Capítulo III

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Detuve mi auto frente al enorme edificio, LOMBARDI S&A, era el enorme nombre que tenia en grandes letras en frente del lugar, todos tomamos la decisión unánime de que se llamara de este modo en honor a Sara, aunque Antonelli también trabajo; ella ...

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Detuve mi auto frente al enorme edificio, LOMBARDI S&A, era el enorme nombre que tenia en grandes letras en frente del lugar, todos tomamos la decisión unánime de que se llamara de este modo en honor a Sara, aunque Antonelli también trabajo; ella reconocía que su mejor amiga  entrego alma, vida y corazón a este proyecto y si existía alguien quien pelearía con uñas y dientes por este lugar sería ella.

Los empleados eran nuevos, por lo que no me molesto mostrar mi identificación, hasta ahora ellos empezaban a familiarizarse con el ingreso a la empresa, por el momento todos los socios teníamos nuestro pase de acceso y una identificación que mostraríamos en la entrada, saludé a la recepcionista con un leve asentimiento y camine hasta el ascensor privado marcando el código de acceso.

Llegue al último piso de la oficina, encontrándome con el puesto de la futura persona que trabajaría mano a mano con mi novia completamente vacío, no encontraban a alguien que tuviera la disponibilidad para seguir el ritmo de Sara y las órdenes que ella daba a la velocidad de la luz; porque si yo me consideraba un jefe gruñón y exigente, ella era una bruja insoportable que nadie quería sacar de casillas.

-Sebastián ¿Qué haces por acá? - dijo Camile saliendo de la oficina de Sara- te aconsejo que si no quieres que te aviente por un precipicio mejor ni entres- confeso aterrada- hay muchísimo trabajo y los encargados del cáterin para la gala cancelaron de último minuto, estoy tratando de solucionarlo, ella está hecha una fiera- suspiro- un día más y será otra pobre alma quien se aguante a ese ogro.

- ¿Todos ya tienen asistente menos ella? - pregunte con burla y Camile asintió; la firma ya llevaba en funcionamiento unas tres semanas desde la última reunión que tuvimos y por ende a este punto Sara ya debía tener una asistente.

-Si no son muy irresponsables, son muy tontas- dijo Camile restregando sus sienes- hoy ella misma trajo a un muchacho para que Caterina lo entrevistara- mi ceño se frunció; no estaba completamente de acuerdo con que fuera un hombre quien trabajara al lado de mi mujer- es gay no te preocupes.

-Igual debo ir a verla- dije con una sonrisa- debo tratar unos temas de la gala de apertura- mentí un poco, porque el verdadero motivo era que  discutimos, ella asintió y me dio vía a libre; tome la manija de la puerta y la abrí con cuidado para no alertar a mi novia.

Su ceño estaba fruncido y su cuerpo ligeramente tenso, no estaba enojada como lo dijo Camile o quizás para ella si estuviese de ese modo; yo conocía a la mujer con la que quería compartir mi vida, estaba agotada, últimamente tenía que quedarse hasta tarde en la oficina, dormía muy poco y tuvimos varias discusiones por aquello.

Uno de los principales motivos por el que me encontraba acá era por aquello, discutimos en la mañana por su descuido con las comidas y por su falta de tiempo, ambos estábamos agotados y necesitábamos con urgencia un descanso, no la presionaría para tomarlo, así como en su momento ella me apoyó cuando asumí la presidencia, ahora era mi momento de demostrarle que servo mas que para hacerla gemir en la cama y llenarla de regalos.

Amando Lo Desconocido ( #2 Saga Amor prohibido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora