Capítulo 6

586 58 5
                                    

Aquí vamos, tratando de tomar de nuevo el ritmo de actualización semanal ;D

¡Que disfruten!

Capítulo 6

~*~

Lo pensara por donde lo pensara, era una locura. Un resultado bizarro que todavía parecía irreal. Todo y que había tres pruebas con el mismo resultado.

Embarazo.

Ni más, ni menos.

Casi parecía que la vida se burlaba de él.

Probablemente al ser transformado en una criatura sobrenatural, también le habían legado una enfermedad mental.

Locura, precisamente.

A tal grado, que incluso desarrollaba síntomas y hormonas de embarazo.

― No tengo idea de qué hacer con esto. ― Suspiró, sentado en el retrete, con las cinco pruebas positivas distribuidas en el borde de la tina de baño.

Estaban hospedados en un hotel, como cada noche desde hace una semana, en continuo movimiento para evitar ser localizados por el linaje Diacu, quienes ya no solo buscaban su cabeza, sino también la de su amante.

Y era una mierda, honestamente hablando. Es más, ¿por qué eran los licántropos los únicos cazándole? ¿qué hay del vampiro que lo convirtió? ¿ningún clan debería mostrarse ofendido por todo esto? Buckley está seguro, aunque nadie (Eddie y Chim) dice nada, de que la pequeña aventura que se han montado ya es de conocimiento para los vampiros también. Una apertura que no deberían desdeñar dada la guerra interminable entre ambas razas, ¿no?

― Ya sé que Eddie dijo que los vampiros suelen convertir a otros solo para que seamos peones desechables, pero aún así, al menos quiero saber quién fue.

No fue ningún vampiro, Evan.

Escuchar de nuevo esa voz en su cabeza le hizo saltar de impresión. Y preocupado por su cordura. Se puso de pie por inercia, antes de que la voz sonara de nuevo en su pensamiento.

Un vampiro pensando que enloqueció. Como si ser un vampiro no fuera ya por sí mismo signo de locura para cualquier humano. ― La voz incluso sonaba sonriente, como si estuviera burlándose de él.

Y bueno, debía hacerlo. Pero su inconsciente, entregado a la demencia.

― ¿Quién eres? ¿Por qué estás en mi cabeza?

Buckley miró en todas direcciones, incluso agudizó la mirada, observando a detalle cada rincón, casi como si buscara cámaras al mero estilo película de espías. Porque de lo contrario, no tendría más opción que creer lo que concluyó antes.

Ha enloquecido.

Una risa femenina resonó en su pensamiento. Y luego, finalmente, una silueta se dibujó frente a sus ojos. Una mujer guapa de tez tostada, cabello negro trenzado finamente y brillantes ojos marrones. Un vestido blanco largo hasta los tobillos, de tirantes y liso, cubría el cuerpo femenino. Silueta casi etérea, como un espejismo emergiendo en las calurosas olas del desierto.

― ¿Quién...?

El nombre no importa mucho, he sido llamada de muchas maneras. Lo que debes saber, Evan Buckley, es que tendrás un hijo. El primer híbrido, lo mejor de mis preciados legados.

― No entiendo.

Fui yo quien le dio vida a vampiros y licántropos. Sejmet y Anubis solo complicaron las cosas, esos dioses estúpidos. ― Cuando la mujer dijo aquello con tono hosco, el rubio juró ver una segunda silueta superponerse sobre ella, como una leona rugiendo con furia. ― Les dejo un regalo tan extraordinario y ellos solo lo utilizan para sus propios beneficios. Dioses ignorantes y egocéntricos.

DARK CHAINS IN THE HEARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora