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13 de diciembre, cerca de navidad y cerca de mi cumpleaños. Tenía que volver, claramente, hacía un año que no veía a mi familia y amigos, no había podido ir en el verano porque me quedé trabajando en el café de mi mejor amiga, Luna, la conocí el primer día de universidad y ella estaba igual de rota que yo. Su historia ya es aparte.
El llamado de la azafata indicándome que habíamos llegado interrumpió mis pensamientos, estaba aquí. En el lugar donde fuí tan feliz y tan triste a la vez.
Al bajarme del avión, prendí mi celular encontrándome con varios mensajes de Luna.
Lunática:-espero que hayas llegado bien estúpida, te llamo más tarde. Te amo.
Julie:-Qué cariñosa y afectuosa que eres, espero tu llamado por la noche. También te amo.
Saliendo de la sala de aterrizaje, pude visualizar a mis padres, bastante emocionados buscándome con una sonrisa en sus rostros. Me hicieron sonreír a mi.
—¡Oh Julie!
Mis padres corrieron hacia mi, y al abrazarlos pude dejar ir cualquier pensamiento oscuro que rondaba por mi mente. Simplemente, ellos eran la mejor solución a todo.
Ya subiendo mis maletas al auto, me tomé el atrevimiento de mirar detenidamente el parque. Podía revivir con mi mirada la primera vez que lo ví en persona.
Al hermoso Leo, no a Johnny.
Bueno un poco si a Johnn.
Mi Johnn.
Su Johnn.
Su novia.
¡Mierda Julie, eres patética!
Pensé haber visto algo o alguien, pero cuando me giré para comprobarlo, no había nadie. Qué raro.
El auto iba pasando casas, pude distinguir la casa donde fué la fiesta de Halloween tan icónica. Lágrimas invadieron mis ojos pero no bajaron, ya era casi automático cada que iba a llorar por él. Me lo prometí a mí misma, y ahora estoy intentando no arruinar mi sol con la misma tormenta otra vez.
Si se preguntan, ¿Y tu arcoiris? Mi arcoiris todavía no aparece, sigo buscándolo como loca sin éxito. Llegamos a casa, uno de los lugares que más recuerdos contenía.
Subí a mi cuarto para acomodarme, y el pasado pegó como un fuerte y duro muro. Esto es difícil.
¿Estará aquí? Le encantan las navidades con su familia y no creo que se pierda alguna por su tour. No le podía fallar a su familia, eso no era propio de Johnny.
Igualmente ya no sabía qué esperar de él. No sabía si había cambiado estos años fuera y eso era a lo que más le temía; temía haber perdido a mi chico tan cálido y fiel.
—Julie, baja un momento.
Bajando me encontré a sus amigos, entre ellos, Lauren, quién me dió un abrazo tan fuerte que por poco mis pulmones dejan de funcionar.
Y no, no me pareció raro abrazar a mi ex cuñada, porque somos amigas y punto.
—Iremos a cenar esta noche por tu cumpleaños—dijo Nadia.
—Pero si cumplo mañana—dije extrañada. ¿Lo habrán olvidado?
—Ya sabemos, pero estaremos ocupados mañana—dijo Kenzie.
Auch, mis amigos no estarán disponibles en mi cumpleaños. Wuju.
Forcé una sonrisa—No pasa nada.
Después de pasar lo que quedaba de la mañana con ellos, almorzamos y cada uno se fue a su casa. Excepto Lauren, ya que su familia venía a pasar la tarde a casa.
En mi tiempo fuera, los Orlando y mi familia se unieron. Ambos estaban experimentando esa fea sensación de tener a un hijo lejos, y nuestros padres se hicieron mejores amigos.
—Oye Julie, cuéntame, ¿Cómo te ha ido? No hemos hablado mucho desde que me abandonaste aquí.
Reí antes de contestar—Bien, estudio y cuando puedo, ayudo a mi amiga Luna con su cafetería.
—¿Cómo es Luna? La he visto demasiadas veces en tu Instagram—dijo curiosa y la sonrisa nunca se fue de mi cara.
—Ella es genial, la conocí en la universidad y ambas nos ayudamos mutuamente con nuestros problemas. Es una de las personas más directas y divertidas que conozco, se parece mucho a tí, no dudo que serían grandes amigas.
—Me encantaría conocerla—dijo con una sonrisa entusiasta.
—Quizás para el verano puedes venirte y lo pasas con nosotras. Te aseguro que nunca te aburrirás una tarde o noche con ella.
—¡Si por favor!—exclamó y me abrazó. Reí, extrañaba tanto a esta rubia.
Cuando dieron las cuatro de la tarde, el timbre sonó y mi corazón se aceleró. Sin razón obvio, hacía mucho que no veía a los Orlando.
—¡Hey, llegaron!—exclamó mi madre entusiasmada de ver a sus amigos ahí.
El señor Orlando y mi padre, se dieron un abrazo y las hermanas de Johnny me abrazaron también fuertemente. Mi ex suegro junto con mi ex suegra fueron más pacíficos pero a la vez muy cálidos conmigo.
—Julie querida, estás hermosa.
—Gracias señora Orlando—dije mirándola con una sonrisa después del gran abrazo.
—Oh, ¿Qué te dije hace tiempo? Fuera las formalidades linda—dijo y reímos.
No pensaba que él fuera a venir. No hasta que lo vi cruzar esa puerta.
—Lo lamento, no se me hizo fácil estacionarme con toda la nieve—su voz no parecía la de él. Se había puesto más grave y ronca.
Santa virgen de los pensamientos impuros perdóname por decir esto.
Pero estaba jodidamente sexy.
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Segundo capítulo de Always.
Les quería que voy a poner Leo en edición. No le puse el empeño suficiente.
Y Johnny se pone más lindo con cada segundo que pasa.
