Doctrina romántica del postpositivismo utópico [BrightWin]

La teoría de Schrödinger aplicada en el amor que siente Bright por Win

NOTA: Heeey, solo para aclarar, esta historia es independiente de la anterior, como dije, aqui subire diferentes one shots y two shots.

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Año 1855

Cuando Bright conoció a Win, tenía cinco años de edad aproximadamente, en ese entonces su padre había logrado conseguir tener un puesto como cocinero dentro de la enorme mansión de los Metawin y como tal aquello había implicado que él junto a toda su familia se trasladasen a sus tierras, inicialmente sus labores se resumían en apoyar a su padre y en algunos casos a su madre, pero por lo general pasaba la mayor parte del tiempo jugando en los enormes jardines de la casa, algunas empleadas solían obsequiarle dulces y otras simplemente se detenían de lo que fuese que estuviesen haciendo para acercarse a él y acariciarle el cabello o el rostro, o los dos, algo que resultaba monótono y aburrido.

No obstante, un buen día, en donde el sol parecía querer derretir todo a su paso, la señora Metawin le cogió de la mano y con una bonita sonrisa le pidió que la acompañara, Bright no sabía exactamente para qué, pero considerando lo mucho que su papa y mama le recalcaban que jamás debía ir contra los deseos de los señores de la mansión, simplemente se dejó hacer y llevar, sus pequeños pies caminaron por un largo tiempo mientras la hermosa señora Metawin tarareaba una canción alegre. Bright no supo exactamente cuánto tiempo camino, solo cayo en cuenta que habían llegado a su destino cuando la amable señora le susurro dulcemente: —Espero que puedas ser amigo de Win, él se siente muy solo en su habitación. — Bright observo a su señora agacharse a su altura, ella alzo una de sus manos y acomodo sus cabellos con un gesto tierno y delicado, la brisa de verano entro por una de las ventanas y el aire rozo sus gorditas mejillas. — ¿Puedes hacerlo, Bright? ¿Puedes estar con Win hasta que él pueda mejorar? Te prometo que cuando Win se encuentre más saludable, ambos podrán jugar en el patio con todos sus juguetes.

—Si señora. —menciono Bright sin dudar, porque tal y como sus padres le habían dicho, jamás podría decirle que "No" a los señores de la casa, ellos eran sus benefactores y la fuente de ingresos que mantenía a su familia, sin ellos su familia no sobreviviría. — Me quedare aquí hasta que usted me diga, se lo prometo. —su pequeña vocecita recorrió el pasillo y la señora Metawin le sonrió, cuando la puerta que tenía frente a él se abrió y se revelo el interior, Bright entendió en ese pequeño espacio de tiempo que desde ese instante su vida no sería lo misma.

— ¿Mami? —escucho del interior y Bright levanto la vista para observar a la señora Metawin, buscando una respuesta o alguna indicación, ella solo coloco una de sus manos en su espalda y le dio un pequeño empujoncito, sus pasos fueron tambaleantes.

—Win. —la voz de la dulce mujer recorrió el espacio. —Él es Bright, desde ahora te acompañara, por favor mi amor, procura ser amable con él, estarán juntos por un largo tiempo.

Bright no sabía cómo interpretar aquello, sin embargo, siendo el tan pequeño y tan sencillo como solo un niño podía ser, se acercó a la enorme cama situada en medio de la habitación como el punto naciente de una galaxia, y ahí en medio de las sabanas, Bright lo vio. A él.

Sus mejillas adquirieron un tono carmín y sus ojitos brillaron en medio de la oscuridad.

—Bright. —el balbuceo fue bajito y sereno, Bright se quedó estático frente a Win, el hijo de los señores Metawin era el niño más bonito que había visto en lo poco que había vivido, Bright se sintió confundido, no sabía con exactitud si era normal calificar como bonito a un niño, sus pensamientos volaron en medio de sus dudas, y aunque quiso centrarse en el presente, su mente continuo embaucándolo y llenándolo de la misma conclusión, Win era muy lindo, su piel blanca era como la leche que su mama servía en las mañanas, y sus bonitos ojos parecían tener el mismo color de sus canicas preferidas. ¿Por qué Win era tan bonito? Bright no lo sabía.