N/A: Escribi este pequeño drabble depresivo, inspirado en la cancion de K will.
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Win siempre ha pensado de esta inusual manera; que Bright mantiene el ritmo junto a él. Que son amigos inseparables, que continuaran con este tipo de lazo especial que mantienen hasta que la cabeza se les llene de canas y ambos sean un par de viejitos creativos, que obtengan este universo hasta el fin en sus bolsillos, que Bright siempre estaría ahí para el; con ese porte tan perfecto, con esos labios tan bonitos, con esa piel tan blanca y con esa sonrisa que ilumina cada mañana. Win siempre, pero siempre ha pensado de esta forma, como si todo fuese un cuento de hadas. Pero ahora, ya no tenía tanto sentido continuar con ese tipo de dogma en la cabeza, con ese predicamento, con esta utopia beligerante en sus pensamientos sangrantes. No, ya no. Los recuerdos iban y venían como el frio viento de la noche, como un pasadizo oscuro, dándo retumbos, suspiros y maldiciones.
Esta noche única que envolvía el mundo en este momento, el mundo que sin lugar a dudas ahora era diferente.
Sentado en su auto con aquella fotografía en una de sus manos. Win comprende que las cosas ya no son como antes, que por supuesto; todo ha cambiado y que por más que deseara que todo volviese a ser como en el pasado, jamás pasaría. Bright jamás volvería. Bright ya no sería tan constante. Bright acababa de obtener otro tipo de responsabilidades.
Bright ya no era mas el Bright que se imaginaba, ese Bright que estaba dispuesto a compartir cada minuto, cada suspiro y cada mirada con él.
Ya no podia ser.
Presiono un poco más el acelerador y apretó los labios. Y lo cierto era, que la diferencia le dolía. Lo hería profundamente, lo lastimaba, lo llenaba de un sentimiento aterrador; tan tan tan doloroso que sus ojos se cristalizaban por si solos. Miro de reojo hacia la foto y con el corazón dolido; la presiono un poco. Solo un poco; lo suficiente como para exteriorizar ciertas emociones.
Pero no debía. No podía arruinar la foto, la imagen tan bonita debía llegar intacta a las manos de su madre. Debía ser esplendida, espectacular, maravillosa. Su madre se lo había pedido de favor y el tenía la obligación de llevarle una buena foto. De esas coloridas y llenas de sonrisas.
Era la boda de Bright por supuesto que debía ser la mejor. Esa foto enmarcaba uno de los mejores momentos de la vida de Bright. Sí. Tenía que ser esplendida.
Aun lo recordaba, la primera vez que él se lo dijo. Claro. Porque él era su mejor amigo, y tenía que ser el primero en enterarse de todo. A pesar de que ahora, hubiese añorado ser el último en enterarse.
-w-
—Y a pesar de que asisto puntualmente a las clases. Juro que no le entiendo ninguna palabra al maestro. Es como si me mirase y me marcase al instante, algo como un hechizo para no entender absolutamente nada de lo que dice—tembló de solo recordar la cara gordinflona de uno de sus profesores de la universidad. Del "amargado" que lo atormentaba cada fin de mes, con sus exámenes rompecabezas y fríe cerebros.
Bright le miro y coloco una expresión de indiferencia, escuchando las palabras de Win y percatándose de cada uno de sus gestos fue capaz de intuir al instante que Win exageraba y se encontraba en una etapa de victima débil frente a una bestia aterradora. Bright estaba muy acostumbrado a ese tipo de teatritos—Seguro que es tu culpa, tonto. Deberías cambiar tus hábitos de estudio. Eso de aplicar la lectura veloz en época de exámenes tiene sus propias consecuencias.
¿Consecuencias? Si, ahora que Win lo pensaba detenidamente posiblemente ese era el percance que lo arrastraba al abismo cada vez que tenía exámenes. La lectura veloz no ayudaba en los exámenes. Pero era Win Metawin de quien se suponía era el problema, ese Win Metawin que disfrutaba presumir en la biblioteca. —Bueno, en algún momento tengo que usarla. Pero tomare tu consejo Bright, tienes razón. —asintió, dándole todo el crédito a Bright que extrañamente poseía una cara serena y tranquila. A diferencia de otras veces.
— ¿Pasa algo?—pregunto Win, percibiendo esa pequeña atmosfera entre ellos. Era claro que pasaba algo y quería saberlo.
Bright alzo la vista y le miro, ahí; ambos sentados en medio de una cafetería. No era un buen ambiente para la noticia. Pero de todas maneras Bright la soltó.
—Voy a casarme.
Silencio.
Win podía tener muchas reacciones, muchas respuestas, muchas probabilidades. Era Bright quien se iba a casar, su mejor amigo. Se suponía que su respuesta debería ser llena de alegría, sonrisas, felicitaciones y abrazos. Pero no. Se suponía que debía ser diferente a como se mostraba ahora. Con los ojos bien abiertos y con los labios en una línea recta. Quería evitarlo, quería mostrar otra cara pero no podía.
Pasaron unos cuantos minutos y cuando Win por fin noto el rostro expectante de Bright, fue que reacciono. Sus labios se curvaron en una sonrisa y sin pensárselo mucho salto hacia Bright y le dio un efusivo abrazo, símbolo completo de apoyo. Pero todo era tan diferente en su pequeño mundo interior.
-w-
Ahora, en ese momento, en ese instante, cuando ya todo había pasado. Ahora que Bright estaba felizmente casado. Win fue consciente de que le dolía. La verdad dolorosa era que; no solamente apreciaba como amigo a Bright. Era algo más, era el sentimiento más fuerte llamado amor el que lo atacaba en plena batalla de la vida. Y por dios, ya no aguantaba. No aguanto en la fiesta de la boda. No aguanto en el momento en que Bright coloco el anillo en el dedo anular de su esposo. No aguanto la maldita foto matrimonial. No, no, no y no.
Todos los recuerdos lo atormentaban.
¿Por qué Bright se casó?
¿Por qué?
Sus ojos se cristalizaron y las lágrimas cayeron por sus mejillas, mojando sus labios, mojando su propia expresión de dolor. Solo la humedad lo acompañaba. Pero él deseaba tanto tenerlo ahí a su lado, en el asiento del copiloto, hablando cualquier tontería, pero ahí. Junto a él. Solo ellos dos en el pequeño mundo de guerras que ambos podían ganar.
Pero no.
Y nuevamente un no.
Un basta.
Un adiós.
Un abrazo.
Una sonrisa.
Se acabó.
Win piso el freno, y el auto se detuvo al instante con un sonido chirriante. Cogió la foto que tenía en sus manos y las lágrimas cayeron a un más. Quería tanto a Bright. Sus sentimientos comenzaban a golpearlo una y otra vez. Tenía que hacerlo, aunque fuese lamentable; necesitaba hacerlo. Rompió la foto lentamente por los costados y cuando obtuvo las dos partes las junto en una sola. Desapareciendo totalmente al novio, se colocó a sí mismo a lado de Bright en la boda. Solo ellos dos. Frente al pastel en medio de la lluvia de pétalos de rosa. Y sonrió tristemente
Solo eso podía hacer ahora. Mantener sus buenos recuerdos con Bright.
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N/A: En fin, BrightWin esposos.
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Doctrina romántica del postpositivismo utópico [BrightWin]
RomansaNúmero 9: En donde Bright y Win viven un amor entre omegas. BrightWin! Conjunto de Two Shots! y One Shots!