Capítulo 1

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El pequeño rubio desde que su madre falleció, solía ir a diario a aquel cerezo donde ella fue enterrada, alimentaba a los pájaros de cómo lo hacía con su madre. Justo el día de su entierro, un nuevo pájaro llego a aquel árbol, uno que se distinguía mucho de los demás, sus llamativos colores rojizos le recordaban bastante al cabello de su madre, esta ave era la que más solía ver al chico, se volvió en su favorita, cada vez que él le contaba su día a su madre este bello pájaro se posaba sobre su hombro y solo se iba cuando el chico volvía a su casa.

Tras 10 años de la muerte de la madre de Jimin, su padre había contraído matrimonio nuevamente luego de que se habían cumplido 4 años de su fallecimiento.

La mujer con la que se había casado era más grande de lo que era su difunta esposa, tenía dos hijos y los tres provenían de Europa, específicamente del país estonia, los tres eran rubios naturales, del tono parecido a Jimin y su padre, los hijos eran de ojos azules, parecidos a los del menor, fácilmente podían pasar como hermanos, la única diferencia que era la más notoria eran los ojos rasgados del menor, ya que este era de descendencia asiática por parte de su familia paterna.

Todo parecía ir con normalidad, todos convivían como una verdadera familia, pero la madre de los niños tenía un cierto rencor hacia el hijo de su esposo, ya que este último le ponía bastante atención a su hijo y no tanta a sus hijastros, pero nunca reflejo esto de no ser hasta que aquello ocurrió.

El padre de Jimin debía asistir a un funeral de su viejo amigo, debía cruzar por mar para llegar a donde el velorio, pero a causas del clima decidió no arriesgar a su familia por lo que fue solo, prometiendo regresar al amanecer, se despidió de todos y partió en dirección a su barco para poder navegar.

Su padre logró llegar sin complicaciones a su destino, visitó la tumba de su fallecido amigo y permaneció en ese lugar hasta que debía regresar, abordó el barco junto con sus compañeros y emprendieron el viaje de vuelta.

Todo iba perfecto, las condiciones climatológicas no parecían afectar al mar, pero a medio camino todo fue para mal, una tormenta se avecinó comenzando a complicar todo.

-Capitán estamos atrapados-Habló uno de los tripulantes del barco colocándose a un lado del padre de Jimin, quien estaba haciendo todo lo posible por salvar a la tripulación.

-Los salvaré, no podemos morir-Habló seriamente viendo como todos en el barco estaban enloqueciendo, izando las velas para intentar evitar la tormenta. El capitán solo podía pensar en su hijo imaginando el dolor que sentiría si el no volviera a casa como había prometido.

Las cosas se cosas se complicaron cada vez, ninguno de los tripulantes tenía esperanza de salir con vida, el barco cada vez se llenaba de más agua y se hallaban en medio del mar, no había manera de comunicarse con nadie, estaban solos. El barco se dañó a tal punto de terminar hundiéndose, matando a toda la tripulación en el acto, no hubo salvación para ninguno. El capitán murió congelado, teniendo en todo momento a su hijo en mente.

-Lo lamento hijo-fueron sus últimas palabras

El joven rubio se encontraba en la habitación de su padre observando una pintura donde estaban el de pequeño sentado en las piernas de su padre y a un lado de ambos estaba su ya fallecida madre. El solía ver esta fotografía por horas imaginándose como hubiera sido su vida su madre nunca hubiera fallecido, el no odiaba a la nueva pareja de su padre, de hecho, le gustaba verlo feliz nuevamente a lado de alguien, pero él no congeniaba mucho con ella ni con sus hermanastros, prefería no convivir mucho para no causarle problemas a su padre.

Una voz de un hombre sonó abajo, se supone que su padre debía volver hace un par de días, pero no sabían nada de él, Jimin estaba bastante preocupado por lo que decidió salir para ver qué es lo que estaba ocurriendo. Al bajar observó a un hombre algo mayor quien se encontraba en la entrada platicando con su madrastra.

-Lamento decirle esto señora, pero su esposo falleció, unos navegantes fueron a buscar su barco ya que no habían vuelto del viaje, hallamos su cuerpo flotando en una tabla, murió a causa de las muy bajas temperaturas en las que se encontraba, lo lamento mucho, vengo en busca de su testamento, sabemos que lo tiene en su oficina, el me lo dijo antes de partir, no sabía si iba a regresar. -

Jimin al escuchar estas palabras sintió su mundo derrumbarse, lagrimas no tardaron en salir por sus ojos, salió corriendo por la puerta de la cocina, se dirigió hacia la tumba de su madre. Al llegar se arrodilló frente a esta y comenzó a llorar desconsolado sintiendo como el dolor era demasiado. Aquel bello pájaro amigo del chico llegó colocándose en el hombro del chico viéndolo llorar desconsolado.

-¿Porque él?-Preguntaba una y otra vez a la vez que su mirada se volvía borrosa a causa de las lágrimas que parecían no tener un fin.-¿Tu lo vas a cuidar, verdad mamá?-Pregunto casi en un susurro mientras observaba aquella tumba frente a él, un canto de pájaro se escuchaba, cuando volteó se percató que el pájaro que hacia ese melodioso sonido, era el que estaba parado en su hombro, acercó su mano a este y el pequeño animal subió dejando de cantar.-Tu y los otros pajaritos son los únicos que me quedan, por favor no te vayas.-

Aquel hombre ya se había ido, la mujer fue la que dijo que iba a decirle a su hijastro que él era quien había heredado toda la fortuna de su padre. Ella se encontraba molesta ante esto, ya que su esposo solo le había dejado a ella y sus hijos la casa de campo que tenía. Mientras pensaba en lo desconsiderado que había sido con ella una idea cruzó por su mente. Poco después el joven Jimin entró a la casa con los ojos rojos y algo hinchados, tenía la intención de ir a su habitación, pero fue detenido por su madrastra.

-A deducir por tus ojos, ya te enteraste lo de tu padre, bueno quiero que sepas que en su testamento me puso a mi como la dueña de su fortuna, tu solo tienes ese establo, así que será tu responsabilidad mantenerlo en buen estado, ¿Entendido?- El joven algo confundido por lo dicho solo asintió con la cabeza y se dispuso a ir a su habitación sin la intención de hablar con nadie.-Hey hey, ¿a dónde vas?, prepara algo de comer, tengo que ver lo del entierro de tu padre... pero ahora, rápido-Jimin jamás había escuchado a ella hablarle así, sabía que no se llevaban muy bien, pero preferían no dirigirse mucho la palabra.

- ¿Disculpe? -Preguntó el rubio a la vez que alzaba una ceja

- ¿Acaso quieres que te corra de la casa por no hacer lo que te digo? Ándale, a cocinar, que luego lavarás la ropa. -

El joven sin reprochar se fue en dirección a la cocina para poder cocinar, todo parecía ir para peor, si llegaba a desobedecerla no tendría lugar a donde ir, ya no tenía más familia.

-Tal vez si le hago caso a lo que me pide, podré seguir aquí sin problema-Susurró mientras comenzaba a cocinar algo para los cuatro.

Cinderella Guy ||Yoonmin [+18] (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora