Jemma

Capítulo 20

LYA

- Como saben, y si no lo sabrán ahora, mi madre murió unos días después de que nació Evelyne. Papá dijo que había tenido complicaciones durante el trabajo de parto. Estuvo con nosotros unos días más, hasta que su cuerpo no lo soporto más y finalmente falleció. Desde ese entonces fuimos solo nosotras y mi padre. Aunque mi padre estaba destrozado por la muerte de mamá, nuestra infancia fue linda. Mi padre se encargó de hacerla magnífica. Si les soy sincera. Ni siquiera recuerdo como era mamá. La única fotografía que tenía de ella, la dejé en el instituto y no la he vuelto a ver desde hace cinco años.

-- Nosotras no crecimos en la cuidad en la que nacimos. Tiempo después de que mamá muriera nos mudamos al Instituto de Paris donde conocimos a los Waytree. Con el tiempo nos convertimos en grandes amigos.  A los 10 años yo me convertí en Parabatai de Vannessa. Sin embargo, mi padre era buscado por una manada de lobos - me quedé callada por unos momentos mientras pensaba como explicar lo que tenía que decir - Bueno, no solo a mi padre si no a mi hermana y a mi también.  Por está razón nos fuimos al instituto. Mi padre lo hizo como una forma de alejarnos de ellos y que no pudieran encontrarnos. Y funcionó, hasta que la guerra oscura detonó.

- ¿Por qué les perseguían? - me preguntó Emma. Ladee un poco mi cabeza intentando recordarlo. Mi padre me lo había dicho hace tanto tiempo que ahora un poco borroso.

- Por lo que recuerdo que mi padre me dijo cuando era pequeña. Es que mi abuelo durante una de sus últimas misiones que realizó. Se encontró con esta manada y parecían estar en problemas. Y aunque logro ayudar y mantener vivos a la mayoría. No pudo salvar al padre del actual líder de la manada. Que en ese entonces era el líder. Por lo que desde entonces ellos les buscaban para darles el mismo destino a nuestra familia. Como una forma de venganza hacia nosotros. Nos querían muertos. Bueno, nos quieren muertas - ella asintió y seguí contando la historia - Paso el tiempo y mi padre no nos permitía salir del instituto sin la compañía de algún adulto. Ya que la manada podría hacernos algo. A pesar de que aún no sabían que estábamos allí. Aunque teníamos esa regla, de vez en cuando Lya y yo escapábamos del instituto y nos paseábamos por la ciudad, volvíamos antes de ser descubiertas. Teníamos una buena vida pero - bajé la mirada - nada dura para siempre. El día que Sebastián atacó el instituto Vanne y yo nos habíamos escapado del instituto por un rato.

-- Cuando llegamos entramos por la puerta trasera. Aún no nos dábamos cuenta de lo que había pasado. Entre risas llegamos al salón principal. Donde estaban las escaleras para poder irnos a nuestros cuartos. Fue ahí donde vimos como Sebastián convertía a mi padre y a los Waytree en cazadores de sombra Oscuros, o así creo que les llamaron. Mi Parabatai y yo nos alarmamos. Nos escabullimos en busca de nuestros hermanos y los encontramos siendo resguardados por una señora que no conocíamos. Lo único que supimos de ella fue que era una amiga cercana de papá. La cual acababa de tener a su pequeña hija y la había ido a presentar con mi padre - Tomé una bocanada de aire. Esto me era complicado de contar. Me di cuenta que la mano de Emma no había dejado de tomar la mía dándome así apoyo - Ella nos reconoció de inmediato y nos dijo que entráramos al cuarto y que no saliéramos por nada del mundo. Nosotras éramos las mayores. A pesar de que Vanne y Ángel son mellizos ella es la mayor de ambos.

-- Entramos al cuarto y vimos a mi hermana cargando a una pequeña bebé. En su hombro veía que tenía una pañalera. Se veía asustada. En ese entonces tenía tan solo diez años. La señora volvió a entrar y nos dijo que saliéramos por la ventana. Estábamos en el primer piso así que no había mucho peligro. Nos ordeno que corriéramos hasta su departamento y no saliéramos de ahí hasta que nos fueran a buscar. Nos dio unas llaves y nos dijo donde estaba y nos apresuro para salir de ahí. Le dio un último beso en la frente a la bebe y dejamos atrás el instituto. Estuvimos en el apartamento cerca de una semana sin salir. Pasaron otras dos semanas esperando que alguien fuera por nosotros pero nadie apareció. Salimos hasta que nos quedamos sin comida y debíamos salir si o si por esto.