Capítulo 4

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Al día siguiente las invitaciones al baile real ya estaban listas, el Rey con bastante emoción dio la orden de enviar las invitaciones a todos los hogares del reino, al ser un reino pequeño no hubo problemas de espacio en el salón donde sería festejado.

"Se les hace una cordial invitación a todas las doncellas y caballeros del reino a asistir al baile real donde el príncipe y la princesa buscaran una pareja digna del trono. Tienen un día para preparar sus vestuarios, el baile será celebrado tres noches seguidas"

Eso es lo que estaba escrito en las invitaciones las cuales fueron enviadas al pueblo entre ellos a la casa de Jimin, quien se encontraba limpiando la sala de la casa justo cuando uno de sus hermanastros llegó con la invitación en su mano sacudiéndola de un lado a otro.

- Madre, el rey organizará un baile de tres días, buscan pareja para el príncipe y la princesa - Dijo el chico viendo como su madre le arrebataba la invitación de su mano para leerla, al hacerlo sus ojos brillaron y rápidamente observó a sus hijos.

- Se arreglarán para sorprender a la princesa, no dudo que alguno de los dos sea el próximo miembro de la familia real. Mandaré a coser los mejores trajes del reino para que puedan usar. -

Jimin al escuchar sober esta invitación solo pudo pensar en el apuesto chico que había conocido la noche pasada, las ganas de asistir a aquel baile aparecieron, sonrió en demasía y volteó a ver a su madrastra quien se había puesto de pie con la intención de ir con el sastre del pueblo para contratarlo. Al caminar empujó a Jimin haciendo que este cayera a un lado de la chimenea llenándose de ceniza cosa que provocó que sus hermanos comenzaran a hacer burla.

~~~

El sastre del pueblo se encontraba tomando las medidas de los hermanastros quienes solo podían imaginar como sería sus vidas al ser parte de la familia real.

El tiempo pasó y las medidas de ambos chicos y su madre había sido tomada, Jimin solo observaba esperando por que fuera su turno.

- ¿Al joven de ahí también le tomaré la medida? - Preguntó el viejo hombre quien se había fijado en aquellos pies pequeños del joven, algo realmente sorprendente, ya que la mayoría de los hombres de ese reino poseían medidas bastante grandes, pero salió de sus pensamientos al escuchar la risa de la mujer a su lado.

- ¿A caso esta loco? no quiero ofenderlo, pero como piensa que alguien como el iría al baile, solo terminarían burlándose de nosotros por la desdicha de tenerlo como familia... la respuesta es no, el no irá al baile. - Dicho esto el hombre solo pudo asentir sin volver a ver al joven ya que sentía tristeza por el, era bastante apuesto y tenía el derecho de ir a aquel baile ya que todos en el reino habían sido invitados, pero no podía intervenir ya que la mujer era quien pagaba por sus servicios, por lo que solo se dio la vuelta y caminó a la salida siendo acompañado por uno de los hermanastros

- ¿No iré al baile? - Preguntó el joven sintiendo una fuerte opresión en su pecho - Tengo derecho a ir, todo el reino ha sido invitado. -

- ¿Enserio piensas asistir a un lugar tan lujoso?, no va para nada contigo, solo nos harás ser la burla por tenerte como familiar. - Dijo la mujer manteniendo una sonrisa burlona y soberbia.

- Puedo ir por separado, haré como si no los conozco, estaré por mi lado, solo quiero asistir. - Propuso el joven mirando a su madrastra con suplica, pero lo único que recibió fue un no como respuesta.

- Tu te quedarás aquí, debes mantener la casa limpia y en orden a parte de cuidarla ya que nosotros regresaremos bastante noche, y al ser tres noches seguidas no voy a dejar la casa sola. - Dicho esto pasó a un lado del joven y se fue hacia su habitación. El otro hermano miró con burla al joven y también pasó a su lado pero al hacerlo tiró una taza que se encontraba en la mesa de centro, la cual regó el liquido por la alfombra y terminó por romperse.

- Limpia criada. - Se burló a la vez que empujó el cuerpo del menor con fuerza hacia atrás haciendo que su espalda impactara con la pared provocándole algo de dolor.

Cuando el rubio quedó solo, se puso de rodillas y comenzó a levantar los pedazos de cerámica rota, su mirada estaba perdida y su mente solo tenía a aquel caballero, estaba tan distraído por lo que no tomó precauciones al levantar la cerámica por lo que terminó cortándose la palma de su mano, observó la sangre salir de inmediato de aquella herida por lo que se puso de pie y se dirigió al baño para tomar un trapo mojado y colocarlo sobre su mano.

- Debo hacer algo si quiero volver a ver a ese caballero. - Susurró bajo mientras se veía en el espejo notando las grandes ojeras que tenía a causa de estar despierto limpiando la casa, al ser tan grande el lugar le era un problema ya que las horas del día no llegaban a alcanzar para que terminara, aparte sus hermanastros no colaboraban, siempre dejaban un desorden a donde sea que estuvieran.

Cinderella Guy ||Yoonmin [+18] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora