Bramble 6

625 71 9
                                    

Cuando fuiste a entrar a la habitación Sebek te había detenido. No creía que fuese buena idea que entrases aunque no se encontrase ahí. Tenías curiosidad por saber cómo se veía así que insististe en solo dar un pequeño vistazo para hacerte la idea de cómo se veía, sin embargo te dijo que sin el permiso de Malleus no podías por lo que tuviste que darte por vencida en verlo en ese momento. 

Después de eso esperaste a la hora de la cena como los otros días donde te quedaste esperando de nuevo la llegada de tu prometido. Ya le habías mencionado al peliverde que esperarías al otro para cenar por si era capaz de convencerle y aún por esas no pareció presentarse.

— Señorita, dijeron que parece ser que el joven amo está ocupado con unos asuntos y no podrá aceptar su invitación de cenar esta noche juntos.

— Es eso así...

— ¿Servimos ya?

— Mmm... *Dijeron que está ocupado, lo que quiere decir que no cenó sin mí como otras veces. Si solo está ocupado puedo esperar, pero no quiero que la comida se desperdicie o mantener aquí a más sirvientes de los necesarios esperando sin más...* Hicieron un poco de sopa si no me equivoco, guárdenme solo un plato, el resto podéis comerlo. En caso de que aparezca Malleus cenaré con él eso. Eso sí, dejad lo necesaria para cuando él quiera tomar algo. Lo que podéis tener es todo lo demás que teóricamente tendría que ser para mí.

Se sorprendieron ante lo que ordenabas.

— ¿Está segura?

— No soy de cenar mucha cosa, agradezco sus excelentes platos, pero luego no puedo acabarlo todo. Me conozco a mí misma, con eso debería ser suficiente. Luego sino me costará conciliar el sueño. Ah, tampoco es necesario os quedéis aquí esperando conmigo. Con una o dos personas es suficiente, pero que más tarde cambien con otros para poder descansar igual. 

Realmente les iba a costar hacerse a la idea de tus órdenes. Puede que para ti fuese algo normal, pero ninguno de los otros nobles solía comportarse así y mucho menos si tuviesen la posición que tú. Era algo muy raro. Solo esperaban que obedeciéndote no enfadasen a Malleus por no estar atendiéndote como se debería.

Te hubiese gustado leer algún libro, pero no habías llevado ninguno, por lo que tuviste que esperar ahí sentada sin hacer nada. Por lo menos podías pensar en varias cosas mientras jugabas con el tenedor en tus manos. 

Esperaste bastante tiempo, incluso las dos sirvientas que habían se habían cambiado ya por otras. También con algo de desconfianza te habían preguntado si querías te sirviesen ya cuando por desgracia se había escuchado tu estómago rugir del hambre. Te habías muerto de la vergüenza, pero dijiste estabas bien mientras empezabas a tomar algo de agua.

No sabías que Malleus no pensaba presentarse ya que era algo tarde y no veía necesario cenar a esas horas, pero decidió ir cuando Lilia le dijo que sería mejor si pasaba a por lo menos echar un vistazo ya que de pronto se llevaba una sorpresa.

Como tal no le habían dicho que le habías invitado a cenar juntos, solo le dijeron que preguntaste si no iba a presentarse a cenar como los otros días. Si hubiese sabido era una invitación hubiese aplazado todo un momento para ir.

Cuando entró al comedor se sorprendió un poco de verte ahí aún. Tú por tu lado aburrida levantaste la vista pensando sería que otra vez sería algún sirviente, pero al ver a tu prometido te levantaste de tu sitio, aunque casi te caes y tiraste algún cubierto. Realmente estabas haciendo un desastre por solo haberle visto. 

— Perdone, no sabía aún se encontraba aquí. Si quiere me retire..

— ¡No! No. Ahh... Perdón estoy algo dormida. Solo me sorprendió un poco. Llevaba esperándote desde que avisaron la cena estaba. 

Raganos palikuonisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora