La chica se encontraba frente a un hombre de cabellera negra y cejas abundantes, este la miraba con una gran sonrisa poniéndola incomoda.
—¿Encerio as estudiado para ser "la esposa perfecta"?
El hombre sentía curiosidad asía lo que le habían contado sobre la chica. Tomando medidas averiguaron algunas cosas sobre esta para que no resultará una amenaza durante los exámenes.
—A-así es señor... Cuando era pequeña mi madre me dejó en la fundación "Esposa perfecta" las mujeres de ese lugar ayudan a las niñas huérfanas a conseguir un marido que las pueda mantener, más deben comvertirse en buenas esposas para esto.
—Y según ese lugar, ¿que es una buena esposa?
—Lo dise el juramento —La chica se aclaró la garganta y se paro firmemente
—Una buena esposa esta al tanto de sus tareas, no se deja llevar por sus emosiones y se mantiene tranquila ante la adversidad, una buena esposa debe brindar apoyo a su esposo e hijos, debe de ser fiel y bien paresida, una buena esposa llora en silencio mientras regala una linda sonrisa a todo el mundo, una buena esposa sabe cuando debe y cuando no hablar.—Eso no me parece lo correcto.
—Se debe pagar el precio para tener una buena vida, también sabemos Taijutsu y Genjutsu, el ninjutsu no nos es necesario, con el Taijutsu nos defendemos y defendemos a nuestros hijos de algún asalto o secuestro, más de los Genyutsus sólo sabemos médicos y unos especiales.
—¿Especiales?
—En ves de confundir brindamos confianza, es decir, los ninjas usan estos para desorientar a su oponente y poder obtener ventaja, mientras nosotros brindamos apoyo y confianza antes las adversidades de nuestra familia.
—Ya veo, es todo un misterio para nosotros, ahora otra pregunta, tu compañero parese muy serio, ¿por qué a buscado esposa a una edad tan temprana?
La chica río y negó suavemente ante las palabras de mayor.
—No fue su desicion.
Flashback.
Habían pasado por lo menos 4 años desde que aquel niño peli-rojo la había salvado, la chica se esmero en sus estudios, dentro de poco llegarían los jóvenes a buscar esposa, un ritual de cada año, cuando las chicas cumplían 9 años podían ser elegidas y apartadas por una familia que buscase una buena candidata para su primogenito, mientras las más pequeñas estudiaban, la pequeña esperaba que aquel peli-rojo fuera y la escogiera, más una de las mujeres encargadas fue a por ella.
—Linda, una familia quiere verte, por tus esfuerzos les as paresido una buena candidata.
Cuando una familia de alto prestigio quería una buena esposa lo asian en privado, viendo el desempeño de esta, la niña asintió sabiendo que no podía hacer nada y se retiro, de igual manera no había visto al peli-rojo entre los presentes, al entrar al lugar se quedó estática encontrándose con aquellos ojos de una tonalidad verde y a su ves azul.
—Kazekage, ella es la pequeña.
—Ya veo, tiene un promedio perfecto y apenas esté año a sido dada para poder escoger esposo, ¿Que opinas Gaara?
El chico miró a la niña con molestia para después mirar a otro lado frunciendo el ceño.
—No quiero una esposa.
—No me importa, la tendrás quisieras o no, lo siento pequeña, el es así, pero no estas obligada a...
—Acepto.
Todos en el lugar la miraron sorprendidos mientras la paqueña sonreia ampliamente y con un ligero rubor, el chico era el más sorprendido, más después frunció el ceño y se le acercó.
—¿Crees que tendrás mejor vida al casarte con el hijo del Kazekage? —la arena comenzó a salir amenazando a la chica, quien se mantenía sonriendo —Todas aceptaron, más cuando me veían bien renunciaban... ¿Sabes quien soy?
La chica asintió cerrando los ojos y sonriendo abiertamente.
—Mi futuro esposo.
Dijo segura de sus palabras, abrió los ojos y Sonrió tiernamente desconectando al peli-rojo, la pequeña aprovecho esto para lanzarse a abrazarlo, más la arena se interpuso y la lanzó contra la pared.
—¡Gaara! ¡Si antes no renunció ahora si, disculpate!
—¡No lo are! ¡No quiero casarme con cualquiera!
La pequeña se levantó tambaleándose, mantenia la mirada baja mientras se veían gotas caer de su rostro humedecido el suelo, los presente se esperaban lo peor, pero cuando levantó la mirada se mantenía sonriendo dulcemente.
—Jajaja, no me rendiré —la pequeña abrió los ojos, los cuales apenas se veían por sus cabellos que caían sobre su rostro —Te demostraré que soy digna de ser tu esposa y si meses antes de graduarme sigues rechazandome elegir a alguien más... Creo que con mi espediente podré optener esposo fácilmente, verdad señorita?
Se dirigió a la encargada presente, quien al notar la mirada de la pequeña salió de su shok y asintió.
—Gaara... Tienes un nombre realmente único.
El chico se sonrojo un poco y desbió la mirada, la pequeña se mantenía sonriendo abiertamente.
Fin del Flashback.
—____? ¿Estas bien? Te quedaste un rato viendo a un punto indefinido en el suelo mientras sonreias.
La chica salió de su trance sintiendo sus mejillas arder, meneo la cabeza para deshacerse del sonrojo y miró al hombre sonriendo.
—Estoy perfectamente Gai-sensei.
—Bien, lamento mi curiosidad pero cuando me llego la noticia sobre ti, no pude evitar que la curiosidad me invadiera.
La chica rio dulcemente, más un dolor en su vientre la iso borrar su sonrisa y hacer una mueca del dolor.
—Agh... Pensé que había pasado.
—Estamos al tanto de tus malestares, tienes heridas que aun no se cierran,
alguna puedo abrirse.—Es probable...
La chica levantó su blusa y efectivamente, una herida en su estomago estaba habierta y la sangre comenzaba a asomarse.
—Necesito saturarla.
—Te llevaré al hospital.
—¡No! Y-yo puedo hacerlo sola, solo necesito las cosas.
—Sin anestesia te dolerá.
—Lo e echo muchas veces.
—¿No te arrepientes de tu desicion? Estamos bien informados sobre esto y sabemos que el te iso esas heridas.
—No importa, aparte de que cada ves son menos, esto no es nada.
La chica señaló pequeñas sicatrices que ya ni se notaban sobre sos brazos, piernas y vientre.
—¿Como...?
—Genyutsu medicinal, a nadie le gusta una esposa con sicatrices a si que me se uno que las elimina, ahora, las cosas...
El hombre asintió y salió de la habitación para buscar lo que la chica había pedido.
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Infantil. //Gaara y tu//
Fanfiction-Al principio no sabía por qué me quedé... Incluso cuando gritaba tu nombre y te apoyaba no sabía el por qué. Sonrió la chica viendo al cielo, el peli-rojo la observaba en silencio, admirando cada parte de su rostros, desde su largas pestañas hasta...