Jemma

Capítulo 12

EMMA

Me escabullí detrás del escenario, esquivando a los de seguridad, en mi mente solo había una cosa, debía de encontrar a Vanessa, ella me había visto, ella sabía que estaba aquí, solamente quería una cosa, quería volver a verla de cerca, tenía tantas ganas de abrazarla fuertemente, pero de repente una duda me invadió y ya no supe si seguir corriendo entre los camerinos mientras la buscaba o dar media vuelta, ¿qué pasa si ella no quiere verme? tal vez ella no quiera verme y por eso no intentó comunicarse conmigo todo este tiempo,  huyó por algo ¿no?

Han pasado tres años desde que no nos vemos, ella debe de haber cambiado durante todo este tiempo, ¿Cómo podía suponer que ella quería lo mismo que yo? Sin embargo, hace unos momentos ella me sonrío en el escenario, ella me recuerda,  eso lo probaría ¿verdad? Pero aunque me recordará, eso no significa que me siga teniendo el mismo cariño, Tal vez,  sólo soy yo la que se quiere aferrar a ella,  porque aunque nuestra amistad haya durado poco tiempo, con ella fue la única que me sentía en casa, durante mi estadía en La Academia.

Sacudí mi cabeza sacando esos pensamientos, no Emma concéntrate, más allá de si es tu amiga o no, de si te recuerda con el mismo cariño o ahora sólo eres una simple Cazadora de sombras más ante sus ojos, tienes que encontrarla,tienes una misión que cumplir. Suspiré, pasará lo que pasara tenía que encontrarla,  pero no podía engañar a nadie,  lo hacía más por mi que por la Clave. Miré a mi alrededor intenté adivinar cuál era su camerino, sí es que tenía uno propio, el lugar se estaba vaciando poco a poco, así que apenas quedaba gente, seguí repasando las puertas, pero no veía ningún nombre o algo escrito sobre ellas, estaba caminando por el pasillo cuando unas manos me detuvieron por los hombros, me gire para ver quien era y vi que era un hombre de seguridad, maldecí internamente.

- No puede estar aquí, vuelva al bar - me dijo con voz fría, mientras me tiraba del hombro hacia atrás para hacerme retroceder, di un par de pasos torpes para evitar caer, levante la mirada enfadada, pero me tranquilice, debía alcanzar a Vannessa antes de que se fuera.

- perdón pero necesito hablar urgentemente con Vannessa, con permiso - intenté pasar a su lado, pero me obstruyo el paso con su cuerpo, me volvió a regresar pero ahora con más fuerza, haciéndome chocar con alguien, cuando levanté la mirada para ver quien era, pude ver como Julian fulminaba con la mirada al de seguridad, me ayudó a ponerme de pie correctamente y cuando iba volver a hablar, ví como alguien se acercaba por la espalda al guardia, era ella.

- Cris, esta bien - dijo ella dulcemente mientras se ponía entre nosotros, me miro sobre su hombro y me sonrió, después miro a mi compañero con algo de desconfianza - están conmigo no hay problema - el hombre abrió la boca para reclamar, pero la chica contestó antes de eso - si te metes en problemas por esto, solo dí que yo les di permiso - el guardia bufó con molestia y se hizo a un lado para dejarnos pasar, la chica nos hizo una señal para que la siguiéramos, nos llevó a la puerta del fondo, entró ella primero y desde adentro nos invitó a hacer lo mismo.

El último en entrar fue Julián, hasta que se cerró la puerta fue que ella se giró a vernos, primero examinó con cuidado a mi acompañante, él se quedó en silencio y replicó el actuar de la chica, yo di un vistazo al lugar, había otra puerta a un lado, supuse que llevaba a un baño, a un lado de esta puerta estaba un tocador, arriba de este una mochila negra abierta, supuse que estaba guardando sus cosas para irse, en la pared paralela a la del tocador había un sillón de dos plazas, en la cual habían juguetes y otra mochila más pequeña. Dejé de mirar el lugar cuando sentí una insistente mirada sobre mí, gire mi cabeza para ver quien era, ví como Vannessa me miraba con una mezcla de asombro, miedo y alegría, casi como si creyera que soy un fantasma o un holograma, le devolví la mirada con la misma intensidad, tenía tantas ganas de lanzarme a sus brazos, pero era como si estuviera pegada al suelo, estuvimos así por unos momentos, hasta que ella se movió primero, después yo di un paso, después otro hasta que finalmente ambas nos lanzamos a los brazos de la otra.