Capítulo 17

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EMMA

Bajamos del auto. Nos separamos para revisar el perímetro. Parecía limpio. No había rastros de demonios. Nos parecía extraño que los chicos hayan detectado algo aquí. Parecía que no había nadie ni nada. Incluso los alrededores estaban vacíos. A menos que hubiese algo en el mar. Ya que estábamos cerca de este al este lugar era como un acantilado el cual daba hacia este lugar. Lo único raro que había allí, era lo que parecía ser una puerta hacia una especie de cueva. Íbamos a entrar pero preferimos asegurarnos de que no nos sorprendiesen al salir. Tal parecía que estaba limpio. Aunque tenía un mal presentimiento.

- No veo nada raro en este lugar - dijo Lya regresando a mi lado. La miré y asentí.

- Deberíamos entrar - dije señalando la puerta - el sol está apunto de irse. Cuando salgamos será más peligroso, por eso mismo no creo que nadie venga en estos momentos - vi como lo pensó por unos momentos. Después asintió.

Decididas nos adentramos a la cueva. Con precaución de que no hubiera nadie en el interior entramos. Entramos a una habitación amplia, las paredes eran parte de la piedra del acantilado. Nos fijamos con atención en todo nuestro alrededor y lo primero que estaba a la vista era un estante con lo que parecía ser ropa doblada, además de un par de estantes y la ligera marca de otra puerta. Nos miramos extrañadas y nos dispusimos a ver lo que había en este lugar. Yo me acerqué al estante donde estaba la ropa ceremonial. Parecía como si fuera ropa para algún rito o hechizo. Por la forma de la ropa podría decir que es para mujer. Aunque también había una más pequeña. Como si fuera para un niño pequeño. Había un par de túnicas más sin embargo eran lo mismo. Solamente parecían ser hechas para un hombre. No había gran cosa. Tenía un mal presentimiento pero solo era eso. Un presentimiento.

- Emma - llamó mi compañera desde el otro lado de la habitación. Ella había revisado los estantes que estaban en la habitación. Me gire para verla y me fije que estaba sosteniendo una puerta. La misma que había notado la tenue marca al entrar. La había abierto y la sostenía para evitar que se volviera a cerrar - Mira esto.

Me acerqué a ella y juntas cruzamos la puerta. Esta nos llevaba a un largo pasillo, el cual estaba tenuemente iluminado y era un poco estrecho. No podíamos caminar las dos a la par. Lya iba adelante iluminando con la linterna de su teléfono. Caminamos unos minutos por este pasillo. Se sentía la humedad en el lugar y como si estuviéramos bajando, ya que el suelo se sentía ligeramente más inclinado que antes. Al final de este pasillo salimos a una nueva sala grande. Parecida a donde estábamos anteriormente. Esta parecía estar bajo el mar, lo cual explicaba porque sentíamos que estábamos bajando mientras cruzábamos el pasillo. Ya que sus paredes, las cuales eran de cristal, se podían ver perfectamente como estábamos rodeados de agua. Permitiéndonos ver el mar desde cualquier parte de la habitación. Sería una vista hermosa. Si tan solo no le tuviera miedo al mar. Tragué saliva. Respire hondo y me adentre al cuarto lentamente. Mi compañera ya estaba inspeccionando el lugar desde que llegamos, ni siquiera se había dado cuenta de que me había quedado atrás.

- Este lugar es hermoso - dijo mirando hacia el techo. yo solo murmure un sí con pocas ganas. Me miró y sonrió - jajaja - rió suavemente - tal vez si no le temieras al mar, también te parecería lindo.

- ¿Cómo... - le pregunté confundida, ella solo sonrió y se giró para seguir viendo lo que había aquí.

- Con el tiempo aprendes a ser observador y te das cuenta de algunas cosas - sonreí para mis adentros e imité su actuar investigando lo que había en el lugar.

En el centro del lugar había una mesa con muchas cosas sobre estas. Me acerque a esta para inspeccionar las cosas sobre la mesa. Al ver todos los instrumentos e ingredientes, los cuales no sabía que era y mucho menos para que servían, te hacía pensar que alguien se estaba preparando para realizar un hechizo.

JemmaWhere stories live. Discover now