Capitulo 22

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La rubia mobio su mano frente al rostro de su amiga, la cual mantenía la mirada en un punto inexistente con una boba sonrisa, al ver la mano de la rubia borro su sonrisa y sacudió la cabeza saliendo de sus pensamientos.

-Uh? ¿Que pasa Temari?

-Ya encerio, se que niegas amar a Gaara por que el también lo hace.

La chica se sonrojo un poco y desvio la mirada encogiendose de hombros.

-Temari, muy pocas chicas logran ser correspondidas por su esposo... Muchas se "enamoran" -simuló comillas con los dedos -pero solo es por que tienen dinero.

-Tu no amas a Gaara por eso o si.

-Aún no e dicho que lo ame, como decía, cuando sus esposos son ricos, ellas se libran de aquellas tareas que tanto se esforzaron por enseñarnos, siendo que sus esposos les tiene sirvientas.

-Nosotros también, pero siempre que estas con nosotros haces todo, desde hacer la comida hasta limpiar la sala, el comedor y el cuarto de Gaara.

-Por qué yo no quiero desperdiciar todo lo que aprendí... Me esforcé en aprender todo eso por tu hermano Temari.

-¿P-por Gaara? Pero si apenas se conosieron el día que...

-Gaara me salvo, mucho antes de eso, desde aquel día pensé que le debía la vida, por eso acepte al instante, más después me di cuenta de que lo amo, lo ame desde la primera ves que lo vi.

Finalmente la chica miró a la rubia a los ojos, sus mejillas estaban sonrojadas y sonreía abiertamente.

-Vaya... Tienes mucho que explicarme, pero que sea en otro momento.

La chica asintió y rio un poco levemente ante la mirada de su amiga. Pasaron unos minutos y regresaron con su equipo, ya había terminado el combate del azabache dándole la victoria a este.

-Se tardaron.

-Perdón, nos perdimos un poco.

Sonrió la chica mientras se ponía alado del peli-rojo, en la arena ya se había anunciado al ganador del combate mientras en la pantallas se desidia el próximo enfrentamiento.

—El Uchiha a Ganado... ¿Por qué no me sorprende?

El peli-rojo la miró un momento, esta mantenía la mirada en algún punto inexistente del lugar, aparentemente estaba pensando en algo, sacudió la cabeza saliendo de estos y miró la pantalla espectante de los siguientes participantes, una ves se desdieron sus nombres se pidió su presencia en la arena de batalla, era un concursante de Konoha y otro de la aldea del sonido, el cual paresia tener ambos brazos rotos. La chica recorrió con la vista a los demás participantes hasta encontrar a sus compañeros, los compañeros del el de Konoha permanecían serios y paresia que ablaban de algo, mientras los del otro permanecían callados, por un momento se puso nerviosa al ver cómo alguien desaparecía en una nube de humo.

—Esto no me agrada.

Susurro para ella misma, no quería poner nerviosos a sus compañeros, sabía que debían permanecer consentrandos. Las miradas se consentraban en el campo de batalla y la tensión de hacía presente entre los concursantes.

—¡Un solo brazo es más que sufisiente para venserte!

El del sonido se dejó ir contra el de Konoha bastante confiado de sí mismo, al intentar golpearlo este lo detuvo con tan sólo un brazo manteniendo su postura.

—No podrías venserme nisiquiera con ambos brazos.

—¿Por qué los ninjas son tan orgullosos?

Exclamó la chica frunciendo levemente el ceño y asiendo un pequeño puchero, en sierta manera le estresaba que fuesen así.

—¡¿Si?! ¡Pues te tengo noticias!

—El Orgullo no solo rodea a los ninjas.

Ablo el peli-rojo viendo la pelea, la chica lo miró de reojo y Sonrió levemente.

—Pero los ninjas lo son más, aunque algunos conosen sus límites la mayoría son bastante abladores.

El peli-rojo desvio la mirada de la pelea y la posó en la chica, la cual le otorgó una mirada desafiante.

—¿Crees que soy un ablador?

—Yo no eh dicho eso.

—Lo insinuaste.

—Bueno, si te sientes identificado no es culpa.

El peli-rojo suspiro y revolvió un poco el cabello de la chica ocasionando que está cerrarse los ojos y sonreirá abiertamente, sus mejillas tomaron un leve color carmesí y miró al peli-rojo directamente a los ojos, este sonrio un poco, pero casi al instante volvió a su semblante serio. Cuando volvieron su vista al campo de batalla uno se encontraba en el suelo y el otro sonreía altaneramente.

—Tal solo nos distraídos unos segundos...

—Unos segundos son sufisiente para que el enemigo tome ventaja.

—Ya me di cuenta... —Suspiro —No debería de distraerte más.

—No seas infantil, desde que nos conosimos as logrado distraerme de mis objetivos y aunque al principio te lo echaba en cara ya me acostumbre. —Iso una pausa logrando que la chica lo voltease a ver —Aunque logres que desvíe la mirada de la pelea mi atención se divide en ambas.

El so rojo en la chica aumentó y una sonrisa boba se dibujo en su rostro sin dejar de ver al peli-rojo, desde atrás los observaban los dos mayores con sonrisas cómplices.

—¿Ase cuanto que no pasan tiempo a solas Kankuro?

—Creo que tiene más de un mes.

La pelea continuaba, era extraño ver como insectos salían de parte del oponente de Konoha, más a su ves interesante, los insectos atacaban al oponente de la arena y este paresia aterrado ante estos, el dueño de los insectos explicó sobre estos y como se alimentaban en manada del chakra de los demás poniendo aún más nervioso a su oponente. Tras su discurso observó al chico, al cual paresia estarlo dominando la ira, pece a que le pidió rendiser por las buenas este reprochó y uso su brazo malo.

—No creo que sea buena opción.

Era tarde para dar marcha atrás, apuntaba tanto al chico de Konoha como a sus insectos, paresia dispuesto a acabar con ambos si tenía la oportunidad.

—Como tu mismo dijiste, es bueno tener un as bajo la maga, ¡¿cierto?!

Esto dejo sorprendidos a todos, paresia que no tenía realmente los brazos rotos, aunque también podria estar aguantando el dolor de estos. Nuevamente el terror se apoderó de él del sonido, un flojo de chakra comenzó a salir por sus brazos alertando a todos.

—¡Ah! ¡Mis brazos! ¡¿Que les está pasando?!

Este miró sus brazos y quedó sorprendido, el de Konoha aprovecho para ponerse a sus espaldas y susurrarle algo logrando que se enojase e intentase atacarlo, más este lo esquivo y lo golpeó asiendolo caer y dejandolo inconsciente.
   Tras revisar las heridas del del sonido la pelea se dio por terminada nombrando ganador al de Konoha.

—No me sorprende... Ese chico paresia bastante impulsivo.

—¿Que tiene que sea impulsivo?

—Atacar por instinto puede ser bueno... Siempre y cuando no te enfrentes a un estratega o peleador de largo alcance.

La chica siguió sin entender observando a ambos competidores, se estaba llevando al del sonido en una camilla mientras el otro permanecía neutro.













Tarde de demaciado!!
Lo lamento, tuve una crisis existencial y eso me provocó un orrible bloqueo xd aparte de que cuando al fin obtenía algo de inspiración mis padres me ponian a hacer algo y era estresante.

¡Nuevamente lamento aver demorado tanto! 

Infantil. //Gaara y tu//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora