009 ━━ will byers.

-II-

Tocamos la puerta nerviosos.
Ce, Will, Joyce y Jonathan nos daban alientos desde la entrada de la -supuesta- casa de mi madre, Victoria Evanson.

Una mujer, más o menos de la edad de Joyce abrió, era rubia con ojos verdes. Nos miro y habló.

—Lo lamentó, ahorita no quiero las galletas niños pero pueden volver maña... ¿Porqué no llevan el uniforme?

—Disculpe, ¿es usted la Señorita Victoria Evanson? —Preguntó Joyce, al ver que nos quedamos en blanco—.

—oh... si, si soy yo.

—¿Podríamos hablar con usted, señora? —Preguntó Kendall—.

—C-claro, pasen.

Luego de unos minutos todos nos encontrábamos en la sala.

—¿y bien...?

—eeem... ¿Usted sabe que tuvo dos hijos, no? —¿Que clase de pregunta fue esa, Sam?—.

—S-si. Pero el doctor dijo que ambos murieron en el parto...

—¿y usted le cree? —preguntó Kendall—.

—La verdad... No, pude jurar oír los llantos de mis bebés —Habló con los ojos cristalizados—.

—Sus hijos... siguen vivos...

—¿S-Samantha y Kendall?

Los Byres y mi hermano me miraron sorprendidos.

—...Si, ellos. Ambos están juntos...

—Tiene 14 años ahora mismo ¿verdad? —Dijo soltando lágrimas—.

Suspiré y me levanté del sofá. Sin poder resistir el llanto, vote dos lagrimas y hable.

—Hola, mamá.

Ella se levantó.

—¿S-sam?

Asentí y me abrazó con fuerza.
Luego se separo y miró a Kendall.

—¿...Ken..?

[...]

—Obviamente que quiero a mis hijos de vuelta. —Habló con una sonrisa—.

—¿Si importar lo que somos o lo que pasamos? —Dijo Kendall bajando la cabeza—.

—Nada, ustedes son y siempre serán mis bebés.

—Me alegra que estén juntos nuevamente, pero ya tenemos que irnos. —Dijo Joyce con una sonrisa—. Adios niños. —Nos abrazó—. Cuídense.

—Adios Sam. —Jonathan me abrazó, luego pasó a donde Kendall e hicieron un saludo muy raro—. Hasta luego Niño. —Sonrió—.

—Adios Ken. —Will y el hicieron el mismo saludo y se acercó a mí—. Te voy a echar de menos. —Me abrazó—.

—William. —reí—. Viviremos a unas calles.

—Pero me acostumbré a verte todos los días. —Rió y me susurró—. Te amo.

—También te amo Byres. —Le di un beso rápidamente—. Nos vemos luego. —asintió y se alejó—.

Ce nos miro y se acercó.

—Nos vemos hermanos. —Nos abrazamos—.

—¿Seguimos siendo hermanos? —Pregunto Kendall—.

—Siempre lo seremos. Me alegro que hayan encontrado a su madre. Espero el Lunes con ansias.

—¿Porqué será tu primer día de escuela? —Pregunté riendo—.

—No, porque podremos tener una vida normal.

Nos separamos.
Nos dieron un saludo y salieron, pero antes agarré la mano de Once.

—¿Tratarás de devolver tus poderes?

Ella suspiró y asintió lentamente.

[...]

Mamá cerró la puerta.
Giré y mire a Kendall en la otra cama.

—¿Kendall?

—¿mm?

—¿Duermes conmigo?

—Vente mocosa.

Sonreí y me levanté para acostarme a su lado.

—Buenas noches Samantha.

—Buenas noches Kendall.