Nadie tiene que saberlo~ (Shizaya)

Un giro inesperado

La vista fuera de la ventana de aquel auto negro aliviaba sus nervios. Ver las casas recorrer y luego pasar por aquel puente con esa agua abrillantada por la luz del sol, todo eso aliviaba al informante.

El rubio que manejaba con tranquilidad, vio a su novio muy pensativo mientras miraba perdidamente algún punto de afuera. El viento peinaba a su antojo sus azabaches cabellos. 'Está preocupado', pensó el rubio.

-Izaya... -llamó su atención. Pero el de cabellos negros no respondió.

-Amor... -llamó una vez más y consiguió lo que quería.

Izaya volteó a verlo con las mejillas sonrojadas hasta las orejas. No era común que Shizuo lo llamase de esa manera tan ... dulce. Solo cuando tenían sexo.

-¿Po... por qué me llamas así, Shizu chan?

-¿Qué es lo que te preocupa? Dime. -dijo sin basilar.

-Hahaha~ ¿Qué te hace pensar que estoy preocupado?

Por un momento el viaje se volvió silencioso una vez más, pero solo un momento hasta que el de ojos miel habló. Suspirando ya resignado por ver a su novio incomodo con esta situación, estacionó el coche a un lado de la carretera.

-No tenemos que ir si no quieres - su voz resonó por las paredes del interior del auto, haciendo un eco enternecedor para los oídos del informante.

-Sabes... sabes que este día llegaría. Estoy listo Shizu chan... yo... -sus manos temblaban y sus ojos se volvían cristalinos. La ansiedad y nervios ponían en el  joven azabache una mirada triste y preocupada.

El rubio no se contuvo y abrazó a Izaya. Besaba su frente y acariciaba sus suaves cabellos. Podía sentir como su novio temblaba debajo de sus brazos, eso solo le hizo sentir de lo peor. 'No quiero que llores, por favor' , pensó el rubio. 

-Ey, escúchame -puso su cara frente a la de Izaya - No iremos a ver a mi familia.

-¿Qué? ¿Por qué? Nosotros tenemos que...

-Escúchame -dijo con voz potente mientras ponía sus manos en las mejillas de Izaya -No quiero verte así mientras estemos allá, quiero verte feliz y con esa sonrisa tuya que siempre me enamora. ¿Entiendes?

- ...

-Izaya ¿me entiendes?

-Si, Shizu chan -sus lagrimas caían y se deslizaban por sus sonrojadas mejillas. 

Ambos se abrazaron e Izaya atacó los labios de su fuerte novio para besarlo, para demostrarle lo agradecido y feliz que era por entenderlo, por preocuparse por él, por amarlo tanto. En ese momento Izaya sonrió en medio del beso haciendo que el rubio también lo haga.

-¿Que pasa? -decía sonriendo aquel rubio.

-Gracias...

 Esas palabras enternecieron el corazón de aquella bestia enamorada, la sonrisa sincera de Izaya lo superaba y no podía evitar regalarle una sonrisa a su azabache. Ojos de enamorado, sonrisa dulce, todo eso era lo que provocaba Izaya en él.

En un momento el rubio tomó el volante y empezó a conducir de nuevo en la carretera.

-¡Vamos!

-Ehhh!!! Shizu chan ¿¡a donde!?

-Nos vamos a una cita.

-¿Qué?

El de ojos miel empezó a acelerar mientras ponía música en el reproductor. Kiss kiss kiss era la canción favorita de ambos y el rubio subió el volumen.