¿Cuántos años pasaron ya?¿Tres?¿Cuatro?
— Cuatro, fueron cuatro años — dijo la rubia mirando al techo
— ¿Podrías dejar de hacer eso? Das miedo — le dijo Shikamaru
— Ha pasado algo de tiempo, ¿eh Naruto? — sonrió pícaramente la pelirrosa
— Quién diría que llevan tres años de relación, yo no les daba ni una semana — comenzó a reír Kiba, recibiendo una mirada fulminante por parte del rubio
— Pues para que veas que sí — le sacó la lengua
— Y ustedes ya...— habló Sai, mientras con las manos hacía las señas de un "ok" y el dedo entrando en el orificio
— ¡N-no!¡Y ya deja de ser tan pervertido! — le gritó
— Yo solo decía...puesto que lo de Kiba ya no es tan secreto — sonrió de lado el pálido
El castaño escupió su bebida.
— ¡Hinata, ¿se los dijiste?!
— ¡Perdón Kiba-kun, es que no podía no decírselo a las chicas! — gritó escondiéndose tras su primo
— ¡Así es, ella nos lo dijo, ¿algún problema?! — le gritó Sakura al chico perro
— ¡Y yo obviamente lo compartí con mi pareja! — añadió Ino señalando a Sai
— ¡¿Ustedes están saliendo?! — se sorprendió Tenten
— Mierda — dijo para sí misma la rubia, ya que lo dijo sin pensar
Luego de unas cuantas discusiones más. Naruto recibió un mensaje de su pareja, quien le estaba esperando afuera del café en donde se había reunido con sus amigos.
— Se ven algo más animados que de costumbre — le dijo mientras veía por la ventana cómo se gritaban entre todos
— Es que hoy nos enteramos... de algunas cosas — sonrió avergonzado
El pelinegro le dio un beso corto a su rubio y luego tomados de la mano comenzaron a caminar hasta la casa de este.
— Ya llegué — anunció Naruto mientras se retiraba los zapatos
— ¿Por qué tan tarde? — regañó la mujer de cabellos rojos — Oh, hola Sasuke
— Buenas tardes Kushina-san, lamento si Naruto llegó algo tarde
— Ah no te preocupes, unos minutos no son tan importantes. Vengan les prepararé algo
— Te dije que es otra cuando tú estás aquí — susurró el blondo
— Es bueno que tu mamá me adore — le respondió en el mismo tono mientras le abrazaba por detrás para implantar un travieso beso en el cuello del ojiazul
Se encontraban en la mesa, conversando sobre cómo les fue en el día, qué tal las clases, entre otros temas.
— ¡Ya estoy en casa! — gritó la mujer de voluptuoso pecho entrando en la cocina, junto a una caja que dejó caer con fuerza sobre la mesa
— ¿Qué trae ahí Tsunade-sama? — preguntó la pelirroja
— Oh, unas cosas que me encargó el departamento de maternidad. Dieron una exposición sobre el embarazo a temprana edad y eso — dijo tomando una lata de gaseosa de la nevera — en fin, me los llevaré a mi oficina — se acercó al pelinegro para susurrarle — si necesitas algo solo avísame
— Ah...¿gracias? — le dijo. Naruto se imaginó lo que le pudo haber dicho
— ¡Bachan! — le reclamó avergonzado
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Uchiha...serás mío | Sasunaru
FanfictionDesde que lo vi, no ha salido de mi maldita mente. Lo quiero para mí y para nadie más, he dicho. Fin del comunicado.