Letras de un culpable #2© [✓]

III. L

“Lloramos por un dolor que nos consume. Lloramos para desahogarnos. Pero a veces cuando deseas sentirte libre de pena acabas sintiéndote más vacío que antes”

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¿UNA SEGUNDA CITA?

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Hawk Hill, San Francisco
07:20 a.m

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El sol ya estaba asomándose por el horizonte. Los luminosos y alegres rayos de aquella enorme estrella de fuego empezaron a apuntar sobre aquel rojo coche que se encontraba parado en la cima del monte.

As, que se encontraba profundamente dormido, se despertó por culpa de aquella clara mañana.

Bostezó por la carencia de sueño que sentía. Miró a su lado. En el asiento del copiloto se encontraba aquella hermosa chica de ojos ámbar.

Esa noche había sido intensa e interesante. Jamás hubiera imaginado que los caminos de él y ella se fueran a volver encontrar después de ocho años.

—Que dolor de cuello —se quejó una voz femenina—. Creo que tengo tortícolis —siguió refunfuñando.

—¿Has dormido bien? —preguntó As divertido.

—Creo que habría dormido mejor a la intemperie.

—No lo creas, a fuera hace un frío del carajo.

—Por cierto, ¿por qué no me despertaste cuando tuviste que llevarme hacía el coche? —preguntó ella—. Seguro que pesaba.

—¡Que va! —exclamó—. No pesas ni una pluma.

El chico empezó a recordar las memorias de la noche. Recordaba el peso de la joven. Ligero como una hoja de papel, el tacto, aún a través de la ropa se sentía esquelético, los huesos se marcaban a través de su piel.

—Em, tendría que irme, ¿Puedes llevarme? —preguntó Rain.

—¡Claro! —contestó rápidamente.

—No me lleves a casa, ya no estoy allí, llévame al Golden Gate y ya está.

As asintió. Empezaron a deshacer el camino de la noche anterior y llegaron al puente.

—Aun no se ha terminado —le recordó él.

—Lo sé, aún no terminaré nada—sonrió ella—. Nos vemos hoy a las doce de la noche, en el Golden Gate Valley Library —informó.

—Vale —musitó.

As vio como desaparecía entre las calles.

—Cinco días y todo habrá terminado —masculló él.