Capítulo 5

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La primer noche del baile había llegado, todos los jóvenes y doncellas del reino estaban preparados para asistir, algunos ya habían llegado al lugar solo estaban esperando a que los hijos del rey hicieran aparición.

En la casa de Jimin los hermanastros y su madrastra ya estaban todos vestidos y listos para irse, pero antes de hacerlo, la mujer le dio indicaciones a Jimin de lo que debía hacer en su ausencia, el joven aun no había encontrado alguna solución para poder ir al baile, por lo que se había resignado a quedarse solo en aquella casa.

Y así fue como Jimin se quedo solo, observando como en aquella lujosa carrosa, que había contratado la mujer con el dinero que ahora pertenecía al pequeño rubio, partían en dirección al baile. La imagen de aquel bello joven no desaparecía de la mente del chico. Por lo que decidió ir a la tumba de sus padres para poder contarles lo que sentía al no poder aprovechar la oportunidad de ir al baile. Pero al llegar al cerezo observó algo extraño sobre las lapidas de sus padres, se acercó un poco más para poder ver que era, ya que a causa de la hora, la luz que había afuera no era mucha, el lugar solo era iluminado por la luz de la luna. Estiró su mano y tocó aquello que había sobre las lapidas, al hacerlo vio que se trataba de un hermoso traje bordado de plata, un traje que era más hermoso que ningún traje que había visto. Confundido volvió a mirar las lapidas observando a aquel bello pájaro rojo que se encontraba haciendo un poco de ruido para llamar la atención del joven, estaba parado sobre unos hermosos zapatos de cuero que iban a juego con el traje en sus manos. Observó el reloj en sus manos viendo que se le hacía tarde para llegar al baile.

- Gracias padres. - Susurró con una hermosa sonrisa en sus gruesos labios, emocionado corrió dentro de la casa dirigiéndose al ático para poder cambiarse lo más rápido que pudiera. Se observó en aquel espejo que pertenecía a su madre y tomó el cepillo de su padre para poder arreglar su cabello. El traje y los zapatos quedaban a la perfección en su cuerpo, se amoldaba perfecto a cada centímetro de este, por lo que lo hacía resaltar bastante. Tomó un poco de su loción y se puso quedando listo para el baile.

Salió de su casa y se dirigió al establo montando a su bello corcel Pio y una vez arriba se dirigió al baile esperando volver a ver a aquel joven que había robado su corazón.

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El príncipe, la princesa y el rey ya estaban listos para hacer aparición en el baile. El joven se encontraba bastante nervioso, estaba caminando de un lado a otro mientras pensaba en el rubio del bosque.

- ¿Y si no viene? Tendré que buscar a otro u otra, no quiero, lo quiero a él... - Balbuceaba en voz baja sin dejar de caminar de un lado a otro hasta que fue detenido por su hermana.

- Yoongi, cálmate, el vendrá y si no lo hace es porque no era el correcto. Estoy segura de que tendrás a la pareja ideal en cuanto estos tres bailes terminen y cuando eso ocurra tendré que decirte, te lo dije, porque sabes que siempre tengo razón. Así que deja de preocuparte porque tenemos que salir ya. - Dijo la joven Jennie quien estaba bastante sonriente y en calma.

El joven príncipe solo asintió con la cabeza y soltó un largo suspiro antes de dirigirse con su hermana hacia dentro del salón donde fueron anunciados, dando así un inicio formal a la primer noche del baile.

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Jimin llegó al palacio observando lo grande que este era, siempre se lo había imaginado, pero jamás pensó que fuera tan grande. Bajó de su caballo y lo ató a un árbol cercano a la entrada donde otros caballos permanecían atados junto al suyo. Se despidió de su mejor amigo acariciando su suave cabellera y seguido tomó aire antes de entrar al salón viendo que había llegado tarde, ya que al entrar, el anuncio de los príncipes había terminado. Decidió buscar entre la gente que se encontraba bailando, pero no lograba ver por ningún lado a aquel caballero.

- Si es caballero debe estar resguardando alguna entrada - Pensó, por lo que decidió buscar fuera del área salón viendo a cada uno de los caballeros que se encontraba, pero ninguno era el joven al que buscaba.

Pos su lado Yoongi se encontraba bastante nervioso por lo que decidió ir al baño para mojar su rostro y calmarse un poco. Mientas iba caminando observó un joven de cabello rubio, lo primero que pensó fue en el chico del bosque, por lo que rápidamente se acercó a él tomando su hombro para darle la vuelta. Al hacerlo vió aquel rostro que había robado su aliento aquel día.

- Nos volvemos a ver. - Susurró el príncipe manteniendo una enorme sonrisa en su rostro, la cual era correspondida por el menor.

- Caballero - Habló el joven riendo poco después. - Gracias a la necesidad de que el príncipe consiga una novia, nosotros podemos volver a vernos. - Cuando el príncipe escucho esto entendió que el chico no sabía que él era el heredero a la corona, pero esto fue algo que decidió no decir, así sabría si es el correcto, alguien que no es interesado.

- Me imagino que viniste a intentar conquistar a la princesa - Dijo el castaño intentando ver las intenciones del contrario al asistir al baile y a su vez ver sus intereses, tanto sexuales como respecto a la realiza. Jimin negó con la cabeza sin quitar la sonrisa de su rostro. Tomó aire y se atrevió a confesar lo que realmente hacia en el baile.

- Sinceramente no, tengo un solo motivo que no tiene nada que ver con los familiares reales. - Comenzó a decir a la vez que rezaba para que el caballero no se molestara por lo siguiente que diría. - Mis preferencias no se basan en las mujeres, de hecho vine en busca de un apuesto caballero con el que me topé hace un par de días, el fue quien me salvó de la locura de mi corcel. - Yoongi al escuchar esto se sorprendió bastante, sonrió aun más y decidió hablar.

- Vaya, yo estoy aquí ya que sabía que todo el pueblo vendría y quería volver a encontrarme con un bello joven que me cautivo al ser tan humano y de corazón puro, a parte me quedé con las ganas de probar una manzana de su cultivo, solo mi caballo pudo deleitarse con ese sabor. - Dijo dulcemente sin quitar la vista de los bellos ojos azules del menor, quien sentía su corazón palpitar feliz por lo que había escuchado.

Ambos jóvenes se pasaron el resto de la noche en el jardín del palacio donde nadie iba a molestarlos ya que todos estaban dentro del salón por lo que tuvieron la tranquilidad para poder hablar y conocerse mejor.

El tiempo pasó tan rápido que ninguno de los chicos se percató de lo tarde que era hasta que Jimin observó su reloj notando que ya eran las doce de la noche, su madrastra le había dicho que regresaría a la una y el aún no había hecho nada de lo que le pidió la mujer. Rápidamente se puso de pie y observó al chico sentado en una reluciente banca.

- Debo irme, tengo cosas que hacer. - Dijo sintiendo como el miedo comenzaba a recorrerlo de pies a cabeza, cuando su madrastra se enojaba le iba bastante mal, la última vez lo dejó sin comer una semana entera solo por no haber hecho lo que ella quería de comer.

Sin pensarlo más salió corriendo de aquel lugar siendo perseguido por Yoongi.
Jimin llegó a donde se encontraba su caballo, subió este pero fue detenido por la voz del joven que lo perseguía.

- ¿Mañana en el jardín? - Preguntó manteniendo la esperanza de poder volver a hablarle.

- Nos vemos mañana - Susurró sonriente el chico antes de comenzar a cabalgar de vuelta a su hogar con una gran sonrisa en su rostro.

Cinderella Guy ||Yoonmin [+18] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora