Tal cual lo habían prometido, me habían contado todo lo que harían por ahora, después de todo solo eran un par así que no había mucho problema. Estarían vigilándome todos los días a mi y a Charlie, una vez que este vendiera la casa regresaría con ellos donde estaría todavía más protegida.
Aquello no me hacía sentir tan calmada, pero algo era algo.
Nuevamente esa noche me encontraba conversando con Alice, ella se preguntaba qué demonios me había hecho en el cabello, y es que en vista de que tenga que huir no quería dejar evidencia. Ella se quedaría conmigo esta noche porque Edward había salido a cazar con sus hermanos, y estaría fuera durante todo el fin de semana. Mientras yo me enfrascaría en terminar de absorber todo el conocimiento que necesitaba...
Viendo cómo hacer trampas con Alice.
Sin embargo ella también tenía que ir a cazar algo por lo que rápidamente me quedé completamente sola en casa, todavía era de día y no había nada qué hacer realmente. Así que solo me eché en la cama a jugar un poco con la nueva consola que me habían regalado por mi cumpleaños próximo, cuando sentí algo extraño.
Era esa sensación de alguien viéndote a la distancia, pero no había nadie en mi cuarto ni mucho menos en la casa, probablemente no había nadie a 3 km a la redonda.
Sentí el miedo invadir mi cuerpo junto a la repentina soledad, y nuevamente aquella mirada en mi nuca.
-¡Hola!
Solté un grito tremendo que hasta vi algunas aves salir de su escondite en los árboles, detrás del inmenso chico de piel cobriza que se deslizaba por mi ventana como si fuera un enorme gusano mientras que estallaba en carcajadas.
-¡No vuelvas a hacer eso, estúpido!
Grité mientras que le lanzaba cada una de mi almohadas y lo golpeaba con un cuaderno, sin embargo sabía que no le haría nada por más que quisiera.
-¡¿Entonces me vas a decir POR QUÉ ENTRAS POR LA VENTANA COMO UN MALDITO ACOSADOR?!
Estaba alterada... ¿¿Quién podría culparme?? Por un momento creí que Victoria o Bella aparecían en la ventana, él solo se desparramó en el suelo usando una de mis almohadas para acomodar mejor su cabeza.
-¡Hey! ¡Tu familia hace lo mismo y no les dices nada!
Bufé.
-¡Porque al menos ellos no me dan un susto de muerte! ¿Sabes lo que pasaría si este corazoncito se para?
Luego de un rato ambos nos echamos a reír a carcajadas.
-Ya, ahora si dime, ¿por qué estás aquí? Creí que no tenías permitido venir desde aquel día.
Cómo olvidar lo que ocurrió hace una semana, en la que Edward celoso apareció y les lancé un plato a cada uno... Que buenos tiempos.
-Yo voy y vengo cuando quiero, no necesito permiso de nadie. Pero, lo hice porque te quedaste sola, y me lo pidieron de forma muy amable.
Pinches panes de Dios que me cargo encima.
-¿Entonces si no te lo hubieran pedido no hubieras venido?
Él sujetó uno de mis peluches y comenzó a jugar con él, dándome escalofríos.
-Habría venido, pero de mala gana.
Aún parecía un niño, decidí echarme en mi cama mientras que le veía fijamente.
-¿Me vas a decir que pasó el fin de semana que estuve fuera?
Él suspiró para rápidamente apoyarse contra la pared.
-Embry, Quil y yo estábamos de patrulla el sábado por la noche, solo algo rutinario, cuando allí estaba, saliendo de ninguna parte, ¡bum!, una pista fresca, que no tenía ni quince minutos -alzó los brazos y remedó una explosión.- Sam quería que le esperásemos, pero yo ignoraba que tú te habías ido y no sabía si tus chupasangres estaban vigilando o no. Así que salimos en su persecución a toda velocidad, pero cruzó la línea del tratado antes de que pudiéramos cogerla. Nos dispersamos por la línea esperando que volviera a cruzarla. Fue frustrante, te lo juro -movió la cabeza y el pelo, que ya le había crecido desde que se lo había rapado tan corto cuando se unió a la manada, le cayó sobre los ojos-. Nos fuimos demasiado hacía el sur y los Cullen la persiguieron hacia nuestro sitio, pero solo a unos cuantos kilómetros al norte de nuestra posición. Habría sido la emboscada perfecta si hubiéramos sabido dónde esperar.
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Estrella fugaz ||Edward Cullen y tú|| ||3° Libro|| ||Saga Crepúsculo||
Fiksi PenggemarEn donde Miranda intenta tener una vida normal mientras que Edward quiere recuperarla, y termina metida en problemas nuevamente. -¡Fruta vida! -¡Sin groserías! Advertencias: -Miranda es de mi completa autoria, pero el resto de personajes le pertenec...