Capítulo 6

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Al día siguiente, a la hora del desayuno se encontraban el rey y sus hijos, platicando sobre el día anterior.

- No te vi en toda la noche, si no hasta el final, ¿Dónde estuviste? - Preguntó Jennie quien tomó su vaso de jugo de naranja para darle un corto trago.

- Si vino. - Mencionó el príncipe dejando una gran sonrisa dibujada en su rostro. - Estuvimos platicando toda la noche, hasta que tuvo que irse, pero esta noche lo volveré a ver. - El rey al escuchar lo que dijo simplemente lo observó con una gran sonrisa en el rostro, preguntando después como era el chico. -

- Es bastante blanco de piel, tiene cabello rubio y unos hermosos ojos azules, es realmente atento y divertido, pero lo que más me agrada es su lindo corazón, es muy humilde con los animales... oh y él cultiva fruta, que el parecer es bastante buena porque Trueno comió una de sus manzanas. -

- Me gusta verte sonreír hijo. - Comenzó a hablar su padre. - Desde que tu madre se fue de este mundo no te había visto de esta manera, y eso que solo lo has visto en dos ocasiones, ojalá todo marche bien entre ustedes, lo que más me importa aquí es la felicidad de mis hijos... Por cierto, me gustaría conocerlo, mañana mismo me presento con el -

- Muchas gracias padre, pero no puedes verlo, al menos no aún, el no sabe que soy príncipe, quiero enamorarlo por mis propios méritos y sobretodo quiero ver si no es interesado. -

- Si que eres inteligente hermano, pensé que solo tenías la cara. - Dijo su Jennie a la vez que se reía un poco.

- Muy graciosa Jennie - Respondió el chico a la vez que negaba con la cabeza. - No te quejes luego. -

