Bramble 12

710 52 15
                                    

Pocos días después de que llegaseis le enviaste tu primera carta a Floyd que al parecer lo había estado esperando ya que no tardó en darte una respuesta. 

Cuando habíais llegado igual os recibieron todos de buena manera, incluso a Malleus le recibieron cosa que le sorprendió un poco, normalmente no era como si se le acercasen. Era obvio que cualquiera se alegraba con tu presencia, pero tanto así como para que igual le saludasen. Si acaso antes le hablaban con miedo, pero ahora más bien parecía respeto. 

Y el mismo día que regresasteis Malleus te había pedido guardases el helado que compró en tu habitación ya que no quería Lilia se enterase. Como usaba su magia no se derretía por lo que no importaba donde lo pusieras. De esa forma iba bastante más seguido de lo que pensaban a verte. 

Cada vez que quería un descanso se excusaba diciendo iba a tu habitación. Lilia sospechaba de algo, pero igualmente le dejó ya que podía ser que simplemente solo quisiera verte realmente y no que estuviese haciendo algo a sus espaldas... 

De esa forma los días pasaron siendo en cierta forma algo animados.

— Oh, buenas tardes señorita, qué hace aquí en la cocina.

— Ah, perdonen si molesto. Quería preparar algo para Malleus. 

Que aparecieses por ahí de vez en cuando ya era algo normal. Puede que para otras personas eso fuera impensable, pero ya se acostumbraron a tu forma de ser y sabían sino te aburrirías. Podías leer libros, pero aparte de eso no tenías tantas cosas que hacer y para no molestar siempre a la misma persona ibas variando.

— Claro, ya sabe donde están las hojas de té, si no las alcanza avísenos.

— Ah, no, no iba a hacer té.

Ya habías dicho en otras ocasiones que querías prepararle algo, pero como no sabías exactamente el qué, te dejaron te encargases de prepararle algo de té. 

— ¿No? Perdone el atrevimiento, entonces qué es lo que va a hacer.

— Esto... Pensaba en unas galletas... Es mi primera vez haciéndolas, pero tengo apuntado todo lo que me dijeron. 

En Savanaclaw te habían gustado bastante así que cuando tuviste la oportunidad habías aprovechado para preguntar por cómo se hacían. Normalmente uno no iría diciendo sus trucos, pero puesto que habías estado acompañada de Malleus era mejor decirte no fuera a ser le dijeses y eso provocase se enfadase por no tratarte como es debido. 

Te preguntaron si necesitabas ayuda para prepararlo, pero te negaste. Era mejor si lo hacías todo tú solita. 

La verdad no tenían mucha confianza en lo que pudieses hacer. Aunque saliese como saliese, lo más probable es que igualmente Malleus tomase lo que hubieses hecho solo por tratarse de ti. Eso sí, quizá se llevasen una reprimenda por no haberte vigilado en el proceso en caso de que no saliese bien. 

Te dejaron tu espacio para que trabajases y de vez en cuando miraban curiosos y preocupados por lo que pudieses hacer. Por suerte en principio no parecía te estuviese yendo mal. Por lo menos la masa parecía estar bien. 

Ya más calmados te dejaron tranquila y confiaron en lo que hicieses. Si preparabas tú galletas entonces ellos se encargarían del té para que pudieses llevárselo. 

Quizá no tuvieron que tener tanta confianza.

— Algo no sé ve bien... — dices mirando cómo salieron.

— *¡Eso no está para nada bien!* S..señorita, exactamente que hizo.

— Mmm me preguntó... Por alguna razón no se ven igual que las que comí... Bueno, solo hay una forma de conocer si saben bien.

Raganos palikuonisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora