Dicen que el amor todo lo puede, desde que sea muy fuerte.
¿Estarán preparados para amar a lo desconocido? Luego de enamorarse de lo prohibido
Segundo libro de la saga, hay que leer enamorada de lo prohibido, para entender este.
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-Buenos y gloriosos días jefa- dijo Harry abriendo la puerta de mi oficina con una sonrisa plantada en su rostro, después de dos semanas era la primera vez que lo veía, primero porque Sebastián me tuvo en cama varios días y segundo porque Magnus no dejaba libre al pobre muchacho, vivía a sol y a sombra pegado al trasero del joven, para no dejarlo trabajar.
Toda la semana estuve bajo la atenta supervisión de Magnus, quien ahora estaba intentando cortejar y enamorar al jovencito, era tal su paranoia con el joven que contrato seguridad para este, aunque no le gustara, lo acepto por la paz de mi amigo; moví mi cuello agotada, debía terminar todo el trabajo para poder ir a descansar y estar fresca para el viaje de mañana.
- ¿Ese milagro de verte? - le pregunté con gracia, el viaje a Sicilia no se cancelo y Harry trabajo desde casa, la maraña de documentos y cosas se me acumulo, no me molesto hacer el trabajo de ambos hasta que se recuperara del mal trago que nos hicieron pasar y si queríamos viajar debíamos dejar todo listo.
-Logré escaparme del tierno gorila- dijo con esa sonrisa de enamorado- no me molesta que esté pegado todo el día a mí, pero realmente parece mi padre- bufo con exasperación- esta mañana tuvo que irse a resolver un "asunto"- enfatizo la palabra en comillas con sus dedos- pude escapar de los gorilas que me cuidan y de él por hoy- se encogió de hombros provocándome una carcajada.
-Ya que estas acá ¿eres consciente que tenemos mucho trabajo?- le pregunté y él asintió emocionado- toma revisa estos papeles y si están correctos envíalos a la oficina de archivo, traslada las reuniones de lunes y martes de la siguiente semana y necesito que redactes las grabaciones que deje para ti en tu escritorio de las reuniones de estos cuatro días–él asintió tomando nota- por favor confirma mi cita con mi ginecóloga- ordene - ah y por favor tráeme la agenda del día, la tiene la secretaría de Antonelli, ya son las nueve de la mañana y no ha llegado.
-Sí señora- dijo saliendo- ¿te traigo algo de comer? - me pregunto y negué- ¿un café? – asentí agradecida, él salió por la puerta de la oficina dejándome rodeada de documentos por firmar, me concentré en trabajar, hasta que el tono de llamada de mi móvil empezó a retumbar por el lugar, sin mirar la pantalla conteste desde los manos libres.
-Lombardi- dije mirando con atención una grabación del prostíbulo en donde encontraron al hermano de Stracci horas antes de la llegada del FBI, me faltaba muy poco para poder liberarlo y si todo salía como lo tenía calculado podría hacerlo hoy mismo.
-Dime que está contigo- escuche la suplica de Magnus, solté una risita por su evidente preocupación- joder Sara no juegues con mi paciencia, me llamaron los incompetentes que deje cuidando del departamento en el que vive y me dicen que escapó- dijo frustrado, se escuchaba un ajetreo de fondo, asumía que su problema debía ser con algún negocio sucio.
-Está acá, relájate- le dije riendo y devolviendo la grabación al inicio- llegó hace unos 25 minutos, estaba desesperado por trabajar no puedes encerrarlo Magnus y menos a alguien tan inquieto como Harry- aconsejé a mi amigo, que suspiro más tranquilo.