- Ya ya, te amo hermanito. - Dicho esto dejaron el tema de Jimin y hablaron sobre la princesa para saber si había encontrado a alguien, cosa que ella mencionó a un chico pero aun no le confesaba a su padre quien era él, ni mucho menos que ya era su pareja.

~~~

La noche había llegado y con ella el inicio del segundo baile, Yoongi ya estaba preparado, desde antes de que todo iniciara, el se encontraba en el bello jardín en la espera de aquel joven rubio el cual aún no sabía su nombre.

Por otro lado, Jimin estaba viendo como sus hermanastros y madrastra se iban nuevamente en aquella lujosa carroza, en cuanto desaparecieron de su vista fue con rapidez hacia la tumba de sus padres, esta vez llevando consigo una vela para poder alumbrar el camino. Caminó con una gran sonrisa en su rostro esperando volver a ver a aquel caballero que le robaba el aliento.

El traje que había portado la noche pasada, se lo quitó al llegar a su casa y lo dejó sobre estas tumbas ya que sabía que era el único lugar donde su madrastra y hermanastros nunca irían.

Al llegar y buscar aquel traje y zapatos no los vio por ningún lado, en cambio había un traje mas lujoso y unos zapatos negros bastante llamativos, algo confundido miró a su alrededor en busca de alguna respuesta, pero como era de esperarse no encontró nada ni a nadie, soltó un suspiro y vio directamente a las tumbas de sus difuntos padres.

- Ustedes quieren que conquiste a ese chico tanto como yo ¿verdad? - Sonrió tiernamente observando a aquel rojo pájaro posado en la lápida de su madre, pero en esta ocasión observo otro pájaro, uno que o había visto antes, era amarillo tan bello como la otra ave. -Hola pequeñín. - Susurró sonriente estirando lentamente su mano para acariciar la cabeza de dicho pájaro. - Se los agradezco mucho padres, haré mi mayor esfuerzo, no desperdiciaré estos trajes tan lindos que me dan. - Dicho esto quitó su mano del nuevo pájaro, tomó el traje y los zapatos y se dirigió a el ático con la intención de ponerse este conjunto.

Repitió lo mismo del día anterior y llegó al baile montando su bello corcel, esta vez al desmontarlo le dio una manzana para que no pasara hambre. Dejó un tierno beso en un costado del caballo y con una radiante sonrisa se dirigió dentro del baile. Evadió a toda la gente con la intención de que su madrastra y hermanos no lo vieran. Se escabulló y llegó a aquel jardín donde había quedado de verse con el chico, tomó aire y se dirigió hacia la misma banca del día anterior, pero en esta ocasión no lo vio, algo confundido comenzó a buscar por todo el  jardín hasta que llegó a un pequeño lago, frente a este había un enorme columpio de cubierto con la tela más costosa que había visto, sentado en este se encontraba una persona, la cual no logró distinguir a causa de que estaba de espaldas viendo hacia el lago, por lo que decidió acercarse con bastante cuidado hasta que vio que se trataba del chico al que buscaba.

- Pensé que no vendrías - Habló el joven príncipe sin siquiera voltear a ver al chico, sonrió dulcemente y palmeó a un lado de el dándole a entender al joven que se sentara, el rápidamente entendió y tomó asiento al lado del mayor.

- Solo se me hizo algo tarde, pero aquí estoy. - Mencionó sonriente mirando aquel bello lago casi a sus pies.

- Me alegra bastante volver a verte, por algún motivo me haces sentir más feliz que nada. - Dijo riendo un poco después. - Es muy raro lo sé. -

- Es raro, no lo negaré, pero tu también me traes felicidad, en mi hogar no soy muy feliz como aquí a tu lado. - Al decir esto sintió como sus mejillas rápidamente tomaron un fuerte color rojo por lo que bajó la mirada observando directamente sus pies. El príncipe volteó a verlo y gracias a las luces del jardín logró ver el color que habían adquirido sus mejillas.

- ¿Te sonrojas fácilmente o solo ocurre conmigo? - Preguntó sin dejar de ver al joven rubio el cual levantó un poco la vista y observó a su contrario con un poco de vergüenza.

-Sinceramente es la primera vez que me sonrojo desde hace bastante tiempo, a decir verdad la última vez que recuerdo tener mis mejillas de color era cuando pequeño, con mi madre, quien siempre me decía cosas lindas. - Susurró recordando algunos momentos al lado de su madre por lo que sonrió ampliamente deseando poder tenerla nuevamente con él.

- Tu madre debe ser bastante linda, ¿Esta aquí en el baile o en tu casa? - Preguntó con algo de intriga, pero al hacer esta pregunta el pequeño Jimin solo quitó su sonrisa y negó con la cabeza volviendo a bajar la mirada a sus pies.

- Ninguno de los dos, ella falleció cuando yo tenía ocho años, y mi padre hace un par de meses. - Soltó un suspiro y una pequeña lagrima resbaló por su mejilla.

- Oh vaya, lo lamento mucho. - Susurró el chico sintiéndose algo culpable por preguntar eso. - Yo también perdí a mi madre cuando era pequeño, hay veces en las que me hace mucha falta, pero en esta vida hay que seguir adelante. - Ambos se quedaron un rato en silencio hasta que el príncipe volvió a hablar. - Mejor dejemos ese tema, vamos a sonreír, me gusta ver tu sonrisa. - Dijo aquel chico llevando una mano al mentón contrario para levantar su mirada y volver a verlo. Jimin al sentir esto una sonrisa volvió a aparecer en su rostro, no sabía porque, pero le agradaba bastante poder ver a ese caballero.

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El reloj nuevamente apuntó a las doce y Jimin ya se encontraba corriendo de nuevo por aquellos pasillos hasta salir del palacio subiendo a su caballo.

- Hey, ¿Por qué tan rápido? quiero platicar más contigo - Gritó el príncipe mientras corría detrás del rubio quien no dijo nada hasta que su caballo había comenzado a caminar.

- Nos vemos mañana - Dijo sonriente para poco después avanzar con rapidez en dirección a su casa.

- No permitiré que mañana ocurra lo mismo. - Susurró el joven príncipe quien aun tenía aquella sonrisa en su rostro y su mirada fija en el chico montando a su caballo mientras de alejaba. - Mañana serás anunciado al finalizar el baile. -

Cinderella Guy ||Yoonmin [+18] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora