Mis sueños no paraban de mostrarme lo que contaron las leyendas, pero me negaba a que ese fuera mi destino, Edward era un exagerado pero siempre cumplía con lo que decía. Las visiones de Alice eran algo que estaba sujeto a nuestras decisiones, y durante meses habían sido las mismas, se celebraría mi boda y después mi conversión, ese era mi destino.
El que yo escogí, y aun así no pude evitar tener pesadillas donde mis dos familias se enfrentaban por mi causa, por mi culpa. Todo por haber roto el tratado, ¿pero realmente el tratado se rompería si era mi propia decisión?
Era mi libre albedrio, y yo podía usarlo como yo creía que era correcto, y para mi ser vampiro era lo mejor.
¿Pero realmente lo valía?
Abrí los ojos en medio de la oscuridad, escuchando como alguien dejaba caer algo detrás de mi, entonces encontré sus ojos dorados observándome con preocupación. Recordé la orden que le impuse hace años, aquella noche que lo vi en mi ventana antes de perderlo todo por primera vez. Abrace a Edward con tanta fuerza que sentí mis brazos comenzar a doler mientras que lloraba, me negaba rotundamente a dudar de mi decisión, disculpándome una y otra vez sin saber porque.
Me negaba a morir.
La mañana siguiente llego bastante rápido, y si era sincera, me la había pasado conversando con Edward todas aquellas horas acerca de muchas cosas, el refugio de sus brazos era lo que necesitaba en ese momento. Sin embargo ahora mismo me encontraba en la bañera con Alice dando un concierto usando la pequeña ducha que usábamos para enjuagar nuestro cabello, Rosalee detrás de mi lavándome el cabello, y Esmee secundando a Alice moviéndose de un lado a otro.
Si no fuera porque literalmente crecí con ellas 3 ayudándome a bañar, esto me parecería muy extraño, aunque he de admitir que era algo de lo mas divertido cuando querían acompañarme.
En tan solo unos días seria la graduación, por lo que ya me intuía lo que Alice quería hacer para ese día, o mejor dicho esa noche. Sabia bien que no importa que, no me dejarían dormir, por lo que tenia que planear como hacer para dormir toda la tarde después de la graduación.
Por lo que llegado al instituto me quede observando el poster donde se dejaba ver la fecha y hora, junto con los requisitos, de la graduación. Mientras que Alice no paraba de parlotear con Edward intentando atraparla, como alguna vez dije, son rápidos incluso a velocidad normal.
-No entiendo como algo tan pequeño pueda ser tan insoportable.
Alice y yo reímos mientras que pensaba en sus regalos de graduación, que le puedes dar a un vampiro que puede tener un auto de lujo si lo desea?
-Es un don, y no te preocupes Mira, lo que sea que me des estoy segura que me gustara.
Sonreí mientras que caminábamos hacia el auto, todavía encerrada entre ambos, dándome cuenta de que efectivamente no faltaba mucho tiempo.
-¿Te encuentras bien?
Me encontraba sentada en un sillón de mi habitación, ignorando completamente la laptop que se cernía en mis piernas esperando que le de un ansiado final al cuento que debía de entregar mañana cuando Edward me saco de mi ensimismamiento.
-Si, eso creo...
-¿En que piensas?
Pregunto de forma cortes sentándose a mi lado y apoye mi cabeza en su hombro.
-¿Crees que estoy lista?
Pregunte sin pensar, no dudaba de mi decisión pero... A lo mejor si lo hacia.
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Estrella fugaz ||Edward Cullen y tú|| ||3° Libro|| ||Saga Crepúsculo||
Hayran KurguEn donde Miranda intenta tener una vida normal mientras que Edward quiere recuperarla, y termina metida en problemas nuevamente. -¡Fruta vida! -¡Sin groserías! Advertencias: -Miranda es de mi completa autoria, pero el resto de personajes le pertenec...