OCHO

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Y ahí estaba nuestro rubio protagonista, saliendo de casa muy temprano por la mañana, para ir a la escuela.

— ¡Naruto-kun! — gritó una pelinegra desde una limusina que se estacionaba delante de su humilde casa

— ¡¿Hina-chan?!

— Sube, te llevo — sonrió 

Naruto ni se lo dudó, subió y saludó a la Hyuga que viajaba junto a su primo, a quien también saludó. Avanzaron hasta la parada, donde estaba el pelinegro pálido y le llevaron también.

Llegaron a la escuela como si fueran celebridades, captando la atención de absolutamente nadie ya que tenían cosas más importantes de las que encargarse.

— Chale y yo que quería ser popular — se quejó el rubio

— Hum...Sakura-chan no me noticea...— dijo triste la Hyuga

— Espera...¿qué? — preguntó el norteño

Las horas pasaron, el grupo de jóvenes se divertían conversando de cosas sin sentido, hasta que el rubio dio una noticia.

— Chicos...lo he decidido 

— ¿Qué cosa Naru? — preguntó la pelirrosa

— ¡Le pediré una cita a Sasuke para este viernes! — exclamó golpeando la mesa

Sus amigos se miraron entre sí y comenzaron a reír a carcajadas.

— ¿Dije algo gracioso? — hizo un puchero enojado

— Jajajajaja Naru bebé, a penas si puedes hablarle — se burló Ino

— No olvides que ayer casi te desmayas jajaja — rió Shikamaru

— ¡No se rían! ¡Hablo en serio! 

— Bien, bien...supongamos que le pedirás una cita — dijo Tenten — ¿cómo planeas hacerlo?

— ¿A dónde le llevarás a cenar? — dijo Akimichi

— ¿Comprarás un regalo? — cuestionó Hinata

— ¿Le llevarás flores? — preguntó Ino

— ¿Cómo irás vestido? — le regañó Sakura

— ¿De qué hablarán? — dijo Shikamaru con una ceja alzada

— ¿Qué harán? — preguntó Sai con una cara pervertida

— ¡Sai! — le gritaron todos

Naruto estaba pensando las respuestas a todas esas preguntas, se sentía nervioso, no había pensado en nada de eso cuando se propuso pedirle salir al pelinegro de sus sueños.

— Ay...no lo había pensado...— se entristeció 

— Bueno, bueno, bueno — estaba por decir algo la rubia

— Sate, sate, sate — interrumpió Kiba entre risas

— Como estaba diciendo...— le fulminó con la mirada — debes planificar esa cita, para que sea perfecta

— Bien...¿por dónde empiezo?

— Eso es muy obvio, debes llevarlo a cenar en el mejor restaurante — habló Choji 

— ¡Eso es! — gritó la rubia — Naru bebé, Choji te llevará a conocer los mejores lugares en toda la ciudad

— ¿De verdad? — giró a mirar al devorador de papitas

— Claro — respondió mientras seguía comiendo

— ¡Gracias, de veras! 

Las clases continuaron, llegó la hora de salida. Naruto llamó a su mamá para decirle que no irá a almorzar a casa, a lo que ella respondió "¿Y a ti quién te dio permiso para salir?". Así que el rubio se lo suplicó y ella accedió.

Uchiha...serás mío | SasunaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora