Disimulemos

321 23 1
                                    


Los finos rayos del sol de la mañana acariciaban el rostro de un azabache en pleno sueño, este sintiendo el calor, abrió sus ojos y los frotó con sus manos. En la gran cama se encontraba no solo el , sino también su amante en secreto Shizuo Heiwajima. Izaya miraba con atención el rostro de su bestia, le parecía linda y no pudo evitar darle un beso en esos labios tan tentadores para el. Mientras disfrutaba de ese dulce toque, el rubio decidió abrir su ojos y sorprenderlo con un abrazo acercándolo más hacia el.

-¿Te gusta sorprenderme en la mañana? I-za-ya-kun

-Eso debería decir yo, bestia -el azabache se sentó arriba del rubio y quedó en silencio mientras lo miraba.

Shizuo puso sus manos en la cintura de su amante y empezó a frotar suavemente mientras miraba esos ojos carmines que tanto lo volvían loco. El azabache luego se recostó en el pecho de Shizuo y empezó a acurrucarse, eso hizo que el rubio diera una risita por el adorable comportamiento de su pulga.

-Izaya, hay que levantarnos ... prepararé el desayuno ¿o quieres que nos tomemos una ducha primero? -decía mientras acariciaba los finos cabellos del informante

-Vamos a ... tomar una ducha -suspiró el azabache, seguido de un bostezo

Shizuo cargó a Izaya hasta el baño donde ambos se sacaron sus prendas, más bien el rubio quitó la ropa del azabache ya que el más pequeño aun estaba medio dormido. Entraron a la ducha y empezaron a ducharse, el más grande reía por el comportamiento de su pequeño amante, Izaya se lavaba el cabello mientras dormía apoyado en la pared de la ducha.

-Si que tienes un sueño pesado, cariño - el de ojos miel tomó la cintura del azabache y lo metió bajo el agua, asiendo que el más pequeño se sorprendiera por el agua entrando en su nariz

-Estúpida ... bestia... ya bas... basta!! -el azabache apenas podía hablar con toda el agua cayendo en su rostro

Shizuo reía mientras su pulga lo miraba con ganas de matarlo. Ambos habían terminado de ducharse y tomaron sus toallas para salir a la habitación a cambiarse.

-Izaya ¿compraste leche para hacer el desayuno? -decía mientras se secaba el cuerpo

El azabache no contestaba, solo se limitaba a secarse sus piernas y el resto de su delicado cuerpo, mientras ignoraba y daba la espalda al rubio. El ex-barman  se acercó a su amante por detrás, abrazándolo y besando su suave cuello, depositando besos suavesitos y chiquitos por todas partes. El informante no pudo resistirse a ese cosquilleo que le provocaba su bestia y dejó escapar una risita.

-¿Me dirás que te pasa? Izaya -mantenía abrazando a su pulga esperando su respuesta

-¿Acaso no puedes notarlo mirando mi nariz? -se dio la vuelta hacia su amante mostrando un puchero.

Shizuo al ver la carita enojada de Izaya no solo notó que se veía adorable, sino que su pequeña nariz estaba totalmente roja, debido al agua que entró en ella en la ducha. El de cabellos rubios sonrió y empezó a lamer la nariz de su pulga.

-¡¡¿Q-qué carajo haces Shizu chan?!! -la cara del informante estaba totalmente roja por la acción del rubio

-Te estoy curando

-No quiero!

-Si quieres!!

Izaya empezó a soltarse del abrazo del rubio y empezaron a forcejear, en ese intento del azabache en querer librarse y Shizuo de tenerlo junto a el, ambos cayeron a la cama como costal de papas. Ambos se encontraban agitados en la cama y desnudos, aun no se habían cambiado.

Nadie tiene que saberlo~  (Shizaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora