Rivales ▪︎SoQi▪︎

Capítulo Catorce

Había transcurrido una semana. SoYeon no hablaba con nadie y, si lo hacía con sus amigas, era durante unos breves minutos.

Mantenía toda su concentración en los estudios. Duraba horas en la biblioteca, intentando escapar de la realidad, de su asquerosa realidad.

Estaba enamorada de la perra que detestaban sus amigas, la misma que la humillaba a ella, la misma que se comía a su novio en los pasillos y la misma a quien SoYeon había tratado de evitar todos estos días.

Ahora que era consciente de sus sentimientos, sentía un gran nerviosismo al verla, como si fuera más torpe de lo estrictamente debido.

Sus amigas le preguntaban que sucedía  y SoYeon prefería mentir o cambiar de tema. Las evitaba, evitaba a todo el mundo, al llegar a su casa iba directo a su habitación para estudiar. 

Ya no podía diferenciar que día era del otro, el tiempo pasaba sin realmente estar pasando para ella. No podía parar de pensar en el rostro de YuQi y era una mierda.

**

Estaba caminando por el pasillo, con su mochila colgándole del hombro y jugaba distraídamente con el cierre de su chamarra mientras avanzaba.

Así llevaba todos esos días la chica pelinegra. Perdida en su mundo de enamorada. Era estúpido y lo sabía, pero no podía evitar sonreír como boba cada vez que recordaba la risa de YuQi o como se asomaban esos regordetes pómulos al sonreír. 

—¡SoYeooon! —canturreó Lisa, colgándose de su brazo derecho, y Minnie sujetó el izquierdo.

—¿De qué va esto? —preguntó, un poco intimidada por las sonrisas pícaras que mostraban sus amigas. 

MiYeon intentaba parecer neutra, pero se reía.

—Tendremos una reunión de chicas —dijo, y las tres comenzaron a llevarla a rastras fuera del colegio, por la calle. 

—¿A dónde vamos? Tengo que estudiar, mañana hay clases y... —SoYeon intentaba poner vagas excusas, pero sus amigas la ignoraron. 

—SoYeon, hoy es viernes —dijo Lisa, y ella abrió los ojos. 

¿No era martes o algo así? 

—Hoy, hoy será el día en que nos sueltes que sucede —dijo Minnie con una voz cargada de veneno. 

SoYeon comenzó a temblar e intentó soltarse del agarre de sus amigas, ellas prácticamente la cargaron para entrar a la pizzería.

La dueña las recibió con alegría y comenzó a reír al ver como SoYeon intentaba escapar, pero Minnie la llevaba hasta la mesa. Los jóvenes de hoy en día eran muy animados. 

—Ya, habla —exigió Lisa, fulminándola con los ojos, SoYeon se encogió en el asiento. 

Parecía un interrogatorio, estaban en la mesa: Lisa y Minnie estaban sentadas frente a ella con las manos cruzadas, observándola con una intensidad abrasadora. 

SoYeon tragó en seco, MiYeon sentada junto a ella también la observaba, expectante. Le hizo señas con la mano, para que verbalizara alguna respuesta.

—¿Qué quieren que diga? —preguntó, haciéndose la desentendida. 

Minnie golpeó ligeramente su vaso contra la mesa, y atravesó a SoYeon con los ojos. 

—¡Habla ya! Algo te sucede, llevas toda la semana prácticamente fuera de satélite —dijo, acusándola, y SoYeon bajó el rostro. 

—¿Te hicieron algo? —preguntó Lisa un poco preocupada, su amiga no había estado muy bien en esos días.