CAPÍTULO 6

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—GUARDAESPALDAS—


Dos semanas y tres días habían pasado desde que Jeon Juwon fue amenazado y luego golpeado por unos ladrones en la calle que, al verlo débil, quisieron aprovechar para robarle lo poco que tuviera. Presentó una denuncia y los policías, para sorpresa de algunos, capturaron a los delincuentes en un semana, devolviéndole una que otra pertenencia a su legítimo dueño.

Además, una semana y cinco días habían transcurrido desde que Jeon Jungkook comenzó a tener guardaespaldas. A los que al joven alfa pura sangre le gustaba referirse a ellos como "hombres innecesarios y que solo interrumpen mi paso" cada que conversaba con su padre del asunto de los cinco betas que lo seguían de aquí para allá, aun estando con sus amigos.

Para el chico de veinte años le parecía casi absurdo que estuvieran protegiéndolo como si él mismo no supiera, o no pudiera, hacerlo. Practicó artes marciales mixtas cuando era más joven, incluso defensa personal, y actualmente entrenaba boxeo después de las clases en la Universidad.

Sí, era verdad que nunca se metió en una pelea real, pero no era culpa suya que sus demás compañeros le tengan cierto miedo a que usara su voz de mando con ellos o al simple hecho de involucrarse en una contienda contra un alfa puro.

El castaño no estaba molesto, pero tampoco feliz, con la decisión que su progenitor optó para su protección.

Cuando se dirigía a sus clases por las mañanas, los hombres altos con trajes negros lo rodeaban y alejaban a cualquiera de su camino. Solamente faltaría que también se metieran a la Universidad para que no lo dejen ni siquiera ir al baño solo. Cuando salía del plantel, la cosa era la misma, ellos casi pisándole los talones mientras volvía a casa para practicar con su entrenador personal de boxeo.

Estaba comenzando a cansarse de la situación, así que no tuvo mejor idea que hacerle caso a sus amigos y salir ese Martes más temprano, y de forma cuidadosa, para evadir a los guardaespaldas que siempre lo esperaban puntualmente en la entrada cada que era hora de salida.

Al principio no quiso acceder, pero a medida que las horas pasaban, además de las insistencias y que Taehyung lo llamara también para apoyarlos y decirle que se reuniría con ellos cuando salieran, le hicieron cambiar de opinión.

A fin de cuentas, solo sería por esta vez que se iría a divertir con sus amigos a otro lado, sin protectores, como antes lo hacía. Nada malo podía ocurrir, ¿o sí?

Vaya que se iba a arrepentir.


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—TRABAJO—


En algún otro lugar, sin nadie más alrededor, se encontraban dos cuerpos calientes y sudorosos por la actividad física, siendo dueños de respiraciones agitadas y soltando largos suspiros. Acompañados de la música, melodías únicas y sin comparación, sonando desde una esquina de aquella sala de ensayo.

Un pelirrojo estaba apoyado en la pared, descansando un poco después de aquella dura coreografía que había creado junto al de cabello gris, quien se encontraba echado boca arriba en suelo, manteniendo los ojos cerrados y teniendo una elevación y disminución de tamaño en su caja torácica cada que tomaba y botaba aire.

►DAME SOLO UNA OPORTUNIDAD◄||국KOOKMIN민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora