Aún recordaba cuando nos estábamos mudando a la casa blanca y los chicos llevaban cosas pesadas con una facilidad que daba miedo, sin embargo me pareció gracioso que ese día en mi afán de ayudar terminara rompiendo un busto que simulaba ser Hércules, un semidiós supuestamente poderoso, en especial a lado de una pequeña niña que no tenía ni la mas mínima idea de lo que estaba haciendo. Recuerdo como rompía a llorar y sentí las manos de aquel a quien amaba acariciar mis mejillas y limpiar mis lágrimas con aquella calidez que aparecía cuando nos mirábamos a los ojos.
Eran recuerdos de cuando era una niña, tan lejanos ahora, y aún así eso solo me hacía desear algo. Un hijo...
Por más tonto que suene, quería tener un bebé, pero me aterraba hacer eso con Edward... Además, dudo mucho que aceptaría, tan caballero como siempre, antes muerto que hacerme daño.
SE ELEVA NÚMERO DE VICTIMAS MORTALES, LA POLICÍA TEME LA IMPLICACIÓN DE BANDAS CRIMINALES.
Me encontraba desayunando cuando vi aquello encima de la mesa, Charlie hace no mucho que se había ido, por lo que Edward me recogería en unos minutos. Fruncí el ceño al leer el reporte, me parecía extrañamente familiar...
Sin pensarlo mucho revisé a fondo la noticia mientras terminaba mi café con leche cuando Edward apareció en frente de mi.
-¿Qué lees preciosa?
Últimamente andaba bastante coqueto, sonreí a medias para luego pasarle el periódico.
-Un neofito suelto, ¿crees que pueda ser?
Asentí rápidamente.
-Pronto se cumplen 9 meses desde que la convirtieron, sería natural que estuviera loca por la sed. Aún así, son demasiados casos...
Murmuré, él solo dejó el periódico en la mesa y me tomó las manos mientras se arrodillaba frente a mi.
-Si es o no, no es de nuestra incumbencia al menos que regrese por aquí, ahora ve a lavarte los dientes, no nos preocupemos más por eso. Asentí después de soltar un suspiro y subí las escaleras en dirección al baño. Una vez mis dientes se encontraban limpios y brillantes, bajé y me dirigí a la puerta, allí se encontraba apoyado frente a su auto con mi mochila en mano.
Cerré con llave y una vez en marcha, decidimos conversar un poco más acerca de este tema...
Hasta que tocó el tema de Alaska, era cierto que el frío ya no me afectaría al ser una de ellos, pero aún así...
-Podríamos comer lobos.
¡Desgraciado!
-¡¿Cómo te atreves?!
Grité mientras que lo escuchaba reír a carcajadas, me di cuenta de que realmente extrañaba esto, extrañaba sentirme feliz a su lado.
-¿Tú que crees?
Me preguntó él repentinamente, fruncí el ceño y le miré.
-¿Acerca de comer lobos?
Volvió a soltar otra carcajada,
-Claro que no...
Lo noté nervioso, comenzó a tamborilear los dedos en el timón.
-Si en algún momento, alguien escribiera un libro acerca de nosotros, ¿crees que estaríamos a la altura de Romeo y Julieta o de Elizabeth y el señor Darcy?
Parpadeé un par de veces...
-Creo que nosotros también somos un poco desastrosos igual que ellos, solo esperemos no terminar como Romeo y Julieta. Fijémonos en terminar como Elizabeth y el Sr. Darcy. Amándonos, casados y felices.
ESTÁS LEYENDO
Estrella fugaz ||Edward Cullen y tú|| ||3° Libro|| ||Saga Crepúsculo||
FanficEn donde Miranda intenta tener una vida normal mientras que Edward quiere recuperarla, y termina metida en problemas nuevamente. -¡Fruta vida! -¡Sin groserías! Advertencias: -Miranda es de mi completa autoria, pero el resto de personajes le pertenec...