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"DESPUÉS DE TANTO TIEMPO"

Otra vez, volvía a soñar con ella y sus ojos oscuros

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Otra vez, volvía a soñar con ella y sus ojos oscuros. ¿Qué me pasaba?

Después de todo, ha pasado mucho tiempo y sigo sin poder sacármela de la cabeza. Sus bellos ojos cristalizados por mi culpa, su voz quebrada y sus palabras tan desgarradoras.

Años, Johnny Orlando, han pasado años y tú si quiera has pensado en escribirle.

Oh, si no lo hubiera pensado bien ya le habría escrito. Sé que si me intentaba comunicar con ella iba a mandarme al carajo. Y me lo merezco.

Pero realmente, ¿Merezco seguir torturándome por ello?

Y la respuesta es que si, lo merezco. La dejé sola cuando ella más me necesitaba, y lo que más duele es que ella quería que cumpla mi sueño, pero yo como imbécil, lo destruí todo.

Todo por una simple chica para nada comparada a ella. Ni a los talones le llegaba. Nadie puede superar a Julie, a mi Julie.
¿Si la sigo amando? Pues claro, y eso es algo que voy a hacer toda mi vida. Hasta cuando vea a mis nietos correr por el jardín de mi casa, siempre voy a imaginarme con ella al lado. Viendo a nuestra familia crecer.

Todos mis pensamientos y sueños fueron interrumpidos por la alarma.

Debo volver.

Después de una ducha, salí buscando qué ponerme. Era invierno y nevaba fuertemente, como aquella vez.

El viaje fue tranquilo. Todos iban sumergidos en sus pensamientos. Jack, mi chófer, me dejó en casa. Diciembre llegó y la navidad estaba a dos cuadras. Y en mi casa eso podía notarse. Aunque halla un frío polar, el ambiente siempre va a ser cálido, y esa es una de las cosas que más amo de volver a casa.

Abrí la puerta, y dejé mis maletas en el recibidor al escuchar murmullos y risas en la sala.

—¡Johnny!—gritó mi madre al verme, y todos se levantaron a abrazarme.

La bienvenida más calidad y hermosa de todas. Aunque me faltaba algo.

Siempre tenía esa necesidad de vacío, y sólo había una persona que la podía llenar.

—¡Johnny! Qué gusto verte—dijo el señor, esperen, ¡Es su papá! Los padres de Julie están aquí. Eso significa que...

—Oh querido, ella no pudo venir, las cosas por la universidad están ajetreadas—dijo mi ex suegra con una mueca triste.
Después de la cena, subí a mi antiguo cuarto para acomodarme.

Wow, las cosas siguen iguales y los recuerdos intactos. Podía seguir sintiendo su aroma y sus risas. Su esencia estaba impregnada a lo largo de toda la habitación.

Quise llorar, pero me mantuve fuerte.

En realidad intentaste no parecer patético, Orlando.

Su voz se había vuelto mi consciencia desde ese día.

Al día siguiente, me levanté temprano para ir a correr, si, con nieve.

Mis pensamientos me cegaron, entonces tuve que correr más fuerte y más lejos.

Los recuerdos pasaban como flashes, malos y buenos, divertidos y aburridos, de todo tipo.

Llegué hasta un parque y no me di cuenta de eso hasta que ví un banco mojado por la nieve. Me senté en él sin importar que esté frío y húmedo, y me dispuse a mirar el paisaje que otorgaba el parque lleno de nieve. Desde aquí podía visualizarme hace varios años atrás, con Leo envuelto en su traje de oso. Ayudando a levantar a una chica misteriosa que se había caído por culpa de mi Leo. Perdiéndome en sus ojos.

Carajo.

Las lágrimas azotaron mis ojos, y no pude evitarlo más.

Lloré, lloré como hacía todas las noches después de ese día tan doloroso. Lloré a los gritos, porque la extrañaba. Después de un rato me calmé, pero las lágrimas seguían cayendo y yo miraba un punto fijo en el suelo.

Necesitaba sentirla, al menos de lejos. Y lo hice.

Su risa llegó a mis oídos, y me alarmé, ¿Estaré loco?. Al darme la vuelta me di cuenta de que no lo estaba y efectivamente ella estaba aquí.

El aeropuerto estaba una cuadra adelante y el auto de sus padres se encontraba estacionado a unos metros. ¿Me habrán visto? Supongo que no.

Después de guardar sus maletas y subirse al auto, arrancaron en dirección contraría hacia mi ubicación. Quise correr y seguirlos, pero ya era tarde.

Se habían alejado mucho, al igual que ella.

Se habían alejado mucho, al igual que ella

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PRIMER CAPÍTULO DE ALWAYS.

Qué emoción. Estoy llena de ideas, y espero que haya sido de su agrado el sufrimiento de nuestro bello Johnny

Always; JODonde viven las historias. Descúbrelo ahora