Vampiro de Baker Street(Sherlock Holmes)

Homicidio accidental

- ___ -dijo John golpeando la puerta de la habitación- ¿___, puedes abrir la puerta? -rogó con frustración.

- ¿qué quieres John? -preguntaste mientras estabas acostada con tu laptop.

No habías salido de la habitación en todo el día, tratabas de distraerte usando el teléfono o la laptop, escribiendo, cantando y haciendo lo que pudieras dentro de la habitación.

- Lestrade llamó -respondió a través de la puerta- tenemos un caso nuevo ¿vienes?

- no gracias -te acercaste para que te escuchara mejor- prefiero quedarme en casa

- ¿segura? -no respondiste a su pregunta- abre la puerta para que me pueda asegurar que estas bien

- abriste- lo ves, estoy bien. Ya puedes irte

- bien ¿segura? -asentiste- me llamas cualquier cosa -se acercó y te dió un abrazo antes de bajar las escaleras.

- claro, yo te llamo -le sonreiste y volviste a meterte en la habitación.

John bajó hacia la puerta dónde Sherlock los esperaba, pero al verlo solo se preguntó dónde estabas tú

- ¿y ___? -preguntó el detective mirando hacia las escaleras.

- no viene -respondió John caminando hasta la puerta.

- ¿por qué no viene? -frunció el ceño confundido.

- ¿acaso no es obvio? le dijiste que solo eran compañeros de piso y nada más -quiso caminar, pero Sherlock lo detuvo.

- ¿aún sigue molesta? -miró fijamente a John.

- obviamente si Sherlock ¿como creías que se sentiría? -el detective se encogió de hombros- como sea, ¿ya podemos irnos?

Holmes asintió y ambos salieron de Baker Street, te pusiste a leer un libro pensando en que harías, ya que no podías estar eternamente en la habitación, si bajabas verías a Sherlock y si no terminarías aburrida.
Pronto sentiste ruidos que venían de la cocina, no le diste importancia hasta que sentiste como se rompía algo(un plato o vaso).
Con curiosidad bajaste lentamente las escaleras, entraste por la puerta que daba a la sala y golpeaste la de la cocina.

- ¿Sherlock? ¿John? -preguntaste frunciendo el ceño- ¿son ustedes?

Entraste a la cocina y encontraste una mujer sacudiendo su vestido, te sorprendiste, ni siquiera sabías quién era, tenía un cuchillo y una mirada amenazante fija a ti.

- hola "novia" de Sherlock Holmes -parecía una maldita desquiciada.

- ¿tú quién eres? -frunciste el ceño- ¡¿qué estás haciendo aquí?!

- ¡Sherlock es mío, perra! -te apuntó con el cuchillo- no sabes todo lo que perdí por acercarme a él, incluso casi muero. Soy Irene Adler, recuerda el nombre porque será el último que escucharas

- baja ese maldito cuchillo, yo no soy novia de Sherlock -te empezaste alterar ya que venía hacia ti- Ni siquiera me considera su amiga

Irene se abalanzó sobre ti, el cuchillo rozó tu brazo dejando una pequeña cortada, la golpeaste con fuerza en el estómago para que soltara el cuchillo, ella te tiró al suelo y empezó ahorcarte.

- suerte para tener la atención de Sherlock estando muerte -dijo presionando sus manos contra tu cuello con satisfacción.

Te empieza a faltar el aire, pronto una desesperación terrible se apoderó de ti, no querías morir allí mismo. Además(la muy perra) te estaba clavando sus uñas en la garganta.
Empezaste a pasar tus manos por el piso con la intención de agarrar algo que te ayudará a hacer que te suelte
Encontraste un libro, lo tomaste y la golpeaste en la cabeza con todas tus fuerzas.
Irene te soltó al recibir el golpe, te levantaste y como pudiste corriste a la sala, te abalanzaste sobre el escritorio y de abajo sacaste un arma(John la guardaba allí de Sherlock para que no disparara).
La mujer volvió a tomar el cuchillo apareciendo en la sala, del susto y la adrenalina le apuntaste.

- ¡aléjate¡ Ni siquiera te conozco, no quiero tener que usarla -le advertiste.

- si yo muero tú vienes conmigo -empezó a correr hacia ti, tu cerraste los ojos a punto de jalar el gatillo.

Sherlock y John entraron al departamento nuevamente, el detective se quitó el abrigo y lo dejó en las escaleras con cansancio.

- ésta vez fue rápido -dijo John- lo resolviste en poco tiempo

- creí que sabías que yo era un genio -respondió Sherlock presumiendo su brillante intelecto.

Pronto se escuchó un disparo que venía del piso de arriba, ambos se miraron y dijeron "___" al mismo tiempo. Preocupados subieron rápidamente las escaleras.
Al entrar quedaron en shock, estaba el cuerpo de Irene Adler o mejor conocida como "la mujer" en el suelo mientras tú le apuntabas con el arma y algunas lágrimas en tus mejillas.
Sherlock por primera vez no supo qué hacer con la escena que se topó, la mujer por la que sintió una mínima o minúscula atracción física estaba desplomada en el piso, a la que salvó estaba muerta, mientras tus manos tiritaban por haber jalado el gatillo terminando con una vida.