Las instrucciones seguian siendo dichas por la mujer, todos opinaban y ponian atención a sus palabras a excepción de sierto peli-rojo, se había apartado de todos después de lo que pasó con sus compañeros, tenían razón, ¿por qué se portaba así? Si lo que él quería era que ella escogiera lo antes posible un marido, pero a su ves le enfuresia la idea de que se alejara de él, vino a su mente la primera ves que se vieron.
Flashback.
Era medio día, las personas caminaban consentrandose unicamente en sus problemas, un niño peli-rojo caminaba mientras las personas se alejaban de le y murmuraban asustadas, para ese entonces el chico ya no pensaba con claridad, solo quería saciar su sed de sangre, por otro lado, la fundación "Esposa perfecta" tenía una actividad, encontrar al niño perdido, las pequeñas se esparcieron por la aldea buscando los muñecos escondidos, una pequeña se adentro a un callejón al escuchar el característico llamado de tales muñecos.
—Mami, ¿donde estas mami?
Sonrió triunfante al tener al muñeco y lo apago, al darse vuelta se encontró con un hombre mayor, la botella en su mano asía entender que estaba ebrio.
—¿Pero que tenemos aquí? Una de las pequeñas de la fundación esposa perfecta, eh? Veamos que tan perfecta eres.
El hombre se hacerco a la pequeña con intenciones más que claras mientras está retrocedía.
—A-aléjese o-o gritare.
—Cómo si te fueran a hacer caso, aquí todos prefieren evitar los problemas.
Se siguió hacercando dejando caer la botella, la pequeña tenía los ojos cristalinos mientras lágrimas amenazaban con salir, abrazo fuertemente el muñeco cuando el hombre estiró un brazo asía ella. La pequeña niña cerró los ojos esperando el agarre, más nunca lo sintió, al contrario, sintió como algo cálido caía sobre ella, al abrir los ojos vio al hombre echo pedazo en el suelo mientras una extraña arena se alejaba del cuerpo, al levantar la mirada se encontró con un niño unos años mayor a ella, con una cabellera rojiza alborotada y unos ojos entre verdes y azules, el niño tenía un pequeño oso de peluche en una de sus manos mientra su rostro reflejaba una mirada neutra.
—¿Quien eres?
Atinó a decir la pequeña, el niño admiro la sangre que ya hacía en la ropa y el rostro de la pequeña, estaba dispuesto a atacarla, más ella Sonrió con tal inocencia que lo iso detenerse.
—Veo que eres callado, bueno, gracias por salvarme.
La pequeña soltó el peluche y corría a abrazarlo, más la arena la iso caer quedando a los pies del peli-rojo, levantó la cara, se encontraba sucia, no sólo por la sangre y raspones surcaban tanto su rostros como sus brazos y piernas.
—Agh, creo que me torsi el tobillo.
Nuevamente la arena se preparo para atacar viendo a la pequeña aun más indefensa, más un grito le iso detenerse.
—¡____! Pequeña, ¡¿donde estas?! ¡Es hora de regresar!
—¡Aquí estoy señorita Azucena!
El chico retrocedió y antes de que la pequeña se diera cuenta ya se había ido, al llegar, la mujer vio a la pequeña orrorizada al igual que el cuerpo del hombre.
—Oh pequeña, ¿Quién iso esto?
—Mi futuro esposo.
Dijo la niña con una enorme sonrisa y segura de sus palabras, la mujer iso una mueca de disgusto, más no le alegó y le ayudó a levantarse, mientras el pequeño peli-rojo las había escuchado y sentía sus mejillas arder ante las palabras de la niña.
—Tsk, pero que tonta.
Fin de flashback.
Una mano se ajito frente a peli-rojo sacándolo de sus pensamientos, frente a él pudo contemplar a aquella niña, más ahora más grande pero conservando sus rasgos inocentes y tiernos.
—Gaara, ya se van a adentrar al bosque, Kankuro y Temari te están esperando.
El peli-rojo asintió y se levantó de la roca en la que estaba sentado, camino siendo seguido por la chica y encontrándose con su equipo.
—____ ya se irá con los chunin.
Le iso saver la rubia, el peli-rojo se giro viendo como la chica se alejaba junto a los dos adultos, se apresuró y tomó su mano para después jalarla quedando frente a frente.
—Olvidas despedirte.
Dijo en su habitual tono frío ocasionando un pequeño sonrojo en la chica mientras sonreía de forma inocente.
—Pensé que seguías enojado.
—Lo estoy, pero no es motivo para que te vayas sin despedirte.
—En ese caso, suerte, y por favor, evita salirte de control.
—No prometo nada —el peli-rojo miro un momento a la chica en silencio para después suspirar —recuerda tener cuidado, el dolor se te pasará en estos días, pero si tienes problemas que te lleven a un centro de ayuda.
—Ey, que no estén conmigo no significa que me vaya a morir.
—Bueno, llevo salvandote desde que nos conosimos.
La chica abrió la boca mientras un sonrojo más notorio se hacía presente y sus ojos tomaban un brillo más intenso, una tonta sonrisa mezclada entre felicidad y nerviosismo se iso presente en ella.
—Lo recuerdas.
Susurro mientras sonreía habiertamente, el peli-rojo Sonrió casi invisiblemente y asintió de forma lenta. Soltó la mano de la chica y regresó con su equipo mientras ella lo miraba aún con aquel enorme cariño que le tenía, recordando donde estaba miró alrededor notando como varias personas la miraban, avergonzada bajo la mirada y regresó con los adultos.
—Sakura, tu as ablado con ella —Habló el azabache llamando la atención de la peli-rosa —¿que relación tiene con el chico de la arena?
La peli-rosa lo miró, un centimiento de ira se iso presente, más uno aún más grande de nerviosismo lo remplazo.
—Bueno... Solo son compañeros, el nisiquiera la considera una amiga.
Dijo desviando la mirada topandose por accidente con el peli-rojo, a pesar de saber que estan comprometidos no sabía que sentían el uno por el otro.
—Bueno, páresen muy unidos para no ser nisiquiera amigos.
—Ey, ya deja de interrogar a Sakura-san Sasuke, si ella te dijo eso es por que eso le dijeron.
—Aún a si es bastante extraño...
¡Por fin! Nuevo cap.
A partir de aquí las actualizaciones serán lentas, e incluso algunos capítulos serán más largos, espero los disfruten.
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Infantil. //Gaara y tu//
Fanfiction-Al principio no sabía por qué me quedé... Incluso cuando gritaba tu nombre y te apoyaba no sabía el por qué. Sonrió la chica viendo al cielo, el peli-rojo la observaba en silencio, admirando cada parte de su rostros, desde su largas pestañas hasta...