que quizá pasase como en alguna de esas novelas románticas que tanto habías leído. Normalmente la más desinteresada acababa siendo la escogida y luego surgía el amor, o algo por el estilo. Siempre y cuando no fuese la segunda opción donde quien escogía era alguien que no merecía le dirigiesen ni la palabra y al final acabes pasándolo mal...

Sabías que habían algunas mujeres que se cambiarían el vestido cada día ya que se lo podían permitir, pero no veías necesidad de cambiar tanto de vestido. Los primeros días eran los que mayor impresión normalmente daban, pero si se tenía en cuenta que llegaban y todavía debían acostumbrarse eso quería decir que hasta el tercer día más o menos no prestarían realmente toda la atención que deberían. Seguramente serviría para que las más nobles se hiciesen notar y creen una mala impresión de que son unas interesadas. Y los últimos días estarían más cansados y les resultaría repetitivo, pero bajarían más la guardia en caso de que no viesen a alguien llamase la atención y las expectativas no estarían tan altas... Sin embargo tampoco podías dejar todo para el último día solo por eso. 

Raganos palikuonisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora