UNO

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Un rubio curioso, observaba a su amado detrás de un arbusto.

— ¿Por qué debes ser tan jodidamente guapo? — se preguntaba en voz baja, mientras ajustaba sus binoculares 

— ¿A quién espiamos? — apareció a su lado una chica de cabellos rosa

— ¡Ah! — soltó el artefacto — ¡¿Sakura-chan?! — gritó en voz baja

— Joh, cállate idiota, nos va a descubrir — habló una rubia saliendo del costado de la anterior chica

— ¡¿Ino?!

— Shhhh — silenció una pelirosa

— Eres un escandaloso Naruto, y bien, ¿a quién espiamos?

— Hey, no cambien de tema, ¿qué hacen ustedes aquí?

— Wow Naruto, y yo que criticaba a Hinata por seguirte

— ¡Yo no lo sigo! — salió de otro arbusto una pelinegra sonrojada

— ¡¿Hina-chan?!

— Oh Hinata, claro que sí, es casi una rutina — se quejó un chico de cabellos marrones mientras salía de un tercer arbusto — ¿Verdad Akamaru? — el perrito ladró en respuesta

— ¡¿Kiba?! 

— Y Shin- 

— ¡Ajá! ¡Entonces sí seguían a Hinata-sama! — salió un ojiperla de un cuarto arbusto, interrumpiendo al anterior

— Okey, ¿Hay alguien más aquí? — habló molesto el rubio

— ¡Yo! — saltó del arbusto un chico delgado con camisa verde

— ¡Lee! Lo sentimos Naruto, es que solo seguimos a Neji — se disculpó una chica con dos moñitos atados

— Ah...pero que ruidosos — dijo un chico aburrido levantándose de la banca a un costado

— Ya que estamos todos, ¿por qué no vamos a comer? — habló con la boca llena Akimichi

— Yo solo estaba de paso — salió un chico pálido del mismo arbusto que el blondo, asustándolo 

— ¡Ah!

— Joh chicos, hagan silencio — regañó la rubia — Y bien Naru, ¿a quién seguimos?

El ojiazul suspiró rendido, tomó sus binoculares y se acomodó en el arbusto para seguir observando al chico que le había cautivado, que hacía su corazón latir, que provocó un proceso bioquímico en su hipotálamo causando segregación de dopamina.

— ¿Hipo qué?

— ¿Dopa what?

— ¡¿Ahora también espían la narración?!

— ¡Chicos! — alertó una ojiperla — se mueve

Todos miraron fijamente al chico que se había levantado de la fuente, guardando su libro, comenzó a caminar en dirección a la salida de la plaza.

Inmediatamente el rubio y sus amigos se pararon de golpe y comenzaron a seguirlo disimuladamente.

Claro, si disimuladamente se puede considerar a un grupo enorme de adolescentes llendo curiosamente por el mismo camino que un chico apuesto.

El joven Uchiha se detuvo frente a un cibercafé, al cual entró, asimismo lo hicieron los jóvenes.

Se dividieron en grupos de tres, y comenzaron a buscar entre los pasillos a aquel chico de cabellos negros y semblante serio.

Uchiha...serás mío | SasunaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora